Le dice Ellen a Gustav Oppermann pocos días después del ascenso de los del movimiento popular (los nazis) a la cancillería. Gustav responde: un pueblo que ha producido esta tecnología, esta industria, no cae en la barbarie de la noche a la mañana.
Qué ingenuo suena todo eso. El siglo XX nos enseñó que la barbarie y el nacionalismo (perdón por el pleonasmo) son la otra cara de la modernidad. El mundo se ha vuelto feo: unos cuantos deportistas de elite vascos, que nunca han movido un dedo por los amenazados, se muestra preocupado por los delincuentes condenados y exige "un trato digno y el respeto de los derechos de los prisioneros políticos vascos". Entre ellos, varios futbolistas en activo de la Real Sociedad (cantaba un grupo de los suyos: cambia de acera cuando les veas venir, sal de los bares, si ellos están allí, si ves parar a alguien, no te cruces de brazos, detente forma grupos manifiesta tu rechazo...). El mundo se ha vuelto feo, Gustav, un cura irlandés dice que ETA no es el problema sino un síntoma del problema; supongo que igual que los nazis invadiendo Polonia no eran un problema sino un síntoma de un problema (la necesidad de espacio vital). El mundo sigue feo, Gustav.
PD1: Mi lucha, de Hitler, estaba mal escrito, en mal alemán me refiero. Además de loco e imbécil, inculto.
PD2: La Álvaro de Bazán estaba de excursión y allí se encontró con otro buque y lo acompañó por cortesía.
PD3. Magnífico Félix de Azúa en con un artículo dedicado a dar consejos a los del movimiento popular, o frente nacional catalán. Yo no lo hubiera expresado mejor.
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