8.1.11

El concepto francés de la amistad...

Un país del África negra. Olvidado por todos. Y además antigua colonia francesa. Una vía segura hacia el desastre. La primera vez que me detuve en la Costa de Marfil fue de la mano, de quién iba ser, de Kaplan, en el fantástico Viaje a los confines de la tierra. Ahora voy siguiendo las noticias a través de La Vanguardia, que sigue manteniendo una buena información internacional, extraña en un periódico cada vez más provinciano.

Un país en un estado cercano a la guerra civil. Un presidente, un tal Gbagbo, que pierde unas elecciones pero no reconoce la victoria de su oponente: aunque las Naciones Unidas y la comunidad internacional reconocen la victoria del opositor Ouattara, el tal Gbagbo se niega a reconocer su derrota. El tal Gbagbo es un antiguo aliado de los socialistas franceses. Es decir, de uno de los partidos más corruptos de toda Europa occidental. Esa vieja tradición francesa, la corrupción. Esos negocios con el tercer mundo mientras se alza la vista desde una perspectiva inmaculadamente ética. Hace un siglo ya la policía secreta del zar tenía sobornados prácticamente a todos los periódicos franceses. Hoy las cosas no han cambiado mucho. África occidental es su patio trasero y allí siguen practicando el robo a gran escala. Los últimos apoyos al tal Gbagbo son, sencillamente, repugnantes. Roland Dumas, socialista corrupto que hubo de dimitir por el caso Elf, y Jacques Vergès el abogado del terror. Es lo que hay. Esta es la Francia del corazón de Europa que lleva siglos fascinando a nuestros progres.


PS: [Sartre] Pasó media hora con Baader [en su celda], que dio a su ilustre visitante una charla sobre su filosofía de cartón-piedra. Después, el único comentario que hizo Sartre en privado fue éste: “Qué gilipollas es el tal Baader”.

Aquella misma tarde, en una conferencia de prensa televisada a la que asistieron cientos de reporteros, optó por un tono bien distinto: “Baader tenía el rostro de un hombre torturado […]”

Burleigh, Michael: Sangre y Rabia. Una historia cultural de terrorismo. Madrid, Taurus, 2008. Pág. 327.

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