La segunda y breve experiencia republicana consiguió dos cosas que no eran sencillas.
La primera, ser capaz de convertirse en una forma de gobierno que en España y para siempre, estará ligada a la izquierda. Los que no somos de izquierdas no nos sentiríamos cómodos en un régimen así por la carga de emotividad que la izquierda ha puesto en ella (La Constitución republicana empezaba definiendo a España como una "república de trabajadores" con un lenguaje claramente marxista...). Así, sólo los comunistas hoy en España celebran la República. A los que nos da igual una cosa que otra, nos da pena, pero en fin, así es la vida.
La segunda, es haber ganado, póstumamente, la batalla de la imagen. Hoy, la República, en el sentir bienpensante de la mayoría, eran miles de maestros sabios y honrados asesiandos en los pueblos por cuadrillas de señoritos fascistas, eran heroicas milicianas violadas por el fascismo y la reacción, eran columnas anarquistas sembrando flores en Aragón y sueños en Cataluña. La historia no fue sólo así. Tampoco fue sólo como nos contaron en el franquismo. Aquello era entendible porque era un régimen militar y cuya legitimidad venía de una guerra, así que cualquier invento era bueno. Pero ahora, en democracia ¿de dónde sale tanta ceguera? los muertos de Paracuellos, ¿Dejaron de serlo porque la derecha los convirtió en mártires? ¿tenían más motivos y más razón, y por tanto más legitimidad para morir los curas que los obreros?
No sé si soy el único junto con Machado que piensa ¿Dijiste media verdad? Dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad.