31.12.10
Mi insoportable relación con Blade Runner
30.12.10
El narcisismo de la diferencia menor, también en la letra impresa
28.12.10
Zine eta Series
27.12.10
¿Capitalismo en España?
23.12.10
La noche de los tiempos, o un libro para cada estado de ánimo (y II)
22.12.10
La noche de los tiempos, o un libro para cada estado de ánimo (I)
21.12.10
En Castilla, con los aeropuertos a cuestas y Magris de fondo...
20.12.10
En el cine...
19.12.10
Entre el Estu y el Informe PISA, pasando por un hermos poema de Salinas
Volví a ver al Estu. Tantos años después. Recuerdo cuando con quince o dieciséis, yo no sé, me acercaba, cada vez que estaba en Madrid, con David a verlos. Al Magariños alguna vez, muchas al viejo Palacio de los Deportes, al que se quemó. Los seguía de niño en Gigantes del basket: Russell, el oso Pinone, Winslow, luego Azofra. El Estu. Ese ambientazo de la demencia: “y Kuwait, iraquí, las Malvinas, argentinas…”. Creo que ahí empecé a hacerme antimadridista, si es que no lo era ya...
Volví a ver al Estu. Y volví a verlo perder. Hay cosas, supongo, que no cambian nunca.
Por cierto que, a vueltas con PISA, no puedo dejar de citar aquí el artículo que hoy publica en la prensa zamorana ese joven politólogo al que tan unido me he sentido siempre. No deje de leerlo, pinchando aquí, desocupado lector.
PS: "-Por fin has dicho mi nombre. -Tú todavía no has dicho el mío. - "Vivir en los pronombres."¿Te acuerdas? Yo no entendía bien el sentido de ese poema y tú me lo explicaste. Los amantes sólo se pueden llamar tú y yo para que no los descubran"
Muñoz Molina, A: La noche de los tiempos. Círculo de lectores, Barcelona, 2010.Página 778
17.12.10
Ideas y creencias, precisamente en un día como hoy...
El concepto, como tantos otros en mi vida es del maestro. La diferencia entre las ideas y las creencias. Las ideas se tienen, pero en las creencias se vive. Lo que muchos no saben, no comprenden, no llegan nunca a entender, es que las creencias también cambian con el tiempo. Creo que al maestro no le dio tiempo porque murió muy pronto, aún en los cincuenta del siglo pasado; éramos todos muy jóvenes y aún se estaba poniendo en pie el Muro. Las creencias, ahora lo sabemos, no son, a estas alturas de siglo, inmutables, como no lo es la cultura. No en nuestro mundo, gracias a Dios. Por eso uno no es el mismo con veinticuatro años que con treinta y dos, ni será el mismo con cuarenta. Y es que lo que hoy, ¡ay!, parece un mundo, mañana puede parecer algo mucho más matizable.
A veces las creencias son una cárcel. Como lo es la identidad. Hay que reivindicar, para todos, un cierto sentido, trasnochado ya, me dijo una vez Juaristi, del mejor individualismo. La tarea de pensar, de leer sólo tiene un objetivo: construir una identidad individual frente a la colectiva (español, occidental, izquierdista...) en la que nacemos, y frente a la que otros nos otorgan (hijo de tal, o vecino de cual, señora de…). Luchar contra ese determinismo cultural que quiere que todos los que tenemos unas características externas similares nos comportemos igual.
Nos vamos construyendo con esfuerzo (Freud decía y también se lo debo a Juaristi que vamos poniendo poco a poco un “yo” donde sólo había un “ello”), de manera lenta, en un proceso doloroso, perpetuas crisálidas, que sólo acaba cuando envejecemos mentalmente. Y digo doloroso porque ello implica, muchas veces, poner en cuestión esas creencias que mamamos en la cocina de casa. Y ello no es traicionarse, en manera alguna. Es crecer.
Es vivir en el mundo en el que habitamos.
Y es que, me lo recordó Gregorio Morán: un hombre se parece más a su tiempo que a sus padre.
PS: "La sociedad urbana, tantas veces tan facciosamente acusada de alienación, ha liberado al individuo o por lo menos ha puesto las premisas para su liberación". Magris, Claudio: El Danubio. Anagrama, Barcelona, 2000. Pág. 348
PS: No fue domingo en las claras orejas de mi burro (perdonen a estas alturas la tristeza), como hubiera escrito Vallejo. Fue la noche de un viernes a un sábado. De manera inopinada. Y fue Manolo García el único que lo entendió: no te esperaba y el azar como una trampa te tendió en mi camino…
16.12.10
De la prospectiva como forma de vivir
Hacer prospectiva.
