Lo que son las cosas. Vuelvo a casa el primer día y salgo a correr. Poca cosa, que no soy ningún loco. Pongo la música en el modo aleatorio. La primera canción es una de aquellas que nos acompañó mientras crecíamos, ¿verdad Hornuez?
La pongo a todo volumen y mientras la escucho, creo que sólo ahora, después de estos meses de miedo y de sombras soy capaz de entenderla: "Nunca sabrá nadie la angustia de esas horas..."
Nunca sabrá nadie la angustia de esas horas...
nunca sabrá nadie la angustia...
Nunca sabrá nadie...
Nunca sabrá...
Nunca...
2 comentarios:
Correr no era de cobardes? Cómo cambiamos...
El mateño
Grande, camarada!
Pero recuerda también que Correr a ciegas es como retroceder...
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