29.6.20

Neurotecnología

Rafael Yuste avisaba en El País hace unas semanas. Regulemos todo esto mejor antes de que sea tarde. Aún conocemos demasiado poco de lo que somos como para andarlo moviendo con alegría.
Pues eso.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay, qué fe en los derechos humanos.
Pero lamentablemente son ficciones morales, como creer en brujas o unicornios. Sin sustancia ni chicha debajo de ellos. Moldeables, líquidos, elásticos, fluidos.

Maritain, en aquellos meses de discusión sobre los derechos humanos, afirmaba con cierto cinismo que se podría estar de acuerdo en la declaración de los derechos humanos con tal de que no se nos preguntara por sus fundamentos.