Algo a lo que no suelen atreverse los organismos públicos. Aquí hace años que confundimos el papel de un Observatorio público con el de un mero recopilador de datos. No deberían ser eso. Deberían atreverse a pronosticar. A ofrecer tendencias. A marcas líneas de trabajo. No lo hacen, desde luego, porque en la Administración lo que prima es la desgana, el peor conservadurismo, la necesidad de un trabajo rutinario y la convicción de tantos de que el ciudadano les paga porque aprobaron en su día una oposición, no por su trabajo.
Por eso, sorprende encontrar a alguien que se atreva. Que se lance a imaginar. ¿Qué pasará?, ¿qué necesitamos?, ¿hacia dónde caminar?
Sorprende aún más que se dé en Castilla y León, la mí tierra tan necesitada de tantas cosas. Pues alguien lo ha intentado. Una Fundación ligada a la Junta. Conocer cuáles son los perfiles profesionales con más futuro en la región. Un estudio razonablemente serio, que es lo único que se le puede pedir a un estudio de prospectiva.
Ahora sólo falta que sus conclusiones iluminen la gestión de las diferentes titulaciones en las universidades de la región. Aunque eso quizá es mucho pedir.
Échenle un vistazo al estudio pinchando aquí.
De nada.
Con toda la información que ofrezco, no sé todavía cómo este blog no es de pago.
PS: artículo de Antuan en el fancine de prisa de hoy. No dejen de consultarlo.
15.12.10
Llegar
Llegar. Cumplir un objetivo. No es sencillo. No sólo hay que valer. Hay que tener suerte. Y hay que tener cerca a quienes creen en ti. A quienes te apoyan. Porque no todo el mundo disfruta viéndote crecer: hay gente mezquina cerca de uno que se alegra viéndolo pequeño, sabiendo que nunca se irá porque no tiene dónde. No se dan cuenta de que la verdadera libertad es poder elegir. Y ser consciente de donde te quedas. Y estar donde quieres en libertad. Una sola vida. Las personas no somos, nunca, medios para otros. Un credo liberal. Algo ingenuo, si quiere, desocupado lector. Pero no perderlo jamás de vista: somos fines en nosotros mismos; por eso, no utilizar a nadie.
Llegar. Algunos llegan. Por azar. No duran mucho. Otros llegan por dinero. A veces duran y a veces no. Pero también llegan los buenos. Los que saben. Los que valen. Los que nos hacen mejores. Los que se esfuerzan. Los que tienen aún principios y valores. A ellos es a los que hay que tener cerca, lector. Gente de la que aprender. Gente a la que conocer. Gente con la que la vida de uno no quedará a medias.
PS: "Eso del afán de superación, de la dignificación personal a través del esfuerzo, de la vida planteada como una competición en la que lo más importante era poder echar la vista atrás y pensar, orgulloso, que lo que uno veía, por suerte, era agua pasada, todo eso que para papá era esencial no casaba en absoluto con el humus que la izquierda había ido produciendo desde los tiempos de la guerra fría. […]. En las filas de la izquierda, el modelo americano no provocaba más que odio […]. Sólo el pobre merecía respeto […]. Con una condición, eso sí: que no aspirara a dejar de serlo."
Pericay, Xavier: Filología catalana. Memorias de un disidente. Barataria, Barcelona, 2009. Página 295
14.12.10
Caciques y holgazanes
Me ponen nervioso las bobadas de los políticos. Les pago el sueldo. Que me dejen tranquilo. Que no me tomen por tonto. El tal Rubalcaba. Media vida en la cocina del poder. Maquinando. Siempre maquinando. Tras varios meses luchando por hacerse con el poder, ahora resulta que está cansado y que se quiere ir a su casa. Pues váyase, hombre, si nadie es imprescindible. Ni usted ni yo. No queremos verle agobiado. Vaya de vuelta a su laboratorio y a dar clases hasta la jubilación.
El tal Bono. El pequeño Bugallal manchego. El hombre que no dejó crecer la hierba en Castilla La Mancha. El hombre que maquinó para ser nombrado contra el criterio de sus compañeros. Como hubiera escrito el maestro Umbral: Fuentes era el hombre, Bono está en la historia como Pilatos en el Credo. La mano de hierro que dirigió con cierto sadismo su partido en la región durante décadas. Ahora va de verso suelto. Qué cara más dura. Ahora se ha dado cuenta de que para figurar en las listas de un partido hay que ser amigo de los que mandan. Claro, como ha pasado en Castilla La Mancha durante todos estos años.
Nos toman por bobos. Y eso es, directamente, insoportable.
