5.6.20

La tradición oral, en Nueva York y en la mi tierra

Empecé A propósito de nada, las memorias del genio neoyorquino por excelencia. Este párrafo maravilloso: "Muy bien: de modo que soy un niño pequeño, al que le encantan las películas, le encantan las mujeres, le encantan los deportes, odia la escuela y desea beberse un Dry Martini. Oh, si bien admito que fui un alumno terrible, una cosa que siempre supe fue escribir. Escribía antes de que supiera leer. No aprendí a leer hasta primer grado, pero en el jardín de infancia ya escribía cuando volvía a casa, es decir, inventaba ficciones. Escribía sin la capacidad de volcarlo en palabras. La tradición oral. Como las baladas."

Lo leo y no dejo de pensar en la mi gente y en la mi tierra. Emboscados, como dice siempre el mi hermanu Lauru

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