31.12.12

Hacemos, de nuevo, el balance de lo bueno y malo...

Tal y como hicimos el año pasado...


El post de hoy va dirigido a los desocupados y habituales lectores de esta bitácora. A esas más de doscientas personas que, de manera regular, visitan este rincón de memoria, libertad y nostalgia. Vamos a cerrar el año y El Perdíu tiene una pregunta que hacerle, desocupado lector. ¿Cuál ha sido el post del año que más le ha gustado? Venga, no se corte y comparta con nosotros.

Un abrazo, feliz año y gracias por estar ahí, seas quien seas.

30.12.12

El papel de Ortega...


El papel de Ortega durante la guerra también es tratado en el libro de Trapiello. Después de la fantástica obra de Morán, la figura de Ortega ha ido, para mí, ganando en matices. “Todos le debemos mucho, y a todos nos ha hecho mucho daño”, dijo uno de sus discípulos, y eso mismo podríamos decir cualquier de nosotros de muchos de nuestros maestros. Un Ortega desengañado con la República, que se pasará los primeros meses de la guerra intentando sobrevivir, sólo eso, no  más. Sale de Madrid en agosto porque sabe que van a matarlo y, vía Valencia, consigue llegar a Francia. Tardará casi diez años en volver a pisar tierra española, y lo hará por Portugal, mendigando al Régimen de Franco la oportunidad de volver a su patria a  morir…


PS: El drama de Ortega, como el de otros, fue ser un liberal en un mundo que no aceptaba los liberalismos, obligado, por tanto, a elegir un campo de batalla, cuando ninguno se acomodaba a sus ideas.
Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939). Círculo de lectores, Barcelona,  2011. Página 97

29.12.12

La guerra desde Madrid


 Sigo con Trapiello. Da para muchos análisis el libro. Hay frases que definen épocas. Aquel Mola, con la España antes roja que rota. Aquel Largo Caballero, asegurando que “la solución para España, un baño de sangre”. Estalló la guerra. En las grandes ciudades de la República el papel de los hombres de la cultura aparecerá tamizado, sin excepciones, por el papel del siniestro Partido Comunista de España. Algo de este ambiente sale recogido en la noche de los tiempos, de Muñoz Molina. La Alianza de Escritores Antifascistas se había creado poco antes de la guerra, dirigida en la sombra por los comunistas, y apenas tenía medio centenar de miembros. Una vez estallado el conflicto y con el mono azul como órgano de expresión, se convertirá en una formidable arma de propaganda que hará que la República, si bien  no gane la guerra, quede como la vencedora moral del conflicto. 

Más allá de aquellos “a paseo”, similares a los señalamientos que hacía el vocero etarra Egin en los años ochenta en el País Vasco, la sección muestra en qué medida la guerra fracturó, a veces por azar, a una generación de señoritos dispuestos a que otros murieran por ellos: muchos de los señalados habían sido amigos de los señaladores pocos meses antes: Sánchez Mazas lo fue de Bergamín; tan amigos que se iban a hacer una casa pareada. Como María Zambrano lo fue del falangista Alfonso García Valdecasas.
Vidas cruzadas antes de la guerra.

Vidas derrotadas tras el conflicto.

Todos perdieron.


PS: “Entre agosto y noviembre de 1936, se habla de entre ocho y diez mil paseados en Madrid. Pongamos de ochenta a cien diarios. Eso debería hacernos recordar la seriedad de un asunto porque la izquierda siempre ha pasado de puntillas, desviando las responsabilidades hacia los “incontrolados”. Pero lo cierto es que cien muertos diarios no son posibles sin un “control” férreo de la situación, del presidente del gobierno al último mono (azul)”.
Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939). Círculo de lectores, Barcelona,  2011. Página 84

28.12.12

La guerra desde Burgos...


Aquellas ciudades en las que la cultura residió durante la guerra. Salamanca y Burgos sumadas a Sevilla y Pamplona por un lado. Madrid, Barcelona y Valencia.