PS: Alguien dijo una vez de Cristino Martos que “era de la madera de los grandes hombres, y triunfará cuando se hagan grandes hombres de madera”. Eso le pasa a todos estos caciquillos.
PD: En Toledo
13.12.10
Cine y cómics contra el totalitarismo (o el final de un sábado dejando descansar la muela)
12.12.10
Don Mario
El discurso de Vargas Llosa a la hora de aceptar el Premio Nobel. No deje de leerlo, desocupado lector. Un texto hermoso, que hace hincapié en las pocas cosas de verdad importantes que nos suceden en la vida. Una de ellas, haber aprendido a leer. A interpretar signos confusos y convertirlos en conocimiento. A viajar en el tiempo y en el espacio. Pero como todo placer, tiene su precio. La lectura exige un esfuerzo que no nos demanda ni la televisión ni, desde luego Internet. Un esfuerzo generosamente recompensado, por cierto.
Otra de ellas, la defensa de la libertad. Insobornable. Radical. Porque sin libertad no hay vida. Ni en lo público ni en lo privado. Ni en lo social ni en la pareja. Sin libertad no hay sueños. Sin libertad no hay aire. Vivir con las manos atadas, un drama.
Mario. Don Mario. Se lo digo a menudo a mis muchos, cercanos y sentidos amigos de la izquierda democrática. Acabaréis aquí, en el liberalismo, con nosotros. Como tantos otros antes. No puede ser de otra manera. La gente con dos dedos de frente no puede vivir toda la vida en el error. Ya incluso un año me parece demasiado tiempo.
PD: partido en la cumbre hoy y yo con el corazón partío…
PS: al final ha sido más jodida la segunda noche sin muela que la primera. Lo que son las cosas.
11.12.10
Miguel
10.12.10
Los controladores
Los controladores. La lógica del chantaje sabiendo que, además, no pasará nada. Así se ha construido el espacio público en nuestro país. Ellos a lo suyo. Como no hay ley de huelga, porque nadie se ha atrevido a hacerla, cualquiera sabe que puede hacer lo que quiera y que nunca pasa nada.
Algunas reflexiones: ¿Qué sentido tiene sindicarse en un Estado de derecho? Creo que ninguno. La mejor defensa para un trabajador es el respeto a la ley o, en su defecto, los juzgados de lo social. ¿Y qué sentido en un organismo público? Se me escapa.
Más reflexiones. El gobierno del talante. Ni un acuerdo de Estado con la oposición en seis años. El primer gobierno que, en democracia, militariza un servicio. Este es el gobierno del talante. Esta es la peor izquierda de Europa. Ojalá hubiera aquí una izquierda moderna, culta e ilustrada. Es pedir demasiado.
Más cosas. Hubo una huelga. Igual de salvaje. Igual de injusta. En el metro de Madrid. Antes del verano. La portavoz del gobierno de la dizque nación defecó sobre la presidenta de Madrid: “Hay que saber gestionar los conflictos”.
Nuestra izquierda, siempre por encima del bien y del mal.
Nuestra izquierda, lecciones de ética, y de eficacia, por fascículos.
PD: No sé quien es Lady Gaga, aunque me cruzo con ella en el periódico cada semana. Debo ser un tío un poco raro.
PS: En Valladolid. Y esta tarde sin muela del jucio. Veremos.
9.12.10
Elogio del libro con un relato de Borges al fondo...
Borges. El tiempo. La magia. Quizá el más enigmático de los escritores del XX. Quizá el único que supo ir más allá de lo que vemos. La semana pasada empezamos a escribir un relato a medias. Es verdad que él lleva casi veinticinco años muerto, pero cuando uno ha escrito El Inmortal, eso son detalles menores. Un relato que quizá empiece: “Muchos años antes de perder la vista, Miguel de Barrio se acostumbró a apoyarse en las manos hermosas de una joven silenciosa. Todo empezó años atrás, en 1810, una tarde de diciembre…”
Quizá empiece de otra manera. No lo sé. Pero es emocionante. El libro elegido ha sido, azares del destino, las Almas Grises, de Claudel. En un lado de la trama está Miguel de Barrio, viejo ya, achacoso, leyendo a la postrera luz de la tarde en el su pueblo, a la luz de un candil. Hace frío y ha estado nevando toda la mañana. Al otro, está la que pudo haber sido bisnieta del tío Pedro, que descubre su pueblo muchos años después de haber nacido.
Ya les contaré qué tal acaba este relato, pero les aseguro que es Borges al ciento por ciento.
