Me pasó el maestro Fernando la biografía de Berlanga. Me puse con ella. Debilidades de mi carácter. Siempre fue un tipo de interés, ajeno a ese tono antiguo y monocromo -Juan Antonio Bardem es un ejemplo- de cine ligado a la izquierda más extrema. Fue un padre clásico, demasiado: en su hogar mandaba su mujer y él presumía de calzonazos. Qué gente, madre mía. Él se crío con un padre ausente y le debía de parecer lo más normal del mundo considerar que los niños eran una cosa doméstica y de su madre...
Su hijo Carlos llevó mala vida y murió con apenas cuarenta años; su hijo Jorge algo parecido con poco más de cincuenta. Me apena, lo leo mirando al mi zagal, lo que dice cuando reflexiona sobre sus críos: "Ignoré a mis hijos hasta que pude hablar con ellos". Huía de sus hijos y se refugiaba en espacios sagrados de la casa donde estaba él solo.
Luego pasó lo que pasó; cierro el libro pensando lo que te perdiste, atontao´
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