27.2.09

Al rico garbancito, oiga usted

Esta noche, a eso de las 21.00 horas, el Club Rotario de Zamora, en colaboración, entre otros, con El Rincón de Antonio, con Manolo Fariña y con Juanantonio Liberalia, ha organizado una cena benéfica para recaudar fondos para la edición de un libro cuyos beneficios irán destinados a un proyecto de alfabetización en Guatemala.
Así que esta noche cenaremos en la ciudad del alma.
Junto al duero.

PS: "Siempre bien dispuesto para con los demás, negado para mi propio bien: así soy yo".

Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros I-XII). Tomo I. Página 173.


26.2.09

¿Qué preocupa a los ciudadanos avecindados en Galicia y en el País Vasco?

Como en el País Vasco y en Galicia andan en campaña, no está de más ver qué preocupa a los ciudadanos avecindados en esas dos Comunidades Autónomas.

Vayamos a las encuestas que ha publicado el CIS al respecto.  Empecemos por la que hizo en el País Vasco: no me interesa tanto la parte electoral, como la parte estructural. Ahí está la pregunta 5. Lo que preocupa mayoritariamente a los vascos, y a las vascas, es el paro, el terrorismo y la economía. El gobierno nacionalista incruento que lleva años en el poder nunca ha tenido estos temas en la agenda política. Con Ibarreche el tema ha llegado al paroxismo. Cinco años dando la murga con la consulta y con el derecho a decidir y resulta, que, ¡oh milagro!, el autogobierno es la primera preocupación de menos del 3% de los vascos. Eso, por no hablar del eusquera, cuya supuesta agonía preocupa, y mucho, al 0,5% de los ciudadanos vascos. Este ejercicio de autismo político debería de estudiarse en las facultades en relación a cómo un gobierno puede tener en la agenda temas que no interesen, ni lo más mínimo, a la población.

Vayamos al caso gallego. La encuesta del CIS realizada en la Comunidad muestra resultados igualmente demoledores. El autogobierno es el primer problema nada menos que para el 1,1% de los gallegos, mientras que la lengua gallega lo es para el 0,4%. Menos de la mitad de los gallegos considera bastante o muy necesaria la reforma del Estatuto de autonomía (pregunta 18) y es que en el país de breogán, únicamente el 4,9% de los ciudadanos se siente sólo gallego, frente a ese 73% de la población que se siente al menos tan gallega como española.

Y en ambos lados los políticos hablando todo el día de lengua, de ser y de estar.

Como nunca ha entendido nada de esto, a la progresía le extraña que la gente se aburra de la política y así los socialistas de todos los partidos se gastan nuestro dinero a manos llenas en estúpidos programas de participación ciudadana. Deberían probar a ocuparse de las cosas para las que les pagamos y dejarnos a los demás vivir nuestra vida en paz. El resultado sería sorprendente.

 

PS: Los que conservan y revitalizan su idioma “nativo” por lo general tienen antepasados que hablaron otro. Los que reivindican la “pureza” del linaje, en sentido genético, son mestizos en mayor o menor medida. Incluso los pueblos montañeses aislados, como los abjasios, encontrarían en su árbol genealógico –si pudieran reconstruir y analizar las ramificaciones de cada familia en los siglos pasados- una criada griega, un mercachifle judío, un tratante de ganado mingrelio, una viuda de oficial ruso, un leñador armenio, una esclava circasiana, un bandido alano oriental, un refugiado persa, un magistrado árabe. Los que afirman que siempre han vivido en “nuestra” tierra suelen tener antepasados no muy antiguos que vivieron  en otra parte, como los lazes, los tártaros y casi toda la población del bajo Don".

Ascherson, N.: El mar negro. Cuna de civilización y barbarie. Barcelona, andanzas, 2001. Páginas 315-316.

 

25.2.09

Web 2.0 en versión gallega y algún comentario al hilo de la maza

Hay elecciones el domingo que viene. Ya comentamos aquí la parte 2.0 de las elecciones vascas. En Galicia, el sultán que preside la Junta tiene una web monolingüe, como corresponde a un país bilingüe. 

El de los yates de Allariz tiene una web también monolingüe, que siempre fue la lengua compañera del imperio, un video blog interesante y bien trabajado y alguna cosita en facebook. Cuando quedas el último elección tras elección, has de tirar de imaginación para seguir adelante. 

Finalmente, el pepé, con un blog de Feijoó bastante clásico y también en gallego. Algo en facebook y poca cosa más. UPyD tiene la cosa más trabajada. Con un blog por cada cabeza de lista.

 

Es curioso el caso de Galicia, Hace cuatro años hubo elecciones autonómicas. Un candidato que era Fraga ganó y dos que eran Touriño y Quintana perdieron. Cuatro años después, el partido que ganó cambia de candidatos y los dos que perdieron repiten en sus puestos. El mundo al revés, pero ya se sabe que la gallega ha sido siempre tierra de misterios insondables.

 

Hacía falta, sin duda, aire fresco en Galicia, y a la región le vino bien que el pepé abandonara el gobierno. Ahora, sin embargo, creo que lo mejor sería o una mayoría del psoe en solitario, o una mayoría en solitario del pepé. Para no tener a los del bloque en el gobierno. Los partidos antisistema en la oposición es donde deben de estar. Y como no parece que Touriño vaya a sacar mayoría absoluta, creo que lo mejor sería que la obtuviera el pepé, o que le faltara un escaño que le pudiera poner upyd, para bajarle los humos al sector caciquil-galleguista del partido de Rajoy.

