3.1.06

Agoreros

Primavera de 1933. Suiza, el fabricanteWeinberg, de vacaciones, le dice a Gustav Oppermann, que ha huido de Alemania:

Naturalmente que han pasado cosas terribles. No se puede barrer sin una escoba. Pero, con la mano en el corazón, ¿no son excepciones estos incidentes? ¿No ha mejorado la situación? Cuando voy por Berlín, apenas noto diferencias. Y están poniendo el grito en el cielo. No hacen más que tonterías. No hacen más que excitar a la gente con sus gritos. Si uno abre los periódicos, parece que en Alemania no se puede cruzar la calle sin ser agredido. No creo que eso sea cierto. (página 304)
Moraleja: en tiempos confusos, las personas lúcidas serán tachadas, en el mejor de los casos, de agoreros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sí, exáctamente como ahora en Irak.