Es
una delicia volver a Robert Kaplan.
Cuando viaja, todas sus obras, incluidas las menores, son una delicia para el
paladar. Ensayos ágiles, amenos e instructivos. Tenía por casa, rondando, el invierno
mediterráneo, sobre una largo tour que el autor realizó en los años setenta por Túnez, Italia,
Grecia y Yugoslavia. Lo tenía por ahí tirado y no me había puesto con él. Lo debí de
comprar hace años, en alguna librería de ocasión, porque me da la sensación de
que lleva tiempo fuera de catálogo. No me había puesto con
él, no sé bien porqué. Quizá porque los libros nos esperan, pacientes, hasta
que un día nos damos cuenta de que tenemos una deuda con ellos. La vida misma. Ahora lo
llevo mediado. Un viaje en forma de análisis por algunos de los puntos de nuestra geografía más cercana. Observar el pasado para entender el
presente tunecino. Un viaje sin movernos de una sola isla
que va desde los tiranos
de Siracusa hasta las vísperas sicilianas,
pasando por Rogelio II. Una
isla clave para entender la complejidad del mundo mediterráneo, un mundo que,
como nos enseñó ese mediterráneo mayor que fue Cavafis, se va diluyendo
mientras esperamos
a los bárbaros. Un libro que ha envejecido poco. Y muy bien, además.
Una recomendación imprescindible para esos españolitos que van en verano a
pasar calor a las latitudes de aquel primer lago
mar del que mundo guarda memoria. Háganse con él. No se arrepentirán…
PS:
“Sicilia, la mayor isla del mediterráneo,
es el rompeolas entre sus mitades oriental y occidental. Es el punto de
encuentro no sólo de Europa y África, sino también de los mundos griego y
latino. Todas las grandes civilizaciones mediterráneas ocuparon Sicilia y
dejaron su huella: fenicia, griega, romana, árabe; así como vándala, bizantina
y varias de origen noreuropeo, en especial la de los normandos franceses […]”
Kaplan,
Robert D.: Invierno
mediterráneo. Ediciones B, Barcelona, 2004. Págins 106
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