De aquella Salamanca plateresca y de aquel Burgos cuartelario las primeras referencias que tengo me llegaron por el Umbral que nos relató la leyenda del César visionario. Aquella Salamanca de Unamuno, quien ejemplifica en sí el fracaso de toda una generación: la muerte como respuesta a las dudas de toda una vida. Una Salamanca de outsiders, como el histrión de Gecé o el conde de Foxá en la que se fue consolidando el Estado nuevo. Pero me interesa más lo que ocurría al norte, en la petrista Burgos, el burgo de mi caro Hornuez y de mis inviernos en la calle Laín Calvo. Un Burgos frío al que llegan los catalanes que huyen de una muerte segura a manos de la justicia revolucionaria. Traza Trapiello retratos frescos de todos ellos, Ignacio Agustí, José Verges… pero también de los Pemán, los Laínes, los Tovar y los Torrente Vallausteasaber

Algunas figuras enlazan ambos grupos, como el Ridruejo que acabó empezó gobernando y acabó en la oposición tras el desengaño que le causó el mediocre régimen puesto en pie por lo generales… Al final, una parte importante de la élite cultural que se sumó al Golpe Militar acabó ganando la guerra, pero perdiendo la victoria.

Ellos pintaban poco allí…


PS: “Fue Baroja el que dijo que la diferencia entre los intelectuales de la República y los de Franco estribaba en que a los primeros les pagaba el Gobierno y los segundos se lo pagaban, guerra y propaganda, de su bolsillo”.
Trapiello, Andrés: Las armas y las letras. Literatura y guerra civil (1936-1939). Círculo de lectores, Barcelona,  2011. Página 338

27.12.12

La irracionalidad de los clérigos (seguimos con Trapiello)


Sigo con el el libro de Trapiello. Hay un fondo de irracionalidad en la vida política y social española y europea de la época sin la cual es imposible entender la tragedia que supuso la guerra civil. Una irracionalidad que venía de antiguo. Una irracionalidad que en nuestro país viene desde antes del noventayocho y que encuentra uno de sus faros en ese Costa que reivindica al cirujano de hierro, o en ese Ganivet que proclama, como recuerda Trapiello, que “es necesario arrojar un millón de españoles a los lobos si no queremos irnos todos a los cerdos”. Pero también enfrente, aquel tal Giner, resentido siempre con un país que no le entregó el timón a él, tan listo y tan brillante. La modernidad era urbana y era plural, y esto cuadraba mal con el sueño de un país rural con una élite rentista. No en vano dice Juaristi que el delirante Sabino Arana se hizo nacionalista porque el crecimiento de Bilbao le impidió ser alcalde de su pueblo.

A toda esta irracionalidad, y pasando por encima de la Generación del catorce, se les sumó en los años veinte y treinta los delirios comunistas en un lado y fascistas en otro. En el medio, una élite cultural encantada de viajar a Siracusa. Total, la factura no la iban a pagar ellos...

¿Cómo no íbamos a hundirnos en la miseria si aquí los clérigos también nos traicionaron a todos?


PS: de nuevo en la Raya.

26.12.12

Una cita, enfilando el noroeste...


Rescato este párrafo de un magnífico libro que disecciona, mientras recrea la sangre de abril, el nacimiento del capitalismo moderno. Y lo rescato porque si hay algo fascinante de la modernidad es la movilidad. La capacidad de, como yo hoy, desayunar en Madrid y almorzar en la Sanabria. La posibilidad, en suma, de hacer que los territorios sean de uno, y no al revés.
Disfrútela, desocupado lector.

Como Venecia, la pequeña Florencia [del siglo XV] era todo un Estado y, en su fiero patriotismo, casi una nación. Los hombres en puestos intermedios y superiores –por no hablar de las mujeres- no tenían libertad para deambular de una ciudad o de una región a otra con la esperanza de emprender nuevos rumbos vitales o profesionales. Dicha movilidad entre los ricos y hacendados es más bien un distintivo de nuestra sociedad moderna. Por supuesto, los mercaderes florentinos salían al exterior para manejar sus negocios, a veces durante largos periodos, pero siempre volvían: el hogar era la vera città, donde se alimentaban poderosas raíces: la familia, la identidad, el matrimonio y los amigos.

Martínes, Lauro: Sangre de abril. Florencia y la conspiración contra los Médici. Turner, Madrid, 2004.  Página 264

25.12.12

Conferencia, tras la exposición...


Empieza la conferencia. Los chicos de las ediciones irreverentes han publicado la niña de los tirabuzones rubios, una nueva novela del burreiro Antonio López. Uno de los presentadores hace hincapié en el carácter humanista de Antonio, un médico que es no sólo una persona inteligente, sino también un hombre culto. Una de esas personas que son cada vez más excepcionales entre nosotros; hombres de ciencias abiertos a las humanidades (y al revés, hombres de las humanidades abiertos a las ciencias). Un hombre sabio, en el sentido que Taleb da a la palabra.

La obra no es una obra cómoda de leer. Ni es una obra fácil. La novela, desgrana el autor, reivindica el derecho de los niños a ser escuchados en caso de enfermedad.
mientras lo escucho, reflexiono: la enfermedad de un niño: uno de los motivos más poderosos para dudar de manera definitiva de la existencia de Dios.

Termina la presentación con un coloquio. La escritura como una forma de liberación, asegura Antonio. Qué familiar me resulta ese pensamiento. Llegan unos vinos: el setenta de Fariña, cortesía de ese bodeguero generoso tan zamorano que no parece español.  Unos abrazos. Un mundo, este, que se va terminando. Pero como dijo una vez Tito Livio: al fin y al cabo, el fin del mundo no va a suceder mañana.

Y menos hoy, que es Navidad.

24.12.12

Exposición, previa a una conferencia...


Hay un salón. Estamos en (La) Casa. En el Salón hay una Exposición. En breves minutos habrá una conferencia. Antes de que empiece, aprovecho para pasear por la exposición. Son fotografías. De una autora argelina, Dalila Benrahmoune. Cada fotografía lleva un texto debajo. Un texto breve. Conciso. Azoras del Corán. Reflexiones de pensadores, mayormente wahabistas. Clérigos enloquecidos que explican cómo pegar a una mujer. El papel de la mujer en el Islam. Las religiones evolucionan cuando asumen no sólo la pluralidad del mundo, sino también el respeto entre las personas, sean varones o mujeres, lo que significar dejar atrás esa pulsión animista que lleva a considerar a la mujer como un ser impuro, tal y como explicó de manera soberbia Hirsi Alii.
Una exposición recomendable. Ventajas de este Madrid, cosas interesantes en cada recodo del camino. 

Me siento ya. Los conferenciantes van a comenzar en breve a contarnos la historia de la niña de los tirabuzones rubios.
Silencio.

23.12.12

El fantasma amputado de la identidad española


Una buena noticia para seguir poniéndole cara a ese miembro amputado de nuestra identidad que supone el judaísmo. Google y la Red de Juderías han abierto un apartado en la red para dar a conocer, de manera visual, el pasado judío de muchas de nuestras ciudades.  Un pasado olvidado, un pasado cuyo efecto es similar al de un brazo amputado en un manco. Sabemos que estuvo ahí, pero ya no somos capaces de verlo.
Ideal para darse un paseo  un domingo como es hoy de otoño...

PS: hablando de judíos, Juan de la Cuesta dice que probablemente este Francisco Arias lo fue. Y que tuvo que huir. Fascinantes historias, las que nos contaban las abuelas al serano, en setiembre...

22.12.12

El idiota sigue confesándose...



