18.10.11

El Beirut de SOLIDERE

Amanezco en lunes y voy dando un paseo hasta el centro de la ciudad. No sé si la expresión es correcta, porque no tengo claro que Beirut tenga centro. Lo tuvo. La plaza de los mártires, nombrada así en honor a los patriotas libaneses muertos por losotomanos durante la Gran Guerra, pero se trata de una Plaza que fue destruida por la guerra. En toda esta zona, donde se ubicaba el parlamento libanés, o la residencia del Primer Ministro, quedaba poco en pie tras la guerra. Y ahí nació SOLIDERE. Un invento de Hariri que ha puesto en pie de nuevo toda esta zona de la ciudad. El mecanismo era simple: se compraba a los antiguos propietarios y se les hacía accionistas de la sociedad. Con todo el terreno, más el capital saudí, se fue reconstruyendo la zona. Ha quedado igual que estaba, pero en vez de viviendas y pequeños comercios, lo que hay es oficinas, tiendas y lo que podríamos llamar el downtown de la ciudad. De camino, la Mezquita Mohammad al-Amin, levantada por Hariri a principios de siglo, a imitación de la Gran Mezquita de Estambul. Al lado de la Mezquita está la tumba de Hariri, asesinado probablemente por los sirios en 2005 y cuya muerte desencadenó la Revolución de los Cedros contra la presencia siria en el país. Hariri era un hombre saudí y ser saudí aquí es ser antisirio. Así de sencillas son las cosas. De fondo, sunitas contra chiitas. Más que una tumba, hay una jaima como retratos suyos y con flores. Un tribunal internacional investigó su muerte y el jefe de la inteligencia siria en Líbano se suicidó de manera oportuna antes de que hiciera públicas sus conclusiones. Hariri sigue marcando hoy, años después, la vida política del país: a raíz de su muerte se constituyó la Alianza 14 de marzo y su hijo Saad ha sido primer ministro hasta principios de este año.

Solidere no pudo comprarlo todo. Cerca de la Plaza de los Mártires se ve aún la mitad de un viejo cine destruido por la guerra cuyo propietario no ha querido vender. En la plaza de San Jorge, donde Hariri fue asesinado hay, ironías del destino, un gran mensaje en la fachada del hotel que grita “STOP Solidere”, ya que sus propietarios se consideran acosados por la empresa para que vendan.

Al fin, llego a mi destino. Una cafetería cerquita de la Plaza de L´Etoile, a pocos metros del Cervantes. Vamos a desayunar algo antes de salir a ver la parte musulmana de la ciudad. Beirut nos aguarda.


PS: “De las seis mil bajas árabes que hubo durante la Revuelta, sólo mil quinientas fueron asesinadas por los británicos o por la Haganah; el resto fueron asesinados por otros árabes”.

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Págs 137 y 138.

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