4.10.11

Charlando

Hablar. Siempre hay que hablar. Nos hacemos viejos cuando dejamos de hablar; cuando dejamos que otros imaginen lo que queríamos decir, o lo que sentíamos, o lo que pensábamos. Me llamó Jesús. Repaso a la vida. A toda. También a la Política. Ese puesto soñado en el Cervantes, en Lisboa primero, para ver caer las tardes de otoño frente al mar, desde el Chiado. “Jesús, pero creo que me pasará como a Aulestia, ya sabes, aquello que dijo de “ahora que han ganado los míos, ya no sé si soy de los nuestros”.

Las personas que piensan sobran en todos los sitios”, me dice desde su mágica ciudad, con la melancolía que dan los años y saber que él era el bueno y que el Bugallal manchego es sólo una estafa, jesuítica, que ejemplifica de manera sutil el drama de un país que no terminó de dar el salto hace veinte años. Uno sólo es útil, pienso cuando lo oigo, cuando vive para la rutina, sin hacerse preguntas. Sin cuestionarse las respuestas. Aceptando con mansedumbre el destino traidor. Pero yo le recuerdo que si nosotros callamos, ¿quién hablará?, como nos dejó escrito, para todos nosotros, Schopenhauer. Hablamos de viajes. Porque en breve nos vamos los dos. Él, a la Toscana, como antes fue a Berlín. Yo, al Próximo Oriente, ya le contaré, desocupado lector. Y en la conversación nos sale ese montón de recomendaciones que siempre llevamos guardado en el zurrón. Recomendación sobre la vida. Un viaje al País Vasco. Otro a Toledo, de nuevo, quizá también como regalo. También, a la Sanabria, que lo sigue esperando. Y nos salen libros; claro, para Italia y para Oriente. Y nos salen los artículos; ese que tenemos pendiente sobre la identidad fallida de una región manchada, vía John the Minor. Y mientras hablo con él me doy cuenta de que los días, incluso cuando son grises y a uno le duele la cabeza, cambian de color en función de las personas que tenemos cerca. No sé cómo no lo tiene todo el mundo claro.


PS: En el fancine de PRISA de 19 de marzo de 1983 se podía leer, de manera literal: “Según declaraciones del propio José Bono, en un principio desestimó la propuesta de la ejecutiva federal de ser nombrado candidato, pero después de tres días de reflexión ha decidido aceptarla, haciendo constar la carga y el sacrificio personal que ésto supone para mí". Asimismo ha declarado que no ha movido ni un solo dedo por ser propuesto para presidenciable”.


Coda: fantástica conferencia en el Colegio de Filosofía y Letras. Es el oído lo que nos hizo humanos. Una pena, en todos los sentidos.

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