 

PS: "La necesidad patriótica de descubrir epopeyas homéricas perdidas […] ha sido a veces más fuerte que la honradez. James McPherson, el auténtico autor de los cantos de Ossián, fue el primer embaucador. Palacky fue engañado por Vaclav Hanka, bibliotecario del nuevo Museo Nacional de Praga, que fraguó una serie de manuscritos “antiguos” (El Cantar de Vyserhad y La Canción de amor del rey Wenceslao) para apoyar las aspiraciones checas a una auténtica condición nacional. De Finlandia a Gales, el nacionalismo romántico esconde todavía muchos trapos sucios literarios".

Ascherson, N.: El mar negro. Cuna de civilización y barbarie. Barcelona, andanzas, 2001. Página 243.

 

PD: Qué quieren que les diga. Siempre me ha llamado la atención porqué las concentraciones contra eta son en silencio. Creo que es un error. Ya lo cantaban ellos cuando yo era aún adolescente: “cambia de acera cuando les veas venir / sal de los bares si ellos están allí / si ves parar a alguien, no te cruces de brazos / detente forma grupos, manifiesta tu rechazo”. Pues eso, manifestar su rechazo es lo que ha hecho un vecino de Lazcano. No es raro lo ocurrido. Lo raro es que no haya pasado antes.

Un abrazo caluroso al hombre de la maza, ahora que los voceros de las bestias lo han puesto en la diana.

24.2.09

El post que escribiría hoy si yo fuera un hombre consciente

Si fuera un hombre de izquierdas, políticamente consciente y no un alienado neoliberal, escribiría hoy un post cultural que dijera algo así como:

La semana pasada fuimos a ver Slumdog Millionaire. Buena película. Es duro ver reflejada tanta miseria.

El jueves nos acercamos al Ateneo a ver la presentación de Inventario, el último libro sobre la obra de Jesús Hilario Tundidor. Versos de la desolación (Todos / somos un viejo ejército, / un achacoso ejército vencido / un ejército triste sin banderas ni nombre).

El viernes, tras acompañar a Jimena a recoger un premio por su gestión profesional en la empresa que abandonó en enero, nos acercamos a ver el Carmen de  Sara Baras, el último regalo de navidad que nos quedaba por ejecutar. Un espectáculo absolutamente plástico. Hay algo inabarcable en la conjunción que forman el baile, el toro y el flamenco. Un par de escenas me pusieron los pelos de punta. Cada vez voy teniendo más claro que taurófilo es de las pocas cosas serias que se puede ser ya en España.

El domingo, en fin, me llevé a mis padres a ver El curioso caso de Benjamin Button. Otra buena película, aunque Jimena discrepe de mi valoración. Un cuento sobre la vida, su levedad el paso del tiempo.

En cualquier caso, como no soy hombre de izquierdas, y todos sabemos que la cultura es patrimonio exclusivo de la izquierda, paso del tema de puntillas y prefiero no escribir este post.

 

PS: "Los fondos para la educación eran ya de por sí mínimos.[…] El enfoque  de Mao consistía en no elevar el nivel de educación de la sociedad en general, sino centrarse en una reducida élite, principalmente en ciencias y en otras materias “útiles”, y dejar que el resto de la población no pasara de ser una mano de obra esclava analfabeta o semianalfabeta". Chang, Jung y Halliday, J: Mao. La historia desconocida. Taurus, Madrid, 2006.  Página 516

23.2.09

Chiquito de Lara o Cayo de la Calzada.

¿Para cuando un grupo de facebook que sea algo así como “Chiquito de la Calzada ha vuelto”, con la foto de Cayo Lara y unas declaraciones como las que hizo al país el otro día en plan:  Eh que Cuba es una democracia cobarde bandido, pero es de partido único que no te das cuén, pecadorr de la praderarrr, cobarder que apoyas el bloqueo americano que viene de Bonanza. No puedorrrr"

La entrevista que le hicieron en el país no tiene desperdicio. Leásela, lector, que se va a venir usted arriba. Imagino que para este descerebrado, mutatis mutandi, la España de Franco era también una democracia de partido único.

¡Ah nuestra izquierda!, igual de alegre y combativa que hace treinta años.

Dicen que González le dijo a Mitterrand en la primera visita que le hizo como presidente, allá por el ochenta y tres: “qué suerte tener un partido comunista tan integrado que puede participar en el gobierno”, a lo que Mitterrand le contesto: “Sí, uno siempre prefiere los comunistas de otros países antes que los del suyo propio.

 

PS: "Rápidamente se hizo patente que el régimen no podría sobrevivir sin matanzas constantes, y las matanzas se reanudaron. Para el Estado rojo [dirigido por Mao y cuya capital estaban en Ruijin], la población era, ante todo, la materia prima de cuatro activos: dinero, alimentos, mano de obra y soldados […]

Chang, Jung y Halliday, J: Mao. La historia desconocida. Taurus, Madrid, 2006.  Página 141

20.2.09

Solidaridad en versión perdidaco.

Imagino que cualquier desocupado –e improbable– lector de esta bitácora conoce ya lo que El Perdíu piensa de la solidaridad. Algo que sólo tiene mérito cuando reúne dos requisitos: ser voluntaria (los impuestos, su propio  nombre lo indica, no son ninguna muestra de solidaridad) y que además nos cueste esfuerzo llevarla a cabo. La solidaridad que pasa por darle a una tecla tiene, creo yo, poco mérito. No digo que esta sea la definición canónica de la solidaridad, pero es la mía, y como los liberales somos gente en general sin dios, sin amo y sin estado soberano, me vale para ir tirando.

El caso, lector, es que en un par de semanas tiene usted la oportunidad de ser solidario. La Fundación Esclerosis Múltiple organiza de nuevo la Campaña “Una manzana por la vida”. Gracias a la colaboración de los Supermercados Condis, y al trabajo de cientos de voluntarios, durante el finde del 6 y 7 de marzo, en estos establecimientos podrá comprarse una manzana a cambio de 1,5 euros. El precio de la manzana se destina íntegramente a la Fundación, tanto para la compra de material para rehabilitación de los enfermos, como a la investigación para intentar encontrar remedio a una enfermedad cruel y traicionera, sin causa ni remedio conocido, que ataca el sistema nervioso, especialmente al de personas jóvenes, y que afecta, en el mundo occidental, a una de cada mil personas.

Así que lector, ahí tiene una oportunidad de oro, como tantas otras, de ser solidario. No es sencillo ponerse a vender manzanas cuando uno no se dedica profesionalmente a eso, y desde luego es más cómodo estar en casa viendo documentales de cuatro o de la secta sobre la mal que va Irac. Luego no diga que no tiene oportunidades.

Y desde luego, si pertenece usted al sector socialdemócrata de lectores de este blog, no me de, por favor, la tabarra con la solidaridad. La izquierda no tiene el patrimonio de nada, pero desde luego jamás ha tenido, ni tendrá, el de la preocupación por el prójimo ni el de la compasión con el que sufre.

Jimena, El Perdíu y unos cuantos y buenos amigos ya se han apuntado como voluntarios, así que allí estaremos los días seis y siete, cubriendo algunos supermercados de Madrid capital y también de la provincia.

Si se anima, sólo hay que rellenar esta ficha y ponerse en contacto con Klára, en la Fundación. Allí le explicarán el resto.

 

PS: "Yo guardé fidelidad al compañero de mis malos tiempos; todas las opiniones políticas de la tierra no valen lo que el sacrificio de una hora de sincera amistad: es suficiente que yo permanezca invariable en mis opiniones así como apegado a mis recuerdos".

Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros XIII-XXIV). Tomo II. Página 723.

19.2.09

Hubo una vez otro mundo (III)

Sigo, lector, con el libro de la Tuchman. 

Era definitivamente otro mundo. Los Estados Unidos empezaban a dejar atrás su guerra civil y empezaban, como el león que madura, a desarrollar su instinto de cazador. Aquí en España esto siempre lo hemos entendido mal. Como fuimos su primera presa y los matices nunca han sido nuestro fuerte, nunca hemos analizado nada más allá de la frase de Hearst de “yo pondré la guerra”.

Todo fue, como de costumbre, mucho más complejo. La guerra fue el final de un largo de periodo de confrontación entre dos formas de entender los Estados Unidos.

Por un lado, la que pretendía mantenerse fiel al legado de los padres fundadores: una ciudad sobre la colina, a modo de ejemplo para Europa, lejos de las querellas de reyes y casas reales del viejo mundo. Esta línea había sido mayoritaria hasta que el país había empezado a desarrollarse de manera espectacular. Su máximo exponente, en aquel tiempo, era Thomas B. Reed, representante republicano (lo que son las cosas) por Maine y quizá el político norteamericano más respetado del momento.

Por otro lado, y representando a ese espíritu de la época que exigía que el país asumiera la responsabilidad como potencia, una vez finalizada la colonización en 1890, estaba Alfred Thayer Mahan, el hombre que publicó The Influence of Sea Power in History y a quien, ironías de la historia, debemos gran parte de los muertos españoles en la provincia cubana.

La necesidad de desarrollar el poderío naval era considerada por Reed y los suyos como una traición a la idea de los padres fundadores,  y precisamente de aumentar el poderío naval era de lo que trataba el libro de Mahan. Tras él había más gente; había que conquistar no sólo Cuba, sino todo el norte de América, lo que incluía también el Canadá; cuando este grupo se hizo con el poder en el legislativo, la Cuba española empezó a estar perdida y es que, pese a que el presidente Cleveland se mantuvo firme en su negativa a reconocer a los insurgentes cubanos como beligerantes, la suerte estaba echada. McKinley, llegado a la Casa Blanca en marzo de 1897, hablaba ya del destino manifiesto de los Estados Unidos y de la necesidad de ampliar el país y sus dominios. Tras la fácil victoria en la guerra, el bando de Reed no se dio por vencido. Una cosa era liberar un pueblo y otra muy diferente quedárselo. Varias personalidades del país protestaron contra los tratados con España, ya que “de acuerdo con los principios en los que se fundó la República, tenemos la obligación de reconocer los derechos de los habitantes (de Cuba, Filipinas y Puerto Rico) a la independencia”.

Había detrás de todo esto un sórdido racismo, compartido en gran parte del mundo civilizado, un discurso que compartían desde Albert Beverdige en Estados Unidos (el que pronunció aquel legendario discurso de enero de 1900 en el que justificaba la conquista de Filipinas señalando que “We will not renounce our part in the mission of our race, trustee under God, of the civilization of the world. The Pacific is our ocean”) hasta el idiota del doctor Robert en Barcelona. Una narrativa de razas superiores que debían heredar el poder de las inferiores.
Sabemos como acabó la historia. Los hombres como Reed perdieron la batalla, y los Estados Unidos entraron en el siglo XX bastante alejados de la idea de sus padres fundadores en relación al papel que habían de jugar en el mundo.

