Los domingos, habitualmente, compro el mundo y el abecé. Este último básicamente por dos motivos; el artículo de Jon Juaristi y los que firman Pérez Reverte y Carlos Herrera en El Semanal.
El de Herrera de ayer en me gustó mucho por varios motivos, así que me atrevo a sugerir a mis (desocupados e improbables) lectores que le echen un vistazo.
- En primer lugar, porque habla de Frederick Forsyth, quizá el primer novelista que leí a fondo en mi vida, allá por el año ochenta y siete. JACH, auténtico ángel de la guarda en tantas cosas, me suministraba sus libros y yo los leía con pasión. Como dice Herrera, historias de buenos y malos, para pasar el rato y entretenerse.
- En segundo lugar, porque habla de la literatura como puro entretenimiento, que es una de las facetas más respetables de
- En tercer lugar, porque alguna vez me he comportado de modo similar al autor. De hecho, he de reconocer que me leí El Código Da Vinci sólo para poder llevármelo a alguna reunión con amigos bienpensantes y decir que me lo estaba leyendo. Lo que disfruta uno en esos momentos.
En fin, no he leído El Afgano, de hecho hace años que dejé de leer a Forsyth, pero ya ven, Herrera ayer me animó, así que igual me animo y lo leo.
8 comentarios:
Tampoco hay que pasarse...El Codigo Davinci es un libro espantosamente mal escrito. ;-)
Pero en lo fundamental tienes razón, la literatura es, sobre todo, entretenimiento. Nada mejor que pasar la tarde del domingo tumbado en el sofa con una buena novela de Ian Rankin, recorriendo las partes más sordidas de Edimburgo con el Inspector Rebus. Pequeños placeres.
El Código Da Vinci no es un libro. Es un guión de cine mal escrito. Con personajes planos, sin ninguna profundidad...
Quizá sea una metáfora de la modernidad
Sin que sirva de precedente sr. Perdiz: Absolutamente de acuerdo con usted, un mal guión mal escrito que, como no podía ser de otra manera, generó una peor película.
En cualquier caso me remito a Josep Pla: el hombre que lee novelas después de los 35 es un inconsciente, yo como soy mujer me siento liberada de dicha sentencia ;-)
Completamente de acuerdo Sr. Perdíu. Y no me importa que siente precedente, no tengo esos prejuicios :-)
Me recuerda una frase que siempre me gusto mucho, como su autor. “La literatura es un lujo, la ficción una necesidad” G.K. Chesterton.
Tu comentario me recuerda el cine de arte y ensayo de los 60 y 70 (ya ha llovido algo).
Daban unos peñazos de películas insoportables pero los progres de entonces (ya los había) salían del cine muy convencidos haciendo comentarios tales como “es una metáfora del mundo capitalista” “muy buen trabajo del script” “profundiza en la incomunicación del individuo en la sociedad” etc. Os juro que no se habían enterado de nada
Más snob que no leer El Código ese por el qué dirán, es leerlo por ese mismo qué dirán y por escandalizar.
Sin faltar a nadie, entiendo mejor a aquellos que, sencillamente, han decidido invertir el poco tiempo del que disponen para leer en obras de Thomas Mann, Dostoyevski,García Márquez o E.M. Forster que en leer El Ocho o Los Pilares de la Tierra...
Todo igualmente digno, no digo yo que no, si mantener esto es la boutade de moda (y yo siempre me sumo, claro está).
En fin, algún día podemos debatir sobre el 'Un, Dos, Tres, a leer otra vez' y la inconveniencia de democratizar la cultura, como si todo el mundo pudiera y/o debiera ser un potencial 'saboreador' de la misma...
Estimado Stewie, si de lo que se trata es de animar a la lectura, cualquier inicio es bueno. Hay gente que empieza con el código o los pilares de la tierra y luego descubre a los que usted cita. ¿Qué tiene de malo el que la gente lea best-sellers?
Sr.Griffin,
no, si de malo no tiene nada. Estoy seguro, además, de que hay personas que solo deberían leer ese tipo de libros.
De lo que me río (y tampoco digo que esté mal) es de los que critican a quien no gusta de esa literatura considerando que es mera pose, al tiempo que mantienen ellos mismos una postura mucho más complicada, rocambolesca y absurda que es la simple de contra la contra. Ya sabe, está mal ir a misa por el qué dirán, pero igualito (aunque creo que más tonto) es el no ir por el qué dirán...
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