3.8.23

Opiniones y fuentes

Esta reflexión del maestro Espada, a vueltas con el periodismo "de fuentes": Nadie, ni siquiera la defensora en pompa del periódico, señala cuál es el problema, que aparece en cualquier manual de estilo del viejo periodismo: no se pueden atribuir opiniones a fuentes anónimas. Estas fuentes están reservadas para los hechos. Y se comprende perfectamente por qué: el cruce de descalificaciones anónimas ensucia la conversación y sale gratis a los que injurian. Y, además, la difusión de una opinión de fuente anónima deja inerme al periodista cuando, como fue el caso, la persona implicada la desmiente. Y puede desmentirlo, sin despeinarse, incluso en el caso de que ella misma sea la fuente. Desmentir, cabe recordarlo a los becarios incluso sesentones, es negar con pruebas y ella misma es la prueba. De Amedo a Villarejo se comprueba que los hechos sobreviven a los canallas. Pero con las opiniones solo sobrevive el canalleo. Y es que ya no distinguen.

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