PS: John Winthrop dijo en Bostón en 1630: For we must consider that we shall be as a city upon a hill. The eyes of all people are upon us. So that if we shall deal falsely with our God in this work we have undertaken... we shall be made a story and a by-word throughout the world. We shall open the mouths of enemies to speak evil of the ways of God... We shall shame the faces of many of God's worthy servants, and cause their prayers to be turned into curses upon us til we be consumed out of the good land whither we are a-going.

18.2.09

¡Cuánto comedor!

Desocupado lector. Le he hablado poco de mi padre en esta bitácora. El Perdíu, pese a lo que piensen muchos de los que le conocen, es tímido hasta el extremo y pudoroso a más no poder. Por eso habla poco de sí mismo y menos todavía de sus cosas más íntimas. En cualquier caso, no podía evitar hoy citarlo con el título de este post. Es un hombre conservador por naturaleza y por contexto. Cuando uno nace en la periferia de un provincia pobre no puede ser mucho más. Gente de bien y gente de orden. De ahí por cierto viene mi liberalismo, aunque eso se lo contaré otro día. 

Mi padre siempre ha desconfiado mucho de la política, y de los políticos. Como tantos otros españoles, vivió el cambio de régimen con inquietud, votando siempre a opciones de orden pero dentro de un orden, claro (de la ucedé a apé y de ahí al pepé). El caso es que siempre ha tenido una máxima al respecto, y viendo lo que sucede no puedo dejar de darle la razón.

Cuando uno ve a gente como López Viejo (todos los que hemos trabajado alguna vez para la Comunidad de Madrid sabíamos el inmenso poder que tenía como viceconsejero de presidencia), a gente como el tal Castellano este, que declara sin pudor que las obras son para sus amigos; a gente como el chulo de Bermejo o como el sultán Touriño uno no puede más que decir, ¡cuánto comedor!

Gentuza a la que se le llena la boca hablando del servicio público y del sacrificio y que nunca han entendido ni la ética ni la estética de la política. Pero, ya digo, quizá es que nuestros políticos son muy parecidos a nuestros conciudadanos.

En cualquier caso, ¡cuánto comedor!

 

PS: "El Conde de Romanones […] recomendaba desconfiar de quienes alardeaban de ocupar un alto cargo contra su voluntad y sólo en cumplimiento del deber. He visto muchos hombres –explicaba Romanones– conducidos a la cárcel entre dos guardias civiles; al Ministerio, a ninguno. Todos llegan en automóvil y algunos en cuarta velocidad".

Citado por Borràs Betriu, Rafael: La guerra de los Planetas. Memorias de un editor. Ediciones B, Barcelona, 2005. Página 524-525

 

PD: Por cierto, ¿Alguien sabe si puedo aprovechar las europeas para votar a Klaus? ¿Hay alguien, entre los socialistas españoles de todos los partidos que defienda todo lo que él defiende?

17.2.09

Hubo una vez otro mundo (II)

También fue el mundo de los anarquistas. Bajo sus balas cayeron varios jefes de gobierno y de Estado. Unos hombres que vieron lo que la modernidad traía contra el individuo. Un pensamiento extendido en Francia (Reclus, Grave…), donde sus seguidores pensaban, de manera optimista, que el Estado caería y la fraternidad reinaría entre los hombres. El país galo vivió especialmente el drama del terrorismo anarquista, tan parecido, en ciertos aspectos, al terrorismo islámico de hoy. Ahí estaba Ravachol, cuya muerte lo convirtió en leyenda, o  Vaillant, vuelto de una Argentina en la que no encontró la tierra prometida. La cadena de atentados que sumió a Francia en el caos. También llegaron a los Estados Unidos, especialmente a Chicago, y allí también llego el terror, el caos y la violencia, llegando a acabar con el presidente McKinley,  a España, donde fueron dos anarquistas los asesinos de dos jefes de gobierno, Cánovas y Canalejas, a Rusia, donde acabaron con el zar o a Italia, donde acabaron con el rey Humberto.

Estudiar el caso de los anarquistas a finales del XIX es, también aquí, una doctrina contra fracasólogos. Tampoco en eso éramos diferentes al resto de Europa. Las luchas y atentados anarquistas que se produjeron en la Restauración no eran un síntoma de la podredumbre del sistema, sino parte de una ola que asolaba a Europa.

Ahora sabemos que no había nada científico detrás del anarquismo. La lucha por salir de la miseria empujó a muchos hombres a matar, pensando que con ello cambiarían el mundo. Pero la modernidad ya estaba aquí, y con ella no iban a poder acabar unos hombres imbuidos de una idea, aunque estuvieran armados con pistolas.

PS: “[...] era este el último grito del hombre como individualidad, el último movimiento entre las masas a favor de la libertad personal absoluta, la última esperanza de poder vivir sin trabas, el puñetazo final dirigido contra el Estado dominante, antes de que este, así como los partidos, los sindicatos y las organizaciones, estrechasen su cerco en torno al individuo".
Tuchman, Barbara W.: La torre del orgullo. Península, Barcelona, 2007. Página 128

16.2.09

Hubo una vez otro mundo (I)

Hubo una vez otro mundo. Aún puede verse su rastro, como sigue uno el del fuego cuando se apaga la lumbre. Barbara Tuchman nos habla de él el libro que acabo de terminar, La torre del orgullo.
Otro mundo.