Hace años, las máscaras del héroe despertaron en mí una rara fascinación por el mundo cultural de la España del final de la Monarquía, de la República de trabajadores y de la aterradora guerra civil. Se trata del mejor libro que ha escrito, y que escribirá nunca, me temo, el zamorano Juanmanuel de Prada. Un tema que, por cierto, vuelve a salir de refilón también en esa obra hermosa y grave de Antonio MuñozMolina que alguna vez  se perderá en la noche de los tiempos.

El libro de Trapiello, decía, es magnífico. Algo que hacía falta. Claro que hacía falta. Un repaso a la vida y milagros de los hombres de letras durante el conflicto. En general, un papel lamentable, con muy pocas (pero honrosas) excepciones. De fondo, la tesis de Trapiello, que reparte conocimiento y estopa a diestros y a siniestros, y que desliza la idea de que la guerra fue un juego de aquella juventud alegre y combativa cuya factura acabamos pagando los padres, los hijos y los nietos…

Para empezar, los cruces, las amistades. Cómo los que acabaron en la extrema izquierda pudieron haber acabado en la extrema derecha, y viceversa. De fondo, una pandilla de señoritos, hijosdeputa la gran mayoría, que miraban con desdén a un país que intentaba superarse con esfuerzo. Detrás de Largo Caballero y sus proclamas guerracivilistas, detrás de Joseantonio y sus payasadas, hay un fondo de común de desprecio a la verdad y de rencor hacia las clases media de un país que se modernizaba poco a poco. Al histrión de Giménez Caballero y a Ramiro Ledesma los presentó el que acabaría siendo fervoroso comunista César Arconada, amigo de ambos. Pero hay más. El propio Gecé recordaría años después que el primer escritor que la saludó brazo en alto al estilo fascista fue, en 1926, Rafael Alberti.

Son solo dos ejemplos sacados de las primeras páginas del libro, pero no me dirán que no son reveladores…

21.12.12

Confesiones de un idiota...


Libros. Algunos de ellos nos sorprenden, son como esas mujeres hermosas que nos esperan emboscadas en cualquier recodo de la vida. Pasamos muchas veces de largo ante ellos, llenos de prejuicios como estamos, hasta que de pronto un día te detienes y te fijas. Me ha pasado con uno. Me pasa a menudo. Me alegra porque desmiente mis tópicos y me obliga a estar en guardia antes mis estúpidos prejuicios.
Esta vez fue un libro de Andrés Trapiello, y fue el Círculo, claro, quien me lo puso delante y me obligó a acercarme a él.

A Trapiello apenas lo había leído, algún artículo en el periódico, cositas en nosequé semanal y poco más… pero el idiota que vive en mí ya lo había estereotipado: de la quinta progre de los sesenta, no me interesa en absoluto. Es que a veces incluso yo soy así de gilipollas.

Pero el caso es que un día cayó en mis manos un ensayo sobre las armas y las letras en la terrible guerra de España… 

20.12.12

La paz sobre los muertos, por ejemplo


La paz sobre los muertos que quieren construir una excandidata de Herri Batasuna, la tal Mintegui, el tal Urizar y toda la gentuza de Bildu se cimenta sobre el olvido. El olvido del asesinato, las más de las veces a sangre fría, de seres humanos indefensos. El olvido de los malditos años de plomo.

Ayer hizo treinta y cuatro años que un grupo de criminales de obediencia nacionalista asesinó en un garaje de Algorta a Joaquín María Azaola Martínez. Un viudo padre de tres hijos que se ganaba la vida de delineante. Lo mataron a tiros, como a una alimaña, la fría mañana de aquel 18 de diciembre, cuando se disponía a ir al trabajo. Martínez, un hombre maduro de cincuenta y cinco años, era un veterano nacionalista, que había vivido en el exilio y que había formado parte de la ETA. La banda mafiosa lo asesinaba porque Azaola había abortado, cuatro años antes, un intento enloquecido de los criminales para secuestrar, y posteriormente ejecutar, a la Familia Real en Mónaco. La actitud de los nacionalistas cruentos siempre ha sido que cuanto peor, mejor y los años convulsos de finales del franquismo no iban a ser una excepción: detener cualquier vía de evolución española hacia la democracia era uno de sus sueños más queridos y no iban a renunciar a él sin pelearlo...

La prensa de la época recoge la noticia de su asesinato, así como su historia. Una página entre centenares de ellas, las historias hoy olvidadas de los que fueron asesinados sin juicio y sin defensa. 

Estremece toda la historia, y estremece el final de la noticia, con la voz del sicario que, amparado en el anonimato y en la marca del terror, ladra al periodista que lo llama que “El tiempo no apremia. ETA sabe esperar el momento oportuno… no lo olvide nunca”.

19.12.12

En nombre de todos los vuestros...


Estuve viendo Good, una interesante reflexión sobre la responsabilidad individual en el ascenso del nazismo. Un magnífico papel de Viggo Mortensen en nombre de todos aquellos que miraron para otro lado. Son la mayoría, los que siempre intentan convencer al resto de que no pasa nada, de que así son las cosas. De que los que critican son una pandilla de resentidos o unos malfollados. Franquistas en Madrid en los sesenta, del peneuve en la Vizcaya de finales de los setenta y del pesecé en la Barcelona de los ochenta... Son el mismo perfil y su mantra es siempre el mismo: haga como yo y no se meta en política.   Un escritor con una convulsa vida personal, un amigo judío y, de fondo, el desmoronamiento de una nación. El triunfo de aquellos a los que el futuro les pertenecía

Pero la película avanza y uno se da cuenta de que siempre es más importante, en cualquier aspecto de la vida, poder mirarse al espejo cada mañana cuando uno se levanta, que acostarse contándose mentiras para tranquilizar su conciencia.

La película es buena. Y es desasosegante. Me daba un aire al paradero desconocido de Kressmann Taylor.

Buen cine para un sábado cualquiera.

18.12.12

Visitar La Central


Por fin logré acercarme a La Central de Callao. Una magnífica noticia:  los de la Central abran por fin un centro señero en la capital. Recuerdo La Central del Raval, la primera que visité, en otra vida; esas librerías con encanto, donde uno sabe que encontrará libros y personas con los que dialogar más allá de las sombras y más allá de los crepúsculos
La librería está llena, frente a tantos lloros de los libreros. Y la visita no decepciona. Un edificio magníficamente rehabilitado. El patio, con su mudo ciprés en el fervor de Silos. Las mesas de madera, naufragadas entre libros, con ese olor que resulta cuando uno mezcla la tinta con el buen vino “te invito a un café / la tarde es nuestra…
Suena Ismael Serrano cuando me dirijo, dando un paseo, a la Glorieta Bilbao. Su voz me recuerda que “Seremos otros, seremos más viejos, / y cuando por fin me observe en tu espejo, / espero al menos que me reconozca, / me recuerde al que soy ahora”.

17.12.12

La huida como actitud...


Fuimos, segundo intento, a ver lo de Gauguin en el Thyssen. Más bien, la exposición coral sobre aquellos que, como el propio nieto de Flora Tristán, hicieron de la huida una forma de afrontar la modernidad. Ellos, que aún no conocían el Holocausto, o el Holodomor, ya intuyeron que la mejor forma de afrontar aquel siglo iba a ser huir a los confines de la tierra en búsqueda de la Arcadia.

Creo que el título de la exposición llama a engaño: fueron muchos los que huyeron, y esa huida se refleja a lo largo de toda la visita. Al final, lo que uno ve es en realidad un ethos generacional reflejado en la obra de Nolde, en la de Kirchner y en la tantos otros aquellos que reinterpretaron la pintura hace ya un siglo. La insatisfacción de la modernidad, la melancolía que ya empezaba a instalarse en todos nosotros, está presente en todas las vanguardias de la época y es, en el fondo, lo que yo imagino cuando el coche enfila la cuesta delas perdices y pongo rumbo a la Sanabria tantos viernes al año. 

