7.5.13

Viajar hacia el sur...


Viajamos al sur. Ese sur extraño, lleno de sol. Otro país, tan mediterráneo, en el que sentirse ajeno cuando uno viene de las tierras del norte. A mayores, el sur oriental. Almería; una de las dos provincias españolas en las que aún no había puesto un pie en mi vida. Ya me vale. Aquel lugar al que llegaron los fenicios cuando en la mi tierra no había más que gañanes luchando contra el frío.

Viajábamos al sur, digo, con varios libros bajo el brazo, un bañador y ganas de paseo. “Tenías que haber ido hace quince años, aquello está devastado por la urbanización”, me dice un amigo el día antes de partir. Pero cuando arribo, le contesto: no, no lo está. Lo único que se puede hacer en esta parte de la costa de Almería es construir. Su valor añadido está por encima (el sol) y por delante (el mar) del terreno. Un terreno feo. Árido. Un terreno sin más valor que el de servir de base a una mirada de frente hacia el mar. 

El mar. Una de mis cuentas pendientes.

Viajábamos al sur, digo, y aun sí vi varias cosas que me sorprendieron…

1 comentario:

Drizzt dijo...

Si le gusta el mar, no dude usted en visitar el Parque natural que se extiende desde el Cabo San Vicente a Vila Nova de Mil fontes en Portugal.

Eso sí, no son de playas plácidas de arena como mi querida La Antilla o las mediterráneas, son costas rocosas y de aguas bravas.