31.5.13

Del himno nacional mexicano a un neoyorquino de origen asturiano...

El siglo de caudillos, de Enrique Krauze. Otra curiosidad, que luego se me olvida. El himno nacional mejicano, creado durante el gobierno de Santa Anna, fue obra de Francisco González Bocanegra, un criollo que había pasado su juventud en España, y de Jaime Nunó, un gerundense afincado en Cuba.  González Bocanegra se crió en nuestro país ya que su padre había sido expulsado del país en 1829, como viejo oficial realista…  

Himnos para expresar la esencia de la patria que son compuestos por metecos. La identidad como un fruto, solitario, de la imaginación. Los símbolos como impostores: el himno español es una marcha granadera prusiana. Los apóstoles como tahúres: el ¿pensador? que dio forma a lo que luego sería el nazismo alemán fue un británico llamado Chamberlain y el padre de la patria Irlandesa, De Valera, fue un matemático nacido en Nueva York hijo de un asturiano.


¡Ah la identidad! Cuántas ficciones se construyen en tu nombre…

30.5.13

Curiosidades mejicanas...

Ando ahora con el siglo de caudillos, de Enrique Krauze. Tenía ganas de leer algo del intelectual mejicano, un tipo serio al que sigo en sus Letras Libres. Este siglo de caudillos, una biografía política del XIX mejicano un libro magnífico, para entender algo de la historia de Méjico, esa “España a lo bestia” al otro lado del mar, como la definió un día un amigo.  Un  par de curiosidades del libro: la bandera mejicana, la tricolor, recoge en sus colores el catolicismo (el color blanco) la independencia (el verde) y a España (el rojo). Qué cosas. Otra. Algunos de los próceres de los primeros años del Méjico independiente, el que convirtió al país en lo que es hoy, fueron realistas antes de ser independentistas. Realista fue Agustín de Itúrbide, Emperador y padre de la patria, como realista había sido Santa Anna, el hombre sin el que no se entiende el Méjico moderno. La lucha de la independencia fue más una querella entre criollos que una lucha contra una madrastra lejana y tirana... 

Otra cosa es lo que se contó después, pero ya sabe que los pueblos, cuando escriben su historia, eligen de manera cuidadosa las cosas que conviene no recordar.

29.5.13

De las patrias, que hablábamos ayer...

Todas las dictaduras son repugnantes. Desde un aspecto moral. Como recuerda Robert D. Kaplan, ninguna produce ciudadanía, todas producen servidumbre. Luego podemos entrar a discutir si algunas de ellas, al menos, han generado una clase media y cierto desarrollo económico o si, por el contrario, no han originado más que miseria.

La dictadura franquista. Un régimen militar que se disfrazó de fascista al inicio y que no fue, durante el resto de su trayectoria, más que un gobierno autoritario anclado en la premodernidad.  Sus defensores, que los hay, siempre acaban recurriendo a la honradez de los militares, frente a la molicie corrupta de la decadente democracia liberal. Pero no hay mito que cien años dure. En general, los relatos de la honradez de una dictadura son siempre pura invención. Pinochet se hizo rico gobernando Chile como un cortijo, al igual que los Kim se han hecho dueños de Corea y los Obiangde Guinea.

Ahora sabemos que el servicio secreto británico pagó a los honradísimos, cristianísimos y españolísimos generales franquistas para doblegar su voluntad. Aquella gentuza decidió que no entraríamos en la guerra no por el interés de España, sino por el de sus bolsillos. Mi padre, aquellos años, marchaba a cavar un túnel en Requejo, con apenas catorce años...


La patria, todas las patrias, han sido siempre el último refugio de los canallas.

28.5.13

De la construcción y la deconstrucción de la patria...

En un país serio sería la noticia del día. De la semana. Quizá del mes: la nuera del Padre de la Patria cobró un pastizal por intermediar, se asegura dice, en la fuga de una gran empresa del país. O visto de otra manera. La mujer del hereu, del Secretario General del Partido Guía se llevó 200.000 euros por engrasar un sistema que permitiera a Sharp cerrar su fábrica en Barcelona.

La prensa local, la tal Vanguardia, tal poco europea ya, tan encerrada en su mundo, lo cubre con un despacho de agencia, como si tuviera otros temas más interesantes a los que dedicar a sus profesionales. Pero eso no oculta la gravedad. Todos los que trabajamos en consultoría sabemos lo que se oculta detrás de una comisión tan sustanciosa por permitir un cierre. Detrás de esos 200.000 euros hay mucho más que informes. 

Pero no voy ahí. Voy a la metáfora. Hermosa. Dura. Mientras el padre y el hijo sacrifican su vida en pos de la construcción nacional de Cataluña,  imbuidos por un profundo amor a la patria, la nuera de uno y la mujer de otro se dedica a cobrar por la destrucción del tejido empresarial de Cataluña. 