La exposición parte de Gauguin pero llega en realidad hasta Paul Klee o hasta el propio Matisse, con la huida y la búsqueda de lo exótico como eje de vital. Y una sorpresa mayúscula, perdonen mi incultura; hubo también un Kandinski exótico que trabajo el paisaje antes de entrar en el mundo de la abstracción. Algunas de las obras expuestas son deslumbrantes y ya sólo por ellas merece la pena acercarse a verla. Quizá fue aquella luz exótica lo que lo convirtió, para siempre, en el padre de la abstracción lírica…

16.12.12

Se nos va Kevin Smith....


Kevin Smith deja el cine. Algunas de sus películas forman parte de nuestra memoria cultural, ¿verdad Hornuez? Echaremos de menos el retrato de una generación, de unas vidas. Echaremos de menos aquellos originales clerks, maldiciendo su suerte, aquella  impagable Amy, con un Affleck lanzado al vacío de pasarse la vida persiguiendo un fantasma. Pero también su visión irreverente de los mitos, dibujada a través de Dogma, o su reflexión sobre como mezclar sexo y amistad puede acarrear consecuencias inesperadas, como nos enseñaron Zack y Miri.

Echaremos de menos su cine. A cambio, disfrutaremos de su televisión…

15.12.12

La (última) metáfora de Paradores (un judío de leyenda)


El ejemplo del Parador de La Puebla de Sanabria es de libro.  

Casi cinco millones de euros invertidos hace pocos años. Y en un lugar como la Sanabria; un lugar similar a Verín, a Zafra, a Cervera… territorios para los que nacieron los paradores. Allí nunca habrá un gran hotel privado de cuatro estrellas; además, los establecimientos de alta calidad en la zona, y los hay, no pueden atraer a un tipo de cliente que atraen los paradores. Pero no sólo es eso. Es la España rural. La poca que queda. La que necesita de la inversión pública para no morir ahogada. Despedir a 19 empleados en el parador de La Villa es cerrar la empresa más grande que hay en un territorio similar en tamaño al de la provincia de Guipúzcoa. Ese es el drama en forma de círculo vicioso: personas que han de irse, que dejan de consumir, territorios cada vez más pobres... Si tiene alguna sentido esta pamema de Estado social es también y sobre todo por ser capaz de generar espacios de solidaridad dentro de su propio territorio… harto estoy de ver a tanto progre llorar por el Sáhara y mirar con desprecio a La Raya.  

Pero estamos condenados: cerrarán el parador de la Puebla y dentro de unos años abrirán más paradores en la costa. Porque quizá la historia de Paradores está resumida en aquellos versos de un viejo judío que un día le oí recitar al maestro Juaristi: “Ni al andar se hace camino / ni al volver la vista atrás / senda alguna otearás: / abrojos, cardos y espinos / que volverás a pisar”.

Y no sólo la de Paradores (me temo)

14.12.12

La metáfora de Paradores (IV)


La última metáfora es la de gestión sobre la base de la Excel. Me pone nervioso. En cualquier aspecto de la vida. Ya lo explicó bien Taleb en su magnífico cisne. Trabajar a golpe de celda sin saber bien para qué. Ahora anuncian que cierran varios, como el de Verín, y que van a dejar sólo en temporada alta algunos, como los del eje Tordesillas, Benavente,  La Puebla.

Es un completo disparate, y completándolo, Paradores perderá su esencia.  Los que hay que cerrar son los que están en la costa, o en grandes ciudades, claro. Y los que hay que mantener abiertos, precisamente, son los de lugares de interior donde rara vez llega turismo extranjero y, cuando llega, casi nunca tiene lugares de calidad donde alojarse. Es decir, hay que hace justo al revés de lo que se está haciendo. Es de primero de teoría económica: el Estado llega donde no llegar el mercado, idiotas, y no al revés. Al final a un faraón se le ocurrió abrir un Parador en Alcalá y, como resultado, cierran el de Verín. El efecto mariposa en versión cañí.

