Mañana toca día toledano. Una ciudad que, poco a poco, voy conociendo mejor. Una ciudad que se me va filtrando en el alma, mientras se va mezclando con mis otras ciudades (Sanabria, Zamora, Santiago de Chuco, Oxford, Valladolid, León, Junín, Madrid, Laredo, Río Tinto, Villalmarzo, Bilbao...).
Una ciudad a la que no supe mirar durante muchos años, porque no hay que verla desde la entrada de Madrid, sino desde el Parador.
Con estos antecedentes, imaginarán que la visita a la exposición Hispania Gothorum es, en el fondo, una excusa para ir con Jimena a pasar el día, ver a buenos amigos y tener un almuerzo agradable en la ciudad imperial.
A Toledo hay que volver.
Siempre
Ya les contaré.
4 comentarios:
Hombre, siempre es un placer saludar a un paisano. Servidor también nació en Zamora, a orillas del Duero milenario. Y no es por que sea mi tierra, pero Sanabria es todo un paraíso natural, por desgracia aún demasiado desconocido.
Sobre Toledo no puedo hablar, no la conozco del todo bien. Espero pasarme en septiembre por cuestiones de trabajo. Si hubiera tiempo... Qué fácil serían las cosas si hubiera más tiempo para todo.
Yo aún no la conozco. Allá por 2004, mi última estancia larga en Madrid, tuve que elegir ir a Segovia o a Toledo. Elegí la primera, así que me queda la segunda.
¡Tantos sitios por visitar aún en nuestro país...!
Vuelve a la primera, clausius!
Jorge Segovia está muy bien y tal y supongo que por tu insistencia serás de allí pero .... hombre una vez visto Segovia yo creo que habría que recomendar ir a Toledo. Yo he visto ambas varias veces y ... lo siento, más que ver en Toledo...
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