El nacionalismo al final era esto: medrar uno en nombre del miedo de los demás. Casi cuarentón ya y todavía no conozco a un solo nacionalista que me merezca respeto moral o intelectual: la aterradora diferencia entre ser un buen catalán o ser un catalán bueno.

27.5.13

Espacios, informales, para el coworking

A la Administración le cuesta innovar. Es normal. No está para eso. Está para garantizar el ejercicio de los derechos a la ciudadanía. Aun así, algunos esfuerzos son entrañables. Cuando tienen lugar en la mi tierra, un mundo periférico y abandonado, estos esfuerzos consiguen emocionarme. Ahí está el espacio de coworking que ha puesto en marcha la Agencia de Innovación del Ayuntamiento de Valladolid. 


Un espacio para el trabajo colaborativo y para que los que quieren buscar otras formas de generar valor encuentren acomodo. Las mismas dudas de siempre: en qué medida se hace competencia (desleal) al sector privado, o cómo medir el éxito de la iniciativa.

Gente con ganas de trabajar.

Me lo anoto.

Y usted debería, desocupado lector. Caminamos hacia ese tipo de escenarios.


25.5.13

Cierra El Adelanto

Cierra El Adelanto. Un periódico de referencia en Salamanca y con una edición local en Zamora.

Cierra un periódico y, como dijo un clásico, una parte de nuestra vida queda ahora en la oscuridad; y cada vez es todo más oscuro, sobre todo en provincias... 

Si yo fuera charro, compartiría con ustedes un estado de ánimo a medio camino entre el miedo al futuro y la vergüenza por no haber evitado el cierre.

Es un mal día para Salamanca, para Castilla y León y para España en general. 

Sin prensa local no hay sociedad civil.

Y no es sociedad civil lo que nos sobra.

24.5.13

Cerrando el ferrocarril


Pero en efecto, hay otro factor a tener en cuenta en el caso del aterrador cierre del tren que une La Puebla de Sanabria con Valladolid y que yo tomaré esta tarde por última vez. El uso de la infraestructura. Los ciudadanos no se dan cuenta de que si los derechos no se ejercen, el poder se los acabará limitando. O suprimiendo. ¿Pero cómo explicar esto en un país de free-riders dónde todo el mundo cree que robar al común es éticamente aceptable.

A veces tengo la sensación de que predico en el desierto, es verdad. Pero no me canso de repetirlo: es importante usar los transportes y los servicios públicos en sitios rurales y periféricos porque sólo el uso legitima su defensa: no hay que desviar el correo a Madrid, porque algún día no habrá cartero. Hay que hacerse usuario y utilizar de manera habitual la biblioteca local,  darse de alta como residente temporal en el Servicio de Salud…

A mayores, pienso lo mismo con los servicios privados. Me parece lamentable (desde el respeto moral, está claro) esa opción de ir con el coche cargado desde la ciudad. El comercio mantiene la vida de estos pequeños pueblos. Son más caros, claro que son más caros: ¿De verdad alguien piensa que un pequeño comerciante tiene la opción de comprar la mercancía al precio al que lo hace Carrefour?

Cuando uno se acostumbra a vivir en la renuncia, en la miseria, acaba viviendo con miedo. Ya nos lo enseñó, yo era aún un niño, Roy Battly, una madrugada lluviosa en Blade Runner:



Vivir con miedo. 
En eso consiste ser esclavo. 

23.5.13

Más sobre el ferrocarril


El sábado hablaba con Mi Coronel del tren. Es hombre cabal y me planteaba objeciones de libro a mi protesta contra el cierre del ferrocarril que une la Puebla de Sanabria con Valladolid pasando por Zamora: poco uso, escasa rentabilidad incluso social. Ayer almorzaba con el amigo Kantor y, ante el cocido barandalero, me hacía objeciones similares: coste por viajero, la inutilidad de contabilizar el coste de una infraestructura una vez que está hecha…
Ambos tienen razón. Pero mi cabreo no viene por eso. Mi cabreo viene por la falta de equidad. Por el desigual tratamiento. Si hay que medir el coste, que se mida. Pero el de todos. Y todos los costes, no sólo el de la ratio ingresos viajero: también la pérdida de puestos de trabajo que genera la competencia desleal y subsidiada de la Alta Velocidad. Y es que uno levanta la vista y sólo alcanza a ver desesperación. Pura y dura. Ya no son los más de mil ochocientos millones de euros de desvío en la obra del AVE a Barcelona (localidad unida con Madrid por un puente aéreo que era un ejemplo para todo occidente), o las estaciones fantasma por las que nunca pasa nadie. Son las autopistas radiales. Claro que estaban infladas las cifras de la previsión de viajeros. Pero no pasa nada. No se cumplen y que pague el contribuyente. Autopista mala. Banco malo. Aeropuerto malo. Ese capitalismo español. A veces, tengo la sensación de que aquí el único que se ha jugado su dinero para crear una empresa he sido yo.

Pero cuando llega la hora de cortar por lo sano, el Estado sólo se atreve con los débiles. Con los que no se pueden defender. Con los lugares periféricos, donde no queda ya ni la sombra de los árboles bajo la que esperar el final. Lugares llenos de lluvia amarilla, donde la ciudadanía va desapareciendo porque ese espacio de solidaridad que nos dijeron que era el Estado nunca ha llegado a estar presente. Y mientras razono las atinadas críticas de mis interlocutores, no dejo de pensar en aquella coda con la que se cerraba una canción de los roqueros de Salvatierra: “mala es esta justicia, si por lo que a unos premia, a otros se los castiga”.

22.5.13

Cuando RENFE se pone a ser eficiente (o fuerte con los débiles...)


Nos cierran el tren. El Valladolid - Puebla de Sanabria.

Los tal INECO (otro ejemplo palmario de competencia desleal en este país de estanquitos y prebendas) han hecho un estudio desde un despacho. El estudio compara el número de viajeros con lo que cuesta el trayecto. Es un cálculo vago, con una Excel delante y dos becarios detrás, realizado desde el Paseo de la Habana. Sólo me fío de las estadísticas que yo mismo he manipulado, dicen que dijo un día Churchill. Ya me gustaría a mí que se hiciera un estudio similar con todas las vías. Y teniendo en cuenta, claro, el coste de amortización de la infraestructura. Íbamos a ver cuántos AVE quedaban abiertos. ¿O es qué no computamos el coste final del AVE a Barcelona ? ¿O no tenemos en cuenta que para ir a Valencia ya había un sistema privado de aviones que tardaba lo mismo que el tren? ¿Computamos también en estos brillantes análisis y dentro del coste del AVE a Málaga el dinero que empresas privadas de avión o autobús pierden por el servicio que en clara competencia desleal presta Renfe?

La respuesta es no, claro que no. Renfe pierde dinero pero la culpa es de los servicios como los de la Puebla de Sanabria. Unos setecientos mil euros al año. Un dineral. Sin duda. Pero claro, la cifra en sí dice poco. Hay que poner en contexto. El Estado sólo se pone eficiente cuando habla con la España rural. La que no se defiende. La que no sale en la tele. La que no tiene voz. Se suprime el Valladolid – Zamora porque ya hay  una oferta muy importante de transporte por carretera. Por ese mismo argumento supongo que mañana anunciarán que se suspende el Madrid - Toledo, cuya frecuencia de autobuses es muy superior a la otra y en la que cada viajero recibe un generoso subsidio por parte del contribuyente. 

A mí se me ocurren más propuestas. Cerremos los pueblos. Todos. No son eficientes desde un punto de vista económico. Y vayámonos todos, yo el primero, a vivir a un gran Madrid que agrupe en unos meses a cuarenta millones de personas. Pero si nos vamos a poner tan finos con la eficiencia, también se me ocurren más medidas de ahorro: cerremos los hospitales públicos, todos pierden dinero. Cerremos las universidades públicas, todas pierden dinero y ninguna merece la pena. Cerremos el ministerio de fomento, un escándalo histórico de mala gestión, con sus jefes de obra viviendo como reyes a cuenta de los contratistas, con sus comisiones (231.000 googles, nada menos) y sus desvíos inexplicados al final de la obra…

La pregunta al final es: el Estado defiende a los ciudadanos y el Estado nación, a mayores, se articula como un espacio de solidaridad. Si el Estado deja de facilitar a la ciudadanía el ejercicio de derechos y deja de funcionar como un espacio de solidaridad,

¿Para qué lo queremos?
¿Sólo para que haya abogados del Estado haciendo carrera política?

Como dicen los de FEDEA en un artículo magistral: “Todo parece indicar que dejando el coste de la inversión de lado, es prácticamente imposible conseguir beneficios de la explotación de la red (de Alta Velocidad) sin ayuda de subsidios, dado el alto coste de funcionamiento y mantenimiento de la infraestructura (entre 100 y 200 mil euros por kilómetro y año). Tal y como Albalate y Bel (2011) afirman “Las tarifas difícilmente permiten recuperar incluso los costes variables en el AVE, lo que explica la importancia de los subsidios públicos otorgados en España. Incluso asumiendo una tarificación que permita recuperar todos los costes variables, y para proyectos con una demanda que duplique la del Madrid-Barcelona, serían necesarios subsidios por valor de la mitad del coste marginal.” (del post A ninguna parte, pero en Alta Velocidad, publicado el ocho de enero)

21.5.13

Iconoclastas de la realidad

Nuestra prensa socialdemócrata. Una joya de nivel europeo. La leo mucho. Si Bogart tenía como nacionalidad la de borracho, yo tengo la de lector de periódicos. De vez en cuando, sorprenden con una perla. Le pongo en antecedentes, desocupado lector; para esta prensa, la guerra civil fue una guerra entre el fascismo y la democracia; entre la cultura y la barbarie. Es un esquema binario, infantil, pero es que nuestra izquierda, en general, no da para más: los míos son los buenos y allá enfrente la caverna. Este tipo de esquemas no resiste la más mínima confrontación con la realidad, así que cuando la realidad, se interpone, se orilla.Y a otra cosa. 

Ahí va el ejemplo de esta mañana. Resulta que al inicio de la terrible guerra civil, milicianos de izquierda entraron en la Sacra Capilla del Salvador (en la ciudad de Úbeda) con afán de destruirla. El caso es que allí se encontraba un San Juan atribuido a Miguel Ángel, al que hicieron añicos. Tantos años después, y tras un arduo proceso de reparación, el San Juan vuelve a Úbeda. La noticia que da nuestro periódico socialdemócrata por excelencia de la vuelta del San Juanillo, como se le llamaba en la ciudad es deliciosa y es un claro ejemplo de cómo imagina el pasado nuestra izquierda. A lo largo de un artículo de más de mil palabras, no se hace referencia a quién destruyo la obra. Atentos a cómo se explica dicho proceso de destrucción: 

"La escultura del siglo XV de San Juanito o San Juan Bautista Niño, atribuida a Miguel Ángel, acabó hecha añicos en agosto de 1936, durante una acción iconoclasta que arrasó varias obras de arte del altar mayor de la Capilla del Salvador (convertida en garaje)".

"Acción iconoclasta". Es cierto que lo fue. Pero hablar así de aquel hecho es como si al hablar del asesinato de García Lorca dijeramos que fue sometido a una "ejecución extrajudicial" y no diéramos más detalles. Pero claro, heroicos milicianos de la lucha por la cultural y la libertad destrozando sin motivo obras de arte no cuadra con el relato canónico que la izquierda ha hecho de aquel horror que se vivió a sangre y fuego en nuestro país.

Ver la vida en blanco o negro. 
A veces reconozco que los envidio. No hay matices, sólo hay buenos y sólo hay malos. 
El mundo de la infancia. Quizá el de la felicidad...

20.5.13

Sobre la ausencia de romanización de los vascos y otras falacias...


Lecturas de mudanza. Empezamos la semana con una recomendación y un párrafo. Un artículo de Iñaki Martín Viso, el hombre que fue Lauru, rescatado de Academia.edu.

Para combatir mitos no hay como la ciencia. Nada mejor que la historia para entender que todas las identidades nacen de nuestros miedos. Ahí está el caso de la supuesta falta de romanización de los vascos, en la que el nacionalismo ha convertido el carácter periférico de la zona. Convertir el desinterés en una lucha épica por la independencia. Ahí va un párrafo esclarecedor:



Hay muchas reflexiones de interés en el texto, como la que hace el autor cuando, al inicio, pone sobre aviso al lector: todos los nacionalismos hacen presentismo cuando miran el pasado, y en eso los periféricos españoles son unos expertos. 

No deje de leerlo, desocupado lector.


19.5.13

Los libros del cura Pereira


El cura Pereira. Un hombre de leyenda en el mi pueblo. Ya hablé de él alguna vez. Una vez un agosto D. Antonio me lo señaló con el dedo: Pereira nos desasnó a todos. En la mudanza me aparecieron dos libros suyos. Un tesoro.

La Eneida, de Virgilio,  con una anotación autógrafa antes del título "Es del presbítero Miguel Pereira":

La cuidada caligrafía del hombre que acabó poniendo en pie una preceptoría que hizo fama en Sanabria. En la página siguiente, empieza la obra, que no tiene ni lugar ni fecha de edición:


El otro libro es  Manual de Economía doméstica rural, editado en 1848. Un cura sanabrés a finales del XIX. La alta cultura, en forma de Virgilio, y la necesidad de aprender las cosas básicas de la vida.

sólo el olor de ambos libros ya me transporta a aquel mundo. un mundo en el que El Perdíu había enamorado a la bella María y en el que Miguelán, el abuelo Miguelán, estaba viendo sus primeras luces...

