25.11.11

Cine, o cuando todo es un clásico

Alterno el cine de hoy con el de siempre. Estuve viendo, por fin, Con faldas y a lo loco, una de las comedias clásicas de Billy Wilder. Una película que no envejece y por la que desfilan gran parte de las pasiones humanas: el miedo, la pasión, la ambición. Buenos diálogos y una Marilyn esplendorosa.

Nos acercamos también a ver Anonymus. Teorías conspirativas con Shakespeare de fondo: quizá fue un noble el autor de sus trabajos, un noble enamorado de una Reina prohibida. Buen cine, algo enrevesado, pero buen cine. Y mientras veía la película pensaba en él y pensaba en don Miguel, el judío de Cervantes. Ambos son personajes fascinantes, si es que llegaron a existir. Nacieron en un mundo que empezaba a parecerse al nuevo: quedaba atrás el Medievo; Constantinopla era ya sólo un recuerdo, el turco una amenaza y la cristiandad occidental, que emergía como el gran poder de ese nuevo mundo, se había fragmentado ya para siempre. Fueron tiempos confusos, los recuerdo bien. Las cosas estaban cambiando y no entendíamos bien el motivo: dos imperios empezaban a consolidarse, dos imperios, periféricos dentro de la periferia, empezaban a mirar el mundo conocido como un campo de batalla. Ambos, el inglés y el castellano, se preocuparon mucho en vida de que nadie supiera demasiado sobre ellos. En aquella época, como un calamar. En esta, como el fumador de Expediente X. Y sin embargo, qué cercanos nos resultan al leerlos: los dos tan preocupados siempre por la libertad, tan minuciosos a la hora de describir las pasiones humanas, tan distantes y tan irónicos, qué inteligentes, cuando se refieren a nuestras locuras. Heterónimos de sí mismos, nunca sabremos que se escondía detrás de aquellos nombres. Por eso, rematé la reflexión, todas las identidades son falsas, porque dentro de nosotros vive el otro, y como me enseñó el profesor Juaristi: suyos son nuestros fantasmas más queridos.

Un secreto, desocupado lector. Nadie lo recuerda ya, pero aquel día de abril de 1616 alguien les susurró al oído la misma frase a los mientras expiraban: “moriremos, si es que hemos nacido


PS: “En un lugar de las montañas de León tuvo principio mi linaje, con quien fue más agradecida y liberal la naturaleza que la fortuna, aunque en la estrecheza de aquellos pueblos todavía alcanzaba mi padre fama de rico...”

2 comentarios:

Anónimo dijo...

A pesar de desviarme del tema de la entrada hoy he leído la siguiente noticia acerca de la "tu tierra": Puebla de Sanabria y otros cuatro municipios europeos reciben el premio de las Capitales Europeas de la Biodiversidad.

Me ha parecido adecuado comentarlo aquí.

Sin más, saludos de un desocupado lector.

El Perdíu dijo...

Muchas gracias Víctor, es una muy buena noticia.