Y menos mal que estos eran liberales…

13.12.12

La metáfora de Paradores (III)


Los Paradores como metáfora. De inversiones ruinosas, decíamos, como lo de Alcalá, impulsado por el tal Rato. Se cierran ahora establecimientos que se han reformado hace pocos años, como el del Bierzo (casi siete millones de euros). El drama de Paradores es que la red se ha ido llenando con los años de establecimientos en lugares en los que no deberían estar. Pero no es sólo eso. También es la clientela: ciudadanos españoles. Paradores debería vender casi en exclusiva a extranjeros. Centrarse en ellos. Atraer turistas como el que atrae inversores. Si necesitamos hostelería pública es para que dinamice sitios no rentables atrayendo a esos lugares a clientes extranjeros. 
Pero los datos, me cuentan en la empresa, son desoladores. Casi tres cuartas partes de los turistas son nacionales. Y se centran en lugares de costa. Eso es hacerle la competencia al sector privado por partida doble. Y así no vamos a ningún sitio… ¿De verdad alguien cree que el Estado está para gestionar hoteles, aunque pudiera llegar a ganar dinero con ellos? ¿Pero esto qué es? ¿La España de Franco, el Egipto de Mubarak?

12.12.12

La metáfora de Paradores (II)


Los paradores como metáfora, decía. Más vicios: la pérdida del foco. Por el camino, alguien olvidó la idea original: alojamientos y gastronomía de calidad allí donde esta oferta no existía para atraer visitantes extranjeros. Un idea brillante y sencilla. Quizá porque lo más sofisticado es siempre lo más simple. Lo que valía para hace cien años, vale para hoy: llegar donde no llega la iniciativa privada y atraer turismo extranjero. Es un disparate afrontar el futuro de los Paradores sin tener esa idea clara en la cabeza. Y eso es lo que ha pasado.

Ahora ya parece que nadie lo recuerda, pero hubo quien se empeñó en que hubiera uno en Alcalá de Henares. Y lo logró. A un coste que se va a cargar la empresa. También alguna lumbrera quiso meterlo en  la Plaza Mayor, de la misma manera que alguien se empeñó en que lo hubiera en Málaga (¿?), que como todo el mundo sabe es un sitio en el que apenas hay establecimientos hoteleros de calidad. Mira uno el listado y es desolador… ¿Qué hace un Parador a estas alturas de la película en Nerja, o en Mazagón? ¿Había que reformar de verdad el de Cádiz para la bobada esta de la Cumbre, gastándose todo el dinero que se ha gastado?

El problema de Paradores no han sido sólo los amigos políticos. Ha sido también la tentación de verlos como una moneda de pago a las élites locales.

11.12.12

La metáfora de Paradores (I)


Los Paradores como metáfora. De aquella España y de esta. Centenarios en su idea, y nacidos bajo el impulso del Marqués de Vega Inclán, resumen bien algunos de los vicios más queridos de esta sociedad y varios de nuestros desenfoques más comunes.

De los vicios, el más claro es el amiguismo insoportable. Por encima de una capa de gestión de una altísima profesionalidad, y sé de lo que hablo, la empresa se concibe como un cortijo: si han ganado los hunos, para ellos, si han ganado los hotros, pues igual. Es desolador. El último presidente de la empresa en la época del psoe, un tal Martínez, tenía como mérito máximo el ser amigo de Zapatero. Un donnadie. Literal. Sin ninguna experiencia de nada. Pero era su amigo. Esta concepción medieval de la política y lo público: lo mío pa´los míos. Y llegaron estos, que son liberales, y no han cambiado mucho el esquema, claro. Ahora hay una tal Alarcó, con un currículo igual de deslumbrante. A la política por el apellido o por la amistad. Y por el camino, durante muchos años, la voracidad de las taifas autonómicas, reclamando su parte del pastel para poder repartir también  ellos

Y aún querían que la