20.11.06

De conceptos y procesos (II)

Durante la modernidad (siento ponerme tan sociólogo) ha podido haber, digamos, tres sujetos constitutivos de la nación.


- El proyecto ilustrado, y del que hasta ahora bebían el liberalismo y, en cierta medida, la socialdemocracia, imaginaba a la nación como una comunidad, constituida por el demos, es decir, la ciudadanía constitucional o comunidad de individuos libres, tal y como señala Rafael Rojas en su muy interesante Tumbas sin sosiego, que llevo una semana devorando.

Pero otras ideologías, bastante más siniestras, tenían otros planes para la nación como comunidad imaginada.

- Para la izquierda comunista, el elemento que constituía la nación era la clase. Además, una clase imaginadamente obrera. De ahí que quienes se salieran de ese esquema no eran ciudadanos de la nación y podían, por tanto, ser desposeídos, desterrados o, directamente, asesinados. El genocidio cometido primero por Lenin y luego por Stalin contra los campesinos que tenían pequeñas propiedades (dos vacas, un huerto) a través de la campaña de deskulakización, va en esa línea. Cuando los comunistas de ETA / Batasuna hablan del pueblo trabajador vasco se refieren a eso también. La imaginada burguesía no forma parte, en sus ensoñaciones, de la nación vasca.

- Para el nacionalismo, el sujeto en el que se funda y se mantiene la nación es el etnos. De su comunidad imaginada, sólo podrán formar parte aquellos que, étnicamente, formen parte del proyecto simbólico único. Antes que ciudadano, uno es catalán, por ejemplo. Así, un catalán que no sea catalanista no es catalán. Como el criterio de las razas y la sangre pasó de moda, una de las formas de identificar la pertenencia al etnos es la lengua, si es que esta es diferente y puede marcar diferencias. Un español que no hable español no es español. Para un nacionalista, no se concibe un español que hable catalán, ni un catalán que hable español.

Y ahora una pregunta, sin rencor y sin entrar en actitudes valorativas. La socialdemocracia española, representada en principio por el pesoe, ¿no les da la sensación de que lleva años abandonado el primer modelo, el de la comunidad de individuos libres, para abrazar el tercero (así, en Cataluña catalanista, en el país vasco, vasquista, en Galicia, galleguista…).

Por eso, entre otras cosas, me caen bien los Ciudadanos de Cataluña. Es una forma de volver, sin complejos y desde la izquierda, a la reivindicación de la ciudadanía constitucional como comunidad de individuos libres, más allá de los complejos identitarios o de clase. Me agrada discutir con esa izquierda, más cercana al ideal ilustrado que a la aldea cruel. Con la que izquierda que se confiesta nacionalista, tengo poco de qué hablar, la verdad. Nunca han sido de mi agrado los nacional-socialismos.

4 comentarios:

Rome dijo...

Lenin, Stalin, Eta, Batasuna, PSOE... todos juntitos en el mismo saquito.

¡Que rigor!

No me extraña que cada vez le cueste más debatir agusto, si es que no le queda nadie a quien respetar... Le consigo el teléfono de Albert Rivera? Claro, que ya caerá ya en el saquito también...

El Perdíu dijo...

yo no he metido a toda esta gente en el mismo saco. También he de exigirle, amigo rome, un poco de rigor leyendo.

Anónimo dijo...

Respetado Perdiu.
Su resumen de la estructuración de las naciones a raíz de la modernidad es de una rudeza hilarante.
No entraré a descalificar sus conceptos de comunismo y nacionalismo, se descalifican por si solos; pero si me atreveré a precisarle algún aspecto de su visión sesgada de su “proyecto ilustrado”. Desaparecieron los fueros y las cortes de Aragón y Valencia; se confiscaron los bienes de los jesuitas (cual vulgares comunistas); se impusieron reformas políticas que chocaron con las autoridades ya existentes quedando ridículamente inconclusas; en fin, la ilustración sólo trajo un cambio de etiquetas dejando al capitalista en la cúspide y al asalariado tan desposeído como en épocas anteriores. Sin embargo no tildaría nunca de “siniestro” un movimiento como la ilustración, hay muchos aspectos aprovechables, aunque sus retoños son poco menos que superfluos y ridículos en su esencia.
Déjeme decirle finalmente que a la hora de argumentar, aunque no lo crea, la demagogia no es una virtud. (Virtud de la cual puede observar yo también carezco)
PS: Que casualidad que Ciutadans sea el único partido de “izquierdas” que gusta a la derecha.

Anónimo dijo...

EL sr. Hornuez tiene razón, es un análisis demasiado sesgado y simplista que acaba siendo un poco forzado en su argumentación final: el PSOE no es legitimo defensor de los principios de la izquierda por que pacta con partidos nacionalistas, CPC's sí.

La formación de los estados nación occidentales es un proceso de larga duración que pasa por diferentes estadios, inicialmente fue el nacionalismo, en sustitución de las religión, el precursor de lo estados durante la mitad del XIX y a través de las sucesivas revoluciones de los 30`s i del 48, vease el caso de Alemania o Italia, y aqui intervino la burguesia llevando el papel protagonista, que finalmente creó a finales del XIX su concepción de estado liberal con un sustrato muy fuerte de nacionalismo, un formato de gobierno de "clase" no se olvide, pues amplias mayorias quedaban fuera de la participación política y del reparto de oportunidades, sr. Perdiu el socialismo y más tardio el comunismo no surgen por maldad intrínseca del proletariado, son respuestas a esta situación, usted plantea en el post todo esto como tres opciones que se dan en un mismo momento y cada país decide cual le interesa, y eso no es cierto. Recuerde como la propaganda nacionalista en los estados liberales previa a la primera guerra mundial contribuyó en sobremanera al estallido del conflicto, sólo el socialismo de la segunda internacional trató de aguantar el envite nacionalista por su concepción internacional, pero quedó superado por la pasión de los sentimientos.

Por otro lado, usted habla de nacionalismo-comunismo contrapuesto a estado-nación como forma de gobierno, y eso me parece un simplismo que tira para atrás que responde más a sus principios e ideas políticas que a un análisis objetivo: ¿Francia no es nacionalista?, no lo es Inglaterra? no lo son la mayoria de los estados occidentales que conocemos? acaso no lo es Polonia?, con esto quiero decir que el nacionalismo es un componente que forma parte intrinseca de los estados, y éstos lo fomentan para cohesionarse, todos. Nunca he visto más banderas de un propio país como en Italia o Suiza, estados con verdaderos problemas de cohesión interna. El nacionalismo apela a lo más primario y sentimental pero todos los estados recurren a él, independientemente de su forma de gobierno, o acaso ¿no hay nacionalismos de derechas, no muy lejanos en el tiempo y en el espacio?.

Ojalá sr. Perdiu superemos esto, se lo dice una que es socialista y que cree que ésta es la única vía para conseguir un mundo sin banderas ni fronteras más allá de las físicas y mentales.

En fín, igual ha quedado un poco confuso.