Un mundo, en primer lugar, de patricios. El del gobierno conservador británico que tomó posesión en el verano de 1895. Personas que se dedicaban a la vida pública por herencia y que consideraban el servicio al Estado  más como una obligación y una carga que como un privilegio o una prebenda. Gentes como Lord Salisbury, que no creían ni en la democracia ni en la igualdad, y que pelearon duramente contra el impuesto sobre la herencia que el gobierno liberal de Lord Rosebery aprobó en 1894.

Un mundo en el que hacían furor las carreras de caballos. Y la ópera. Un mundo en el que los intelectuales no eran bien acogidos y en el que los judíos eran acogidos con recelo por ser gente “demasiado cerebral”. Un mundo de caza y un mundo en el que empezaba a haber “casas de campo” donde pasar determinadas temporadas al año.

Un mundo de poetas laureados, como Alfred Austin quien podía decir, sin que sonara extraño, que su idea del paraíso era “estar siempre sentado en un agradable jardín recibiendo un montón de telegramas que le anunciasen alternativamente una victoria inglesa por mar y otra por tierra”.

Un mundo en el que la Cámara de los Lores luchaba contra el creciente poder de los Comunes. Una Cámara, la de los Lores, en las que había miembros cuya familia llevaba más de quinientos años sentándose allí.

El mundo de Balfour, el hombre que puso de modo no sólo el golf, “ese maldito críquet escocés”, sino también la costumbre de salir los fines de semana al campo.

Un país que gobernaba el mayor imperio jamás conocido.
El mundo del final de la era victoriana.

Aquella gente en fin, de la que Chateaubriand pudo escribir aquello de que “guardaron el fuerte amor por la libertad de una aristocracia cuya última hora ya ha sonado”.

PS: “Un año antes de morir, la Reina, al regresar en su yate después de una visita a Irlanda, se vio importunada por un mar tormentoso. Tras el embate de una ola especialmente violenta llamó a su médico y le dijo […]: “Vaya arriba, Sir James, salude de mi parte al Almirante y dígale que el hecho no debe volver a repetirse".
Tuchman, Barbara W.: La torre del orgullo. Península, Barcelona, 2007. Página 75

PD: Todo el día en Valladolid

13.2.09

Diez años después, al fin juntos

Lo nuestro fue un flechazo. En cuanto oí hablar de él, supe que algún día sería mío. Corría el año 1998 y Pepe Álvarez Junco nos daba Nacionalismo español en la facultad a un reducido grupo de alumnos (ventaja de estar en quinto y ventaja de coger asignaturas en horarios imposibles). Allí lo escuché por primera vez. “Hay un libro, de Liah Greenfeld, llamado Nationalism. Five roads to modernity que explica de manera magnífica el papel que el nacionalismo jugó en la llegada de la modernidad al mundo occidental”. No estaba publicado en España y en aquella época no era fácil comprar libros en el extranjero. Pasaron los años. De vez en cuando, lo buscaba en las librerías, preguntaba en la fnac o en la casa del libro. Pero nada.

Ayer, tantos años después, nos encontramos en una librería especializada que hay cerca de mi oficina. La misma rutina de siempre. ¿Tiene algo de Liah Greenfeld?. Esta vez salió que sí. Allí estaba. Lo publicó hace un par de años el Centro de Estudios Constitucionales, cuando Pepe aún era Director y el Centro tenía cierto prestigio, antes de ser ocupado por los amiguitos de zapatero.
Ya está conmigo, traducido al castellano como “Nacionalismo. Cinco vías hacia la modernidad”, en la serie de Estudios Políticos que publica el Centro. Lo leeré y les contaré.

Y no les diré el precio que me ha costado porque estamos en crisis y algún desocupado lector podría llevarse las manos a la cabeza. Pero es que ha sido una espera de más de diez años y no nos íbamos a poner a discutir por un quítame allá esos euros.

PS: "El ambiente es formidable. El ánimo y la excitación de los pescadores demuestra –como en medio de la grey filatélica, ajedrecística y de cualquier grey- la importancia de tener algo que hacer en la vida". Espada, Arcadi: Ebro/Orbe. Tentadero, Barcelona, 2007. Página 41.

12.2.09

Culpabilidad por acción y por omisión


Conoce de sobra el desocupado e improbable lector de este cuaderno que si hay algo que llevo mal de los socialistas de todos los partidos es que me tomen por imbécil. Ya saben que la primera obligación de un político, escribió Espada, es tratar de usted a los ciudadanos.

El caso es que la comparecencia del presunto presidente del gobierno en el Congreso fue lamentable. Cuánta nada junta en un solo personaje. El tipo sigue con el discurso de “a-mí-que-me-registren-ahora-la-culpa-es-de-los-bancos”, deslizando al país por la pendiente de un peronismo descamisado que nos acabará llevando a apedrear sucursales. Ya lo verán.

El caso es que, en su inanidad, hay una idea machacona en el discurso de la progresía española: la crisis es mundial, majo, y ahí no podemos hacer nada. Nadie discute eso, lo que se discute es lo que se hizo para afrontarla. Y, entre otras cosas,  lo que se hizo fue negarla hasta que no pasó por encima.

Pero no insistir en eso. Quiero insistir en otro tema. Un gobierno es dueño de su agenda política. Y este supuesto y adolescente gobierno ha malgastado cinco años metiendo en la agenda política temas tan vitales para el futuro económico de nuestro país como la memoria histórica. O gestionando de manera desastrosa una reforma de Estatutos que no interesaba ni siquiera a los ciudadanos de Cataluña.

