14.4.07

La Raya

La frontera hispano-lusa se convirtió así durante varios siglos en un territorio semidespoblado y alejado, en un vasto espacio solar que era utilizado por los respectivos poderes peninsulares como zona de seguridad, a costa de la inseguridad de sus pobladores; una tierra indefinida y peligrosa donde se sucedían las escaramuzas y los constantes saqueos. En estos tiempos de conflictividad dilatada y permanente, de fronteras extensas y difusas, de amplios desiertos demográficos (Bernal Estévez, 1998), se dibujó un nuevo orden que borraba por completo las anteriores adscripciones territoriales, estableciendo un sistema complejo, de carácter feudal, tras el anárquico o al menos caprichoso reparto de extensas propiedades entre reyes, clero, órdenes militares y nobleza: los nuevos señores de la tierra.

Medina García, Eusebio: “Orígenes históricos y ambigüedad de la frontera hispano-lusa (La Raya)” Págs. 717 y 718. En Revista de Estudios Extremeños, Año 2006 Tomo LXII. Número II Mayo-Agosto

Corolario. Otro día, si quieren, hablamos de eso que algunos llaman deuda histórica. O de que en no sé qué pueblo se invierte un 0,3% menos del PIB que se produce allí. Me da la risa.

PS. Buen día para recordar las ventajas de ser un monarquía constitucional y no una "República de Trabajadores".

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