14.7.12

Libros fallidos, a vueltas con la obsesión de repartir carnés...


Me fuerzo a leer libros cuyo contenido intuyo desagradable. No quiero convertirme en un sectario, en alguien que sólo lee de los suyos, si es que tengo “los míos”, claro.  El caso es que me regalaron un dizque ensayo sobre los anti-intelectuales de la derecha en España. El libro es muy flojo, pero he hecho el esfuerzo de leerlo hasta el final. Un tal Mario Martín. El libro es todo brocha gorda. Supongo que sobre un texto largo sobre Giménez Caballero alguien lo debió de convencer para que llegara hasta Jiménez Losantos y así venderlo mejor. Pero no quiero ser injusto y no quiero ser panfletario. Hoy no. Quiero explicar los motivos de porqué me parece uno esos libros tan caros a la izquierda española, hechos de brocha gorda y pintura negra.

Es un libro poco claro; el autor trabaja conceptos como reaccionario, derecha, izquierda, liberal, que significan exactamente lo que él quiere, ya que en ningún momento se preocupa de explicarlo al lector. Además, son términos que aparecen por el libro cargados con connotaciones positivas o negativas. Un caso claro es la propia definición de intelectual. Para el autor Aron no lo fue, Camus por poco, pero todos los de la izquierda sí. Esa máquina de expedir carnés que habita dentro de cualquier izquierda española: Vázquez Montalbán sí que era un intelectual y Moradiellos “un historiador serio”, no como estos cafres de la derecha… en fin.

Es un libro tramposo. Cuando uno analiza la vida de un autor, o de un personaje público, es muy fácil, rebuscando en sus obras, hacerle decir lo que nosotros queramos. Que Giménez Caballero era un botarate es una cosa bien sabida a estas alturas. De ahí a considerar que todo lo que no haya sido izquierda en España no ha tenido ni cerebro ni inteligencia, media un abismo. Lo mismo que la izquierda acusa de Moa de hacer con Largo Caballero, lo hace este autor con los intelectuales que no son de su gusto: rebusco entre los discursos y me llevo, tranquilamente, el agua a mi molino.

Es un libro hecho a retazos. No se entiende bien uno de los capítulos, dedicado a analizar, sin que venga a cuento, la depuración en las universidades (páginas 172 y siguientes) durante la guerra… por parte de los golpistas. Cuando uno cuenta media verdad, no es honrado. Ese capítulo no viene a cuento, o si viene, uno debería contarlo todo. También hubo profesores y maestros, sobre todo religiosos, asesinados en el bando republicano. Pero sobre estos, ni una palabra.

Para el autor, el éxito comercial es incompatible con el intelectual en España. Los de derechas son una pandilla de artistillas que tienen el favor del público, y por eso no son intelectuales. Así de claro.

No me quiero extender mucho, pero no quiero dejar de señalar, para acabar, que las descalificaciones ad hominen son peligrosas. A mí me encantó el libro de Marco sobre Giner, pero este se lo carga con que el autor es simplemente un “periodista de derechas”. En fin, mucha brocha gorda (ni Aznar es vallisoletano, ni supongo que Goytisolo detentó nunca nada) y poco análisis serio.

Un libro fallido.
Qué cosas se editan en España…


PS: Contamos con la superioridad de la mitología, porque en esta parte del mundo la mitología suple a la historia; aquí los relatos familiares gozan de mayor importancia y credibilidad que los libros de texto. Aquí, en cierto modo, la historia no es más que una variante de la mitología.
Andrujovich, Yuri: El último territorio. El Acantilado, Barcelona, 2006. Página 70

2 comentarios:

Manu Pérez dijo...

Lo de qué cosas se editan en España... En fin, se edita mucho libros de derechas de los que están llenas las librerías. Otro pobre castellano tonto de derechas.

El de antes dijo...

Por cierto, ¿insinúas que Moradiellos no es un historiador serio?