Durante este tiempo hay muchas cosas que no se han hecho. Y esa omisión nos está saliendo cara. Y es culpa del gobierno.

Les voy a poner un ejemplo; uno entre mil. Como saben, el Informe Doing Business, del Banco Mundial, mide la facilidad para desarrollar negocios en los países del mundo. Se trata de un informe serio y solvente aceptado por todos. Uno de los aspectos que mide es la facilidad para abrir un negocio en cada país, en él se valoran el número de procedimientos necesarios, la duración de los mismos etc. En el año 2005, es decir, un año después de que el malvado Aznar dejara la presidencia, España ocupaba el puesto 94 en el ranquin mundial. No es para tirar cohetes, es cierto, pero es que en 2006 ocupábamos el puesto 108, en 2007 el 118, el año pasado el 123 y este año estamos en un rumboso puesto 140. No está nada mal. En cinco años hablando de memoria histórica hemos perdido 46 puestos en el ranquin. Es decir, hay en el mundo 140 países en los que es más fácil abrir un negocio que en España.

Esto es responsabilidad del gobierno, claro que lo es. El presidente eligió sus prioridades y como nunca ha tenido que poner en marcha un negocio (de profesor asociado a diputado, y de ahí a presidente), el tema le viene grande. No debe ni comprender la importancia que tienen estos datos.

Así que que no nos tome por idiotas.

Claro que tienen culpa.


PS: "¡Cuántas nadas! Borbones, que habéis vuelto en vano a vuestros palacios, no os habéis ocupado más que de exhumaciones y funerales: el tiempo de vuestra gloria ha pasado".

Chateaubriand, François de: Memorias de ultratumba (Libros XIII-XXIV). Tomo II. Página 795.

11.2.09

Cierta repugnancia

Casi todo es repugnante en la trama de escándalos que sacude al pepé y a la Comunidad de Madrid.

Es repugnante la corrupción de todos estos listos que se han hecho ricos a costa del ladrillo y del contribuyente. Espero que los culpables vayan a la cárcel y sean castigados con la severidad que marca la ley, sean cargos públicos, militantes o conseguidores del pepé.

Es repugnante el uso absolutamente partidista que el gobierno hace de las instituciones del Estado, azuzando investigaciones cada vez que el paro sube.

Es repugnante esta España franquista de cacerías, componendas y magistrados impertérritos mientras que las togas se vuelven irreconocibles al contacto con el polvo del camino.

Es repugnante el uso periodístico que todos, desde el mundo en su batida anti Rajoy, al país, el diario que no se enteró de la corrupción del felipismo, le están dando al tema.

Es repugnante la filtración de sumarios como si esto fuera un pais bananero.

Es repugnante, en fin, que la lucha por el poder en el pepé llegue a estos extremos y es repugnante que la socialdemocracia, tan digna ella, no asimile que en Madrid es absoluta y afortunadamente irrelevante y busque llegar al poder como sea. El rojerío no perdona a esta Comunidad que vote en masa contra la izquierda.

 

PS: “Tras señalar que el Partido Moderado no se oponía a que el Progresista pudiera gobernar, recordó que bajo los gobiernos moderados, el progresismo siempre había tenido una numerosa representación parlamentaria, pero que cuando habían sido los progresistas quienes habían gobernado, los moderados eran quienes habían tenido que exiliarse: Cuando el partido progresista ha triunfado no ha habido la misma igualdad: nos hemos visto desterrados en masa”.

Citado por Pérez de la Blanca Sales, Pedro: Martínez de la Rosa y sus tiempos. Ariel, Barcelona, 2005. Página 389.

 

10.2.09

Sobre la vida y la muerte

Nunca he entendido bien, quizá por eso soy liberal algo heterodoxo, el derecho que se arroga el Estado en relación a la vida de las personas. Mi vida es mía, no del Estado, ni siquiera de la sociedad. Creo que hay que ser cuidadoso con el tema de la eutanasia. Es verdad que abre puertas peligrosas y es verdad que puede utilizarse, de manera terrible, para quitarnos de encima a quien el monstruo más frío de todos los monstruos fríos (Nietzsche dixit) considere inútil. 

Pero una cosa es eso y otra cosa es ensañarse obligando a mantener con vida un cuerpo humano convertido en una piltrafa, sin ninguna posibilidad de recuperación, simplemente porque la ciencia lo permite. A las personas, además de dejarlas vivir en paz, hay que dejarlas morir en paz, si así es su deseo. Creo que precisamente la piedad es el sentimiento que debe guiar la actuación de las personas en estos casos. Piedad por ella y por su familia, que bastante habrá sufrido ya durante estos años.

Si los clásicos decían aquello de out of my pocket, out of my home, creo que también podríamos añadir aquello de out of my life.

 


9.2.09

Pendás y el trato a nuestros queridos socialdemócratas

Es bueno Barcepundit. Me gusta el repaso que hace de los medios, sobre todo de los extranjeros, algo difícil de conseguir en la blogosfera liberal.
  • Por un lado, recordar el magnífico artículo de Benigno Pendás (tras leerle a él, y tener la suerte de haber sido su alumno, no sé cómo puede haber gente que diga en serio que el pensamiento en España es de izquierdas). Hay que leer a Pendás, y más en tiempos sombríos como estos, en los que la estupidez se cuela de matute como pensamiento clarividente.
  • Por otro lado, dar la clave de cómo hay que tratar a este frustrado presidente de la Diputación de León al que el azar convirtió en presidente del gobierno. Hay que tratarlo como lo que es. Alguien que no da más de sí. Y en general creo que así deberíamos tratar a todas las lumbreras socialdemócratas que están intentando poner luz en las tinieblas de la crisis.