PS: Mario Vargas Llosa principió su discurso de aceptación del Nobel con las siguientes palabras: "Aprendí a leer a los cinco años, en la clase del hermano Justiniano, en el Colegio de la Salle, en Cochabamba (Bolivia). Es la cosa más importante que me ha pasado en la vida. Casi setenta años después recuerdo con nitidez cómo esa magia, traducir las palabras de los libros en imágenes, enriqueció mi vida, rompiendo las barreras del tiempo y del espacio y permitiéndome viajar con el capitán Nemo veinte mil leguas de viaje submarino, luchar junto a d’Artagnan, Athos, Portos y Aramís contra las intrigas que amenazan a la Reina en los tiempos del sinuoso Richelieu, o arrastrarme por las entrañas de París, convertido en Jean Valjean, con el cuerpo inerte de Marius a cuestas".
8.12.10
En la matanza
Estuvimos de Matanza. Un pueblo pequeño. Condenado quizá a desaparecer. Sobre todo si la socialdemocracia castellanoleonesa llega al poder y nos obliga a todos a realojarnos en pueblos más grandes como si esto fuera la España de Franco o la Corea de Kim. Como si yo no pudiera vivir donde me diera la gana. Como si un burócrata supiera mejor yo dónde voy a luchar por ser más feliz. Hacer las cosas sin subvenciones. Sin dinero público. A escote. Cada uno deja algo y todos ponemos dinero. Mataron al bicho. Nevaba. Unos vinos en el bar. Almuerzo en Rozas. Un cocido. Llegar. Tarde, pero llegar. Casi noventa personas. Desbordados. Los niños jugando. A la tarde, al fuego del hogar. Entrábamos en casa y oía por todos los rincones a Claudio Rodríguez: "Aún no pongáis las manos junto al fuego. / Refresca ya, y las mías / están solas; que se me queden frías". Unas máquinas. Un cuarto secreto. Jugar. El hombre es un animal que juega y luego se hace mayor, me dijo un día un cura, allá en el Peñafiel de mi memoria. No hubo cena de setas. La nieve. Las montañas más frías de toda Castilla, decían los jesuitas cuando se referían a la Sanabria en el siglo XVII, en plena guerra contra los traidores del bando portugués.
Luego, al día siguiente, nos comimos el bicho. En sentido literal. Llovía. A mares. Como llueve en Castilla. El cielo del invierno. La casa de Joxe. Abrazos. Fotos. Niños. Cuando se nos hizo de noche, unas castañas. En la bodega. Sal a por unas berzas anda hijo, para tapar el caldeiro. Veinte centímetros de nieve, me sentía un heroico expedicionario del ejército al mando del Marqués de la Romana, luchando por encontrar unas berzas en el cortineiro. De nuevo Claudio: "Estas castañas, de ocre amarillento, / seguras, entreabiertas, dándome libertad / junto al temblor en sombra de su cáscara". Un café, en libertad. Esos ojos, me pongo a jugar porque así no pienso. Juanjosé, toda una revelación: cuando estés cerca de Madrid te llenamos el Parador un sábado, ya lo verás. Los niños, inagotables. Las castañas crepitando en el caldeiro. Más fuego en la lumbre. Se ha hecho tarde. Nos recogemos.
(Otra) jornada inolvidable en el improbable reino de la casualidad.
PS: Claudio Rodríguez escribió en Alianza y Condena: “A veces, sin embargo, en estas tierras / floreció la amistad. Y muchas veces / hasta el amor. Doy gracias"
7.12.10
Todos llevamos una ciudad dentro
Pasear por Zamora. Una ciudad junto al Duero. Estos burgos en los que demora su partida el invierno. El río. Los tres árboles. La ciudad medieval. El rosetón de Santiago del Burgo. Santa Clara para arriba. Santa Clara para abajo. Un café al lado del Consultivo. Cenar en Los Caprichos de Meneses, mejor cenamos solos, deja, yo te invito. Almorzar en el Rey Don Sancho. Una copa en El Ópera. Creo que es su guardaespaldas. El sayagués. Aquel Iphone durante unos minutos. Aquella ponencia. Luego en Toro. Nuestra bodega. Nuestros vinos. Probar la nueva cosecha del uno. Vino y música: la cultura en su máxima expresión. Unos vinos por la noche, de nuevo en la capital.
Y mañana volver a Madrid, despacio, saboreando el viaje. No siempre los viajes tienen lugar cuando pensamos. Uno a veces viaja por una ciudad y se sumerge, sin darse cuenta, en un viaje por la memoria que esa ciudad le ha dejado.
Lo escribió, ¿quién si no? Claudio Rodríguez: Todos llevamos una ciudad dentro, / ciudad que nos alienta y nos acusa. / La ciudad del alma. / Calles, sonidos de campanas y de pasos, / y la luz, / sobre todo el aire, / el temple del Duero, / las piedras que nos fecundan.