7.1.11

Buenas noticias

Una buena noticia que ha pasado algo desapercibida. La condena a un dictador. A un asesino. El tal Videla. Un país, Argentina, que empezó a joderse con Perón y con sus bobadas de justicia social. Un término terrorífico, el de justicia social, propio del fascismo y del comunismo. Un país que se despeñó. Cuando los militares salen de sus cuarteles. Cuando el Estado se convierte en asesino. Cuando no se respetan los derechos más sagrados.

Algunos mueren sin entender, y miro a mi alrededor, en esta España en la que hubo unos GAL, que el Estado no puede convertirse en asesino. Ni en terrorista. No sólo por un principio ético, también por pura práctica: ni sabe hacerlo, ni sabrá cómo cerrarlo si le sale bien.

Respetar los derechos de las minorías. Eso diferencia a un gobierno legítimo de otro que no lo sea. Entender que la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad son derechos que nos otorgó, como dice el hermoso texto de Jefferson, nuestro Creador. Y desde luego, cuando un Estado deviene en terrorista, uno ya no puede ejercer estos derechos.

De nuevo en Madrid.



PS: Bujarin, que se encontraba en Asia Central, se sintió amenazado, voló a Moscú y escribió: “Me encuentro terriblemente feliz de que hayan fusilado a esos perros”. Karl Rádek también se alegró de la muerte de la “banda fascista de los trotskistas-zinovianos”. Piatakov, otra de las próximas víctimas, exigía “exterminar sin piedad a los miserables asesinos y traidores. ¡Honra y gloria a los hombres del NKVD que desenmascararon a la banda!. Y el bueno de Jristian Rakovski, que también habría de pasar por el molino de carne, exclamaba: ¡Ninguna piedad para esos perros rabiosos!.

Meyer, Jean: Rusia y sus Imperios (1894-2005). Círculo de Lectores, Barcelona, 2007. Página 278

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cuando los militares salen del cuartel es difícil hacerles volver, eso dice Javier Cercas en "Anatomía de un instante" ,y así es. El sistema no debe permitir que salgan y cuando lo hagan que paguen por atentar contra el sistema, velemos por ello.
NC