10.6.12

Al rescate...


Hoy que nos rescatan. Pensar en las causas. Múltiples. Difíciles de entender. Ir pensando en ellas. Por ejemplo, en los sueldos. No creo en las regulaciones. Soy un ingenuo. Lo sé. Creo en la ética personal. Creo que cuando uno trabaja en una empresa privada y genera ingresos, ha de llevarse su parte. Nada que añadir. Me alegra que el CEO de Apple sea rico. O que lo sea el de Amazon. Es su negocio. Pero cuando uno está en lo público, o en sector hiperregulados, hay que ser cuidadosos. No por la ley, qué va, esa se incumple sin problemas. Por vergüenza. Cuando uno no es capaz de explicar en pocas palabras de dónde sale el dinero que gana, no debería ganarlo. No sé qué hacía un tal Escribano, de la minúscula Caja Segovia, llevándose seis millones de euros, más de lo que la caja destinaba a obra social. ¿Le había generado tanto valor a su entidad? Se le debería caer la cara de vergüenza. Y sus  vecinos deberían señalarlo con el dedo. El tal Serra, hecho rico en un puesto al que llegó por ser político, no por su capacidad de gestión. El tal Pedroche, el tal Zapatero. Tan listo.  El tal Izquierdo, de Bancaja: no es la ley la que debe prohibir que alguien se lleve quince millones de un banco arruinado precisamente por la mala gestión. 
Debería ser su ética.
Pero de eso andamos escasos.
Todos.
Soy algo naif.
Lo sé.

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