PS: “Sería mucho más efectivo dejar de chillar continuamente "¡Mentiroso!", aunque lo sea, y adoptar un tono que transmitiera la idea de "pobre, le viene grande: dice lo primero que le viene a la cabeza cuando está en un aprieto, porque no se entera".

PD: “Antes solía juntarme con universitarios de familia franquista, simpatías ERCianas y hábitos de culebrón de TV3. Es cierto que son de los pocos con los que se podía mantener una conversación fluida sobre alguna cuestión compleja, pero su mediocridad y su insoportable actitud de semicuras –semicura anticlerical, ya se sabe- los han hecho totalmente insoportables”. Espada, Arcadi: Ebro/Orbe. Tentadero, Barcelona, 2007. Página 172.

8.2.09

Nuevos tiempos, nuevos aires

Nuevos tiempos para La Casa. Ayer, tras una Asamblea ciertamente tensa, salió elegida una nueva Junta Directiva de la que tengo, como no podía ser de otra manera, la mejor opinión. 
Suerte a su Presidente, viejo amigo de esta bitácora.
Suerte a su Junta Directiva.
Esperemos que los proyectos planteados puedan llevarse a cabo.

6.2.09

De competencias, mentiras e incompetencias

Me quedé sin resuello mientras leía el suplemento Campus de esta semana en El mundo. Es sólo una intuición, pero le invito, lector, a que lea el texto, a ver si saca las mismas conclusiones que yo:

 

El diagnóstico al que hace referencia Fernández Liria tiene un elemento más de carácter filosófico, de definición, que económico. Y es que los estudiantes han visto signos que no les gustan en la redacción del borrador del Estatuto. 

«Aunque tenemos que contabilizarlo detenidamente, sólo hemos visto referida la palabra conocimientos una vez y, sin embargo, el documento recoge en muchas más ocasiones el aspecto competencial». El análisis es de Alfredo Almendro, presidente de la Delegación de Alumnos de la Universidad Complutense, que insiste: «Más que la literalidad, del documento, el problema es la lógica del mismo, que parece dar la razón a aquellas voces que hablaban de una Universidad mercantilizada».

 El Artículo 8.1 del borrador del Estatuto recoge los «derechos generales de los estudiantes universitarios». En el segundo de los 28 apartados que enumera, se establece el derecho a «la formación académica de calidad en competencias, habilidades y destrezas que correspondan a los estudios elegidos, así como la formación activa en valores de cultura democrática, tolerancia e igualdad, que permitan su educación integral como individuo». Por el contrario, los otros 27 derechos que se citan no aluden en ningún momento al derecho a la formación en conocimientos.

 ¿Es esto un simple matiz, un problema de términos sin importancia? Para los jóvenes que han plantado cara al Gobierno en el proceso de adaptación al Espacio Europeo es mucho más. «No nos damos cuenta de que los textos legales se mueven en el margen de términos exactos. Una palabra puede suponer una modificación básica», explica Víctor Moreno.

 Además, el problema lo detectan en el documento en general y no solamente en el apartado referido a los derechos. «No hay mención al derecho al conocimiento, se repite continuamente la formación en competencias, pero también se habla de contratos de estudios», dice Edurne Bagué, estudiante de Antropología de la Universidad de Barcelona. En suma, «todo un lenguaje mercantilista que recuerda mucho al mundo de la empresa». Y recalca: «Es como si fuese el Estatuto del Empleado. De los problemas reales no habla nada».

 

El caso es que me da la sensación de que todo el rojerío que se opone a la implantación del Proceso de Bolonia en nuestras universidades es una buena metáfora de la incultura y la pereza en la que ha caído la Universidad en España. Tengo la sensación de que confunden competencia, de competir en el mercado (primera acepción del DRAE), con competencia entendida como “Pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado” (segunda acepción del DRAE). Cuando se habla de competencia en los planes de estudios es obvio que la acepción a la que se hace referencia es la segunda.

Pero ahí va nuestra izquierda universitaria, con el desparpajo que da la incultura, proclamando que la “formación en competencias” es un lenguaje “que recuerda mucho al mundo de la empresa”, como si el tal Bagué y los que son como él hubieran visto de cerca, alguna vez, alguna empresa.

Como si la gente tuviera que salir, obligatoriamente, sin saber hacer nada, pero nada de nada, de la universidad.

Como si la universidad pública sirviera, al menos en ciencias sociales, hoy para algo en España.

Como si se pudiera enlazar alegremente la beca universitaria con la renta de ciudadanía procedente de la tasa tobin (o mejor, del reparto de dinero haciendo las cuentas como la Grandes) y así a vivir del cuento hasta la jubilación, tocando el bongó por los semáforos.

Con esta tropa de analfabetos ha de lidiar la Garmedia, quizá la única ministra que no lo es en razón de su sexo. Que no prepare informes y que se lleve únicamente a las reuniones con ellos un Diccionario de la Academia. Le va a ser más útil.


