13.7.11

Una del oeste en Bolivia...

Fuimos ver un western crepuscular. Hace mucho que vengo oyendo hablar de Mateo Gil. Vi su película, la de Nadie conoce a nadie. Correcta. Sólo correcta. Ahora se ha ido el tío a América a rodar una del oeste en inglés. De fondo, la leyenda de Butch Cassidy. ¿Qué fue de él? La épica del Adán americano, la época del Adán americano, no puede narrarse sin tener en cuenta la conquista del oeste y la creación de una sociedad sobre una base de la que estaba ausente el poder público, al menos como lo entendíamos aquí. Es buen cine. Sólo le falta un poco, sólo un poquito, de ritmo. El guión está bien articulado. Los indios, el paisaje. Un español. Bandidos. Una huída a través de un desierto de sal. Disparos. Un cónsul alcoholizado. La justicia de la miseria. Monumental Shepard: el hombre capaz de mirar atrás sin ira. Buen papel de Noriega, que parece escapar a la maldición de Jorge Sanz. Y de fondo, la fábula del escorpión y la rana. ¿Cambia uno con los años o ya somos muy parecidos a como seremos de anciamos? Y de fondo también, la posibilidad de que el engaño sea real y nos acompañe, aunque no nos demos cuenta mientras lo tenemos al lado. Buen cine este BlackThorn. Buena música. Buena imagen. Para echar un rato.


PS: Menudo follón que hay en el mi pueblo a cuenta de las elecciones. Con amenazas y todo. Como lo oyen.

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