18.5.13

En Lorca


Íbamos al Parador de Lorca, decía, aunque sería más exacto decir que íbamos en realidad a ver a un amigo. Así somos las personas que nos movemos, aún, con lógicas premodernas: las personas siempre antes que los lugares, el individuo siempre por encima de su identidad...
Un edificio magnífico este del Parador. Un recuerdo para el futuro de cuando fuimos un país rico. Un país de tonto el que estudie, con lo que se gana en la obra

El Parador se ubica  en el recinto amurallado de lo que un día fue la alcazaba de Lurqa. Integrado a la perfección en su entorno. Las obras de construcción, dilatadas en el tiempo, sacaron a la luz los restos de la Sinagoga mejor conservada de España, así como una parte de la vieja aljama lorquina. Emociona pasar por el recinto. Suelos que no se habían vuelto a pisar desde el siglo XV. Suelos originales. Una vez expulsos los judíos, nadie quedó a vivir allí, por miedo a ser tenido por marrano, y un manto de tierra y de silencio cubrió aquella parte del recinto. Y mientras paseo y le cuento a la ruinacha leyendas sobre lo que estamos viendo, pienso en mis queridos Lauru y Chisun. Habrá que venir algún día aquí, sólo por el placer de presentar nuestros respetos...

Almorzamos tras recorrer el Parador de la mano de un cicerone tan profesional como generoso. Un sitio hermoso, donde refugiarnos de estos días de incertidumbre convertida en miedo y que duran ya demasiado: una carta excelente, un buen servicio. 
Un buen almuerzo. 
Un buen día.

PS: (el año que viene, en Jerusalén...)

17.5.13

Hacia Lorca...


Fuimos a Lorca. La ciudad del Terremoto
Madurar es alcanzar la paz. Ya estoy en paz con los murcianos, como hace tiempo que lo estoy con los psicólogos y algún día, en breve, lo estaré con los ingenieros. Una ciudad barroca. Aquí no hay gótico y mucho menos románico. Es otra España. Meridional y por lo tanto lejana a la mía. 
Una calle hermosa, la corredera. Sólo los comerciantes dan valor a las calles. Lo demás es oropel. Y caro. Donde sólo hay empleados públicos, la prosperidad acaba saltando por la ventana. A mí me lo van a contar. 
Visitamos algunos edificios. El Centro de Artesanía de la Región, una construcción moderna para rendir culto al trabajo con las manos. Al lado, un edificio singular: el Palacio de los Guevara, recién restaurado. Un patio magnífico para hacer sociedad civil. Alguna Iglesia, y poco más.
Y es que he de contarle un secreto, desocupado lector. En  realidad no íbamos a Lorca. Íbamos a su Parador... así que ya de camino decidimos entrar por la ciudad... 

16.5.13

Los defectos no son de los países, lo son de los hombres...

Hojeaba la prensa ayer y me topaba de bruces con una realidad incómoda para la jeremíaca socialdemocracia española: la corrupción es mucho más humana que latina o española. 

Así que decidí cambiar el sentido del  post de hoy, un post que, en cualquier caso, va dedicado a algunos de mis grandes amigos. Buena gente. Y gente cercana: amigos de los que sentir cerca el aliento cuando las espadas están desenvainadas, el miedo te agarrota las manos y, al mirar, descubres que aquellos a quienes siempre supusiste tú última línea de defensa hace tiempo que optaron por ponerse de perfil...

Dedicado, digo, a esas comidas, en Barandales. A esas charlas sobre el spain is different del que no logro sacarlos almuerzo tras almuerzo. Y menos ahora, con la que está cayendo.

El texto proviene de un párrafo de No siempre lo peor es cierto, de mi admirada Carmen Iglesias. Un párrafo en el que la Académica recuerda a su maestro, Maravall Casesnoves:

"[…] ese hombre del Lazarillo –comentaba unos meses antes de su muerte, refiriéndose a su recién publicada obra monumental sobre la picaresca-, que sale de casa rugiéndole las tripas, pero que se limpia ostentosamente con un palillo de dientes; pues bien, esta figura la he encontrado en un poema francés de la misma época. Y hace cuatro años –seguía Maravall- hubo en La Sorbona un coloquio organizado por hispanistas cuyo tema era la marginación y la exclusión en la España del siglo XVI. Yo sabía que ellos iban a plantear este fenómeno como típicamente español, y por ello me divertí preparando una colección de citas de escritores franceses del siglo XVI sobre exclusión y marginados, en los que no quedaban dudas sobre la miseria y la marginación en su propio país. Uno de ellos contaba que en las calles de Lyon, durante la noche, no se oía más que “¡Ay que me muero de hambre” […] Y las mujeres iban arrastrándose famélicas y en pleno invierno echaban a sus hijos encima de la nieve, sin tener un solo mendrugo, sin disponer en los pechos ni siquiera de una gota de leche; eso se dice en un documento de la época […]. Se trata de aspectos que dependen de situaciones históricas y que cambian cuando cambian éstas".


15.5.13

La melancolía (o todo es como era siempre...)

Publicaba el otro día en El País una deliciosa cuarta página John  Healy en la que citaba un párrafo de Hemingway, a cuenta de la nostalgia, ese burdo pasatiempo del que recomendaba huir Luis Alberto de Cuenca.

Disfrútelo, desocupado lector:


"...Pamplona ha cambiado, por supuesto, pero no tanto como hemos envejecido nosotros. He descubierto que, si tomas un trago, todo es como era siempre. Sé que las cosas cambian y no me importa... Que cambien. Todos estaremos muertos antes de que cambien demasiado y, si no sobreviene un diluvio cuando hayamos desaparecido, seguirá lloviendo en el norte en verano y los halcones seguirán anidando en la catedral de Santiago y en La Granja... Nunca volveremos desde Toledo en plena noche, ni nos quitaremos el polvo reseco con Fundador, ni estará esa semana con lo que ocurrió aquella noche de julio en Madrid...”.


14.5.13

Series desde el sur: del paseo marítimo a Homeland


Predicando en Jerez. Aquí ya estuve,  en otra vida. Ni la ciudad me reconoce ni yo a ella. 

Antes de predicar, garabateo unas notas. Acabé la segunda temporada de Boardwalk Empire. La serie va creciendo. Van ganando todos complejidad. Incluso el desgraciado de Jimmy Darmody o su sensual y turbadora madre Gillian se revelan como personajes más complejos de lo que parecía.... 

Estoy también con la Quinta del Ala Oeste y empezando la primera de Homeland. De momento va bien, pero, tras haber visto The Wire, hay algunos episodios (cablear entera la casa del soldado en un rato y sin problemas de dinero) que me resultan poco creíbles. 

Le daré una oportunidad, claro, aunque solo sea por el placer de ver actuar a Jessica, la mujer de Brody...

13.5.13

El Menor y el lecturas...

Retos a la altura de los tiempos. Utilizar los juegos olímpicos para seguir haciendo política. Ahora, para inventar una identidad postnacional. Abandonamos la nación porque fuimos los primeros en llegar a ella, y por eso hemos de ser los primeros en salir.

Todo está en la imaginación.

Un artículo bien interesante, este escrito por estas dos jóvenes promesas de la ciencia política y de la sociología españolas.


12.5.13

Cuando la vida se detiene sin darse cuenta de lo injusta que es...


Vidas.

Que se apagan. De manera injusta. Cuando uno está empezando apenas a despertar, aunque tenga ya más de setenta años.

En mi caso, apenas unos recuerdos. Siempre dulces. Siempre sonrientes. Una vida dura. Difícil. Ser mujer en aquella España. En la que una no elegía. Nada. Casarse con un mal tipo. Sufrirlo. Abandonar a la familia.  

Esas historias, lejanas en cuanto una generación transcurre, y que se ocultan a todos los demás, por miedo o por vergüenza.

Aún recuerdo su regalo de comunión. Como recuerdo a su hija, mi prima, una niña que nunca creció y a la que siempre saludo con afecto cuando nos vemos algún día en el Mercao.

Descansa en paz, tía. Con todo el afecto que quizá nunca te demostré en vida, ahora te lo digo.

Y que la tierra te de la tranquilidad que la (mala) suerte te negó.

11.5.13

La Andalucía del llanto


Vuelvo al sur. Pero ahora hacia el oeste. La legendaria Gadir

Sigo viendo las casas de Mojácar cuando bajo del avión. Cuando vienen a mi cabeza aquellos versos que hablan de pueblos perdidos en la Andalucía del llanto, ahora aparece Mojácar de manera recurrente. Una ciudad sobre la colina. La frontera oriental del reino de Granada. Una entrada, me lo enseñó Jesús un sábado de junio resplandeciente, antes de volver a pecar a Madrid, en forma de “s”, para evitar la entrada a galope de los caballos. 

Pueblos blancos, en fin. Pueblos desde los que buscar una ventana para ver de una vez el mar. El mar lejano. El mar inabarcable. El mar de sal. El mar de la luz... 
Cuántas vidas se quedan sin vivir dentro de lo que somos. 

Y de lo que hubiéramos deseado ser…

Andalucía: Agua clara y olivos centenarios, que hubiera escrito Lorca.

10.5.13

Cine del bueno, y del malo


Cine.

Un par de cosas. Una menor, los tipos legales, con el gancho de Al Pacino y Walken. Un guion no sólo inconsistente sino además bastante malo. Una sobreactuación de los dos protagonistas, con un doblaje malo. Piérdansela sin problema.

También, El ejercicio del poder (El ejercicio del Estado), en los verdi. Una magnífica reflexión sobre la política. Sobre su carácter terrible. Sobre su dureza y su carácter de fatum. Sobre la necesidad de ser pragmáticos. Y sobre la soledad del poder. “4.000 contactos y ni un solo amigo”, como dice el protagonista en una de las escenas.
La política es para adultos. Ya dice con razón Arcadi Espada que los quincemesinos no entenderían nunca una película como esta.

No se la pierdan.

9.5.13

Recomendaciones sureñas...


Viajábamos al sur. Buena compañía y unos homenajes gastronómicos deliciosos. Es lo que tiene viajar con gente que gusta de cuidarse. Esa frase de Giulio Andreotti: “mis amigos que hacían deporte han muerto hace tiempo”, mientras apuramos un blanco.

Ahí van algunas recomendaciones, desocupado lector, porque comer nos hace humanos.
- En Garrucha, estuvimos en El Pescaico, un clásico en la misma playa. Buen servicio y buena relación calidad precio.
En Mojácar comimos también en la playa, en el Neptuno. Unos espetos y una paella deliciosa. Sólo me fallaron los blancos. No son muy allá los de la zona.
- En Lorca, el Parador, pero eso merece comentario aparte
- Y en Vera, el Lua, un garito relajado, para enamorar mujeres recién salidas del mar, como en un sueño. A veces, alguna se me aparece, sonriéndome antes de besarme…

PS: La espalda, como una maldición, fruto de mi mala cabeza.

8.5.13

Rematando con Kaplan


Cierra Robert Kaplan su viaje por tierra, mar y aire con una reflexión sobre las democracias antibélicas en las que nos hemos convertido. Sociedades que no creen en el Estado, y menos en quimeras como las soberanías o las patrias, y que no están desde luego dispuestas a matar por ellas. Al autor le parece que por esa pendiente se van deslizando los modernos Estados Unidos, un camino que Europa, por cierto, ya ha recorrido. Asume que su país perderá la primacía imperial, pero le preocupa conocer a qué velocidad lo hará. Y le asusta también, claro, quién llenará ese vacío. Porque alguien lo hará. Eso él lo tiene claro. 

Y yo, desocupado lector, también.

Magnífica obra menor esta de Kaplan.

Hay que leer más.

PS: De hecho el mapa político militar de Eurasia -un tercio de la masa terrestre del planeta- está cambiando radicalmente. Europa es cada vez menos una potencia militar seria. Sus propios pueblos ven a sus respectivos militares no como defensores de sus patrias, sino como funcionarios civiles de uniforme. Una OTAN revitalizada y más expedicionaria puede mitigar sin duda esta situación. Pero la tendencia general más probable será ver a Europa dedicarse a detalles de mantenimiento de la paz y alivio de desastres. Y mientras que Europa retrocede lentamente como factor militar, una serie de países asiáticos, desde Israel hasta Corea del Norte –incluidos Siria, Irán, Pakistán, la India y China, han acumulado reservas nucleares y/o químicas, ayudadas por sistemas auxiliares de misiles balísticos.

Kaplan Robert. D: Por tierra, mar y aire. Las huellas globales del ejército norteamericano. Ediciones B, Barcelona, 2008. Página 491

7.5.13

Viajar hacia el sur...


Viajamos al sur. Ese sur extraño, lleno de sol. Otro país, tan mediterráneo, en el que sentirse ajeno cuando uno viene de las tierras del norte. A mayores, el sur oriental. Almería; una de las dos provincias españolas en las que aún no había puesto un pie en mi vida. Ya me vale. Aquel lugar al que llegaron los fenicios cuando en la mi tierra no había más que gañanes luchando contra el frío.

Viajábamos al sur, digo, con varios libros bajo el brazo, un bañador y ganas de paseo. “Tenías que haber ido hace quince años, aquello está devastado por la urbanización”, me dice un amigo el día antes de partir. Pero cuando arribo, le contesto: no, no lo está. Lo único que se puede hacer en esta parte de la costa de Almería es construir. Su valor añadido está por encima (el sol) y por delante (el mar) del terreno. Un terreno feo. Árido. Un terreno sin más valor que el de servir de base a una mirada de frente hacia el mar. 

El mar. Una de mis cuentas pendientes.

Viajábamos al sur, digo, y aun sí vi varias cosas que me sorprendieron…

6.5.13

Las lecciones que aprendieron los Kim...



El magnífico libro de Robert D Kaplan cierra su viaje por tierra, mar y aire, y quizá no sea casualidad, con un detallado análisis sobre la situación en la península coreana. Una península en la que, cincuenta años después del final de la guerra, seguía habiendo decenas de miles de soldados de los EEUU allí estacionados. El resultado es un ejército, el surcoreano, moderno y competitivo, extraordinariamente semejante al de los EEUU (lo que hubiera podido acabar siendo el ejército iraquí en otras circunstancias). En frente, un régimen que, como dice un profesor en el libro está dirigido por “una pandilla de asesinos sumamente sensata”. 

La Corea comunista. La Corea del Norte. Una cruel dictadura que se ha ido heredando de manera biológica a sí misma, con lo que se han evitado las luchas internas que podían debilitar al régimen y que, sobre todo, ha visto que las aperturas de los sistemas totalitarios comunistas (valga la redundancia) han acabado siempre con la caída de dichos sistemas. Así pues, no tienen  ningún incentivo para cambiar. Ni para abrir las ventanas. La caída de Ceaucescu también les enseñó que hay que hay que tener dominado por completo al ejército. Al norte está China, que no tiene interés en ver caer a los Kim y en tener que hacerse cargo de alimentar al día siguiente a una nación famélica de la que todo el mundo huirá en cuanto caigan las alambradas. 

Algunos nombres que el autor maneja en el libro, más allá de la zona más altamente militarizada del mundo, quizá nos acaben siendo familiares en el futuro: Uijongbu, por donde los comunistas cruzarían el Han en su camino a Seul, o el Yalu, el río que marca la frontera entre el norte y la China actual.

Quizá nuestra generación viva allí un conflicto que no somos capaces ni siquiera de imaginar...

4.5.13

Contra la impunidad y por la deslegitimación

La hija del tal Otegui, un criminal condenado por secuestro hace años, y por cosas peores después, junto con la hija del tal Eguiguren, un maltratador, recogieron el otro día un dizque Premio en la ciudad de Guernica.

No tengo mucho que escribir al respecto, porque lo hizo de manera magnífica hace unos días Rogelio Alonso en El Correo: 

"La interrupción táctica del terrorismo sin su condena y deslegitimación no merece el aplauso de la sociedad amenazada; más bien una firme exigencia de responsabilidad por su  complicidad con el terror, y la denuncia de su cobardía al negarse a asumir las consecuencias de su participación en la violencia".

Un artículo lúcido y sereno, como todos los suyos. Puede leerlo completo pinchando aquí, desocupado lector.  

Leyendo a Rogelio, del que me precio de ser amigo, no dejo de recordar lo que un día se preguntó Primo Levi: Si nosotros callamos, ¿Quién hablará?



3.5.13

Combates por aire...


La aviación militar. Otro tema del que no se habido nunca nada. Hasta llegar a por tierra, mar y aire. Hasta llegar a la mirada que Robert D Kaplan extiende sobre todos nosotros. Algunas reflexiones: la fuerza aérea es una herramienta más disuasoria que el ejército de tierra, porque no ocupa territorios. A mayores, es una fuerza con poca historia detrás: no tiene lecciones que aprender aún (no hay una Esparta a la que observar, ni un Napoleón al que estudiar).  

El autor contrapone dos aviones de combate que no pueden ser más diferentes. Los A10, los jabalíes, que cazan a ras de tierra. Un avión anticuado, en servicio desde 1975, pero ideal para las guerras no convencionales. Y a poco más de diez millones de dólares la unidad. Un avión que “ni es rápido ni está dotado de alta tecnología”, pero que obliga al piloto a saber dónde está y a conocer el terreno que sobrevuela. Frente a esta forma de entender la aviación militar, el B2, la joya de la corona. Un costoso artefacto de más de mil millones de dólares por ejemplar, el avión más caro jamás construido, silencioso y casi invisible a los radares enemigos.  El problema es que quizá  no haya guerras en las que usarlo, mientras que los A10 parecen tener más trabajo que nunca. Excepto, claro, en el caso de que enloquecido gobierno de la Corea comunista decida pasar a la acción.

2.5.13

El hombre al que todos llamaban Robert Kincaid sabía, al salir de Madison...


Estuve viendo, al fin, Los puentes de Madison. Hay películas necesarias. Por lo que reflejan. "I was wrong, Robert. I was wrong to stay, but I can't go” Por lo que recuerdan. "This kind of certainty comes but once in a lifetime". Películas para haber visto en su momento. “How would our lives have changed if I had?”.

Esa es la magia del cine. Vidas resumidas en apenas dos horas.

Grande Clint Eastwood.
Grande la Streep.
Y esa música.
Y esos paisajes.

Aquellas obligaciones cuya factura Francesca entiende, ya al final, ya tarde, que nadie le hubiera cobrado. Nunca…

Qué hermoso es el cine..



1.5.13

Algo de teatro hoy que es miércoles, por ejemplo

Fue un miércoles. Y es que también los sueños se improvisan.
Era miércoles, digo. Estábamos en el Teatro Alfil, claro. 
Esa magia de la noche en Madrid. 
Una ciudad canalla, si que alguna, cuando es urbe, puede ser otra cosa.

Había mesas. Y una botella de vino.
Cuatro actores en escena creando a una emisora llamada Al Tran Trán FM. Noticias improvisadas. Construidas sobre las aportaciones de los oyentes. 
El mejor guión de todo es la vida. Aquel relato lleno de ruido y furia...

Aún les quedan cuatro semanas en mayo para ir a verlos. Por ejemplo una noche como hoy.
No se lo pierdan. Y recuerden que estamos hechos de la misma materia que los sueños..

PD: Camino del sur, recordando con Marisol que desde mi ventana no puedo yo verlo / desde mi ventana el mar no se ve