 

PS: Tantos años y tres lecturas después, y resulta que los tres mil muertos de las bananeras no fueron tales. El problema en realidad no es ese. El problema es pensar que en Iberoamérica no rigen las normas de la ciencia como en el resto del globo. Como cita Posada Carbó en el ensayo que les recomiendo, “el realismo mágico puede servir en la literatura, pero es el beso de la muerte para la historia y las ciencias sociales”. Pues eso

 

PD: "En suma, quienes estudiaban ingeniería en la Unión Soviética recibían una formación estrecha y trucada: algo intelectualmente empobrecedor, políticamente tendencioso, socialmente irrelevante y éticamente inaceptable".

Graham, Loren R.: El fantasma de ingeniero ejecutado. Por qué fracasó la industrialización soviética. Crítica, Barcelona, 2001. Página 115

5.2.09

Ni al que asó la manteca

Pensábamos que ya estaba superado lo de incentivar la demanda por la vía presupuestaria. “Son cosas que ya no se le ocurren ni al que asó la manteca, porque no sirven en realidad para nada”, nos contaba el añorado profesor Calle en las clases de Hacienda Pública en la facultad.

El caso es que el gobierno decidió montar una especie de Plan contando con las Administraciones públicas más filibusteras del país, las locales. El resultado puede verse consultando una aplicación que el propio MAP ha colgado en Internet. Podrá ver, desocupado lector, en qué se va a gastar su Ayuntamiento el dinero que a usted le está endeudando hasta límites que resultaban impensables (de momento el 5,8%, y subiendo) hace apenas cinco años.

No deje de buscar su municipio y, si procede, no deje de pedirle cuentas a su Ayuntamiento.

 

PD: los datos son los datos, dígalos Agamenón o su porquero.

 

Ps: Respecto al estado de las finanzas, él mismo [Francisco Martínez de la Rosa] contaría que poco después de llegar [al gobierno en 1834], hizo llamar al tesorero general para averiguar de qué fondos disponía. “Este funcionario me respondió –y no lo olvidaré jamás- que había 37.000 reales en mala moneda de caja”.

Citado por Pérez de la Blanca Sales, Pedro: Martínez de la Rosa y sus tiempos. Ariel, Barcelona, 2005. Página 306.

4.2.09

La hegemonía del discurso público

Si este no fuera el país en el que vivo, y no me afectaran sus problemas, habría de reconocer admirado la habilidad con la que la socialdemocracia española maneja los recursos simbólicos, los espacios públicos y los problemas en general. Los mismos que se han tirado cuatro años negociado una paz indigna con un grupo terrorista y jugando de manera inconsciente con el modelo de Estado, ahora que llega la crisis, aseguran que no tienen nada que ver en plan "yo-pasaba-por-aquí-chico-y-estoy-igual-de-sorprendido-e-indignado-que-tú" y que la culpa no es de ellos, manda cojones. 

Todo el tiempo que hemos perdido.

Todo el coste de oportunidad.

Tenemos un gobierno que hizo públicamente dejación de sus responsabilidades hace tiempo en el tema de las reformas económicas que el país necesita. El presidente del gobierno (del que tengo dicho que le hubiera quedado hasta grande el cargo de presidente de la Diputación de León) se ha hartado de decir que no hará nada en materia labora sin el acuerdo de empresarios y sindicatos y mi pregunta es, coño, a ti para qué te vota la gente. Qué pasa, ¿qué si ellos no se ponen de acuerdo da igual lo que votemos los ciudadanos? ¿Esto es la profundización democrática de la que hablan estos analfabetos?

En realidad es el modelo de gobierno socialdemócrata en la postmodernidad: que gobierne otro que yo me dedico a las palabras. Ya se sabe, cuando un presidente del gobierno prefiere “jugar con las palabras antes que golpear con ellas”, es lógico que vivamos en una país en el que “la economía es un estado de ánimo”, y en el que se puede afirmar, con dos cojones que “El problema no es tanto el número de desempleados que vayamos contabilizados, sino la oportunidad que va a haber para decenas de miles de personas de tener un empleo nuevo en unos pocos meses”. Un país, en fin, en el que una presunta menestra de cuota de fomento puede iniciar una comparecencia en sede parlamentaria soltando que el problema de Barajas es que “es mu grande”.

Y luego está la baladronada del que se suponía que sabía leer y escribir en el gobierno. Pues no va el tío y amenaza a los bancos. ¿Y qué va a hacer? Meterlos en la cárcel. Todo estúpidos gestos de cara a la galería. Demagogia para súbiditos.

Y así llevamos cinco años

Lo peor de un gobierno no es que se equivoque o que no sepa nada de economía, como es el caso del nuestro. No, lo peor es que trate a los ciudadanos como si fueran imbéciles.

 

 

PS: Economía en versión socialdemócrata: “No pocos habitantes de Yegen reciben subsidios de desempleo agrario, que han actuado como auténticas rentas de ciudadanía, elevando el nivel de vida y paliando en algo la sangría demográfica de la comarca".

Ridao, José María: El pasajero de Montauban. Círculo de Lectores, Barcelona, 2003. Página 98.

 

PD: Ética periodística en versión socialdemócrata: “Pero entre las plusvalías, despunta la impunidad. ¡Te la colamos gordito!, reventó el locutor de risa. Gordito. Repítanlo, pero será inútil: no oirán el eco indignado. ¡Son socialdemócratas! Ahora piensen en la posibilidad de que el competidor cogiera a una periodista socialdemócrata y la llamara gordita. O bajita. O cardito.  Oh, socialdemócratas, todas las tardes jugando en campo propio.” Espada, Arcadi: “Te la colamos, gordito”, en El Mundo, 4 de febrero de 2009