28.6.13

La doble protección por desempleo en España

Hay cosas que son de puro sentido común. Aunque yo no quiero hablar mucho estos días de economía. Me reconozco demasiado encabronado con el tema. Pero hay obviedades: en este país la economía lleva décadas siendo gestionada por  funcionarios franquistas, funcionarios democristianos y funcionarios socialistas.

Ninguno de ellos ha sabido nunca nada del mercado de trabajo. Nada. No saben lo que es un presupuesto, lo que es producción neta y no entienden el concepto de pagar a un trabajador cuando no hay trabajo. Ya me gustaría saber a mí cuántos contratos han redactado en su vida alguna vez el tal Arenas, el tal Aparicio, el tal Caldera, el tal Corbacho, el tal Gómez o la tal Báñez.

Ninguno de ellos ha entendido que mantener el sistema franquista de despidos carísimos junto con un generoso sistema de protección por desempleo no se le ocurre ni al que asó la manteca, porque en realidad se paga dos veces al despedido: una ronda la paga el empresario, ese ser mefistotélico, y otra el contribuyente, ese bobo al que sangrar y que no se entera nunca de nada.

En fin, el camino va por donde avanza el tal Rosell, en el sentido de hacer incompatible el cobro de indemnizaciones millonarias por despido con el cobro de la prestación por desempleo, aunque yo sería muuuuucho más radical

Hasta los huevos estoy de financiarle vacaciones a los trabajadores, que con mi pasta se van a ver Europa sabiendo que luego tienen dos años de paro...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Aunque recién he aterrizado, me parece ilógico que se cobré dos veces, porque eso también contribuye al desempleo y la incompetencia. A ese no le despido que aunque es muy malo lleva mucho tiempo en la empresa y me va a costar demasiado. O a este le despido y por lo que me cuesta el hacerlo, no voy a contratar a nadie en un año, y sus compañeros tendrán que comerse su trabajo. Y mientras, cuanta gente estarán descontentos con su trabajo, pero sin querer irse sin que les despidan para no perder ese dinero... En fin, así están las cosas. Pero claro, los únicos corruptos son los políticos, los demás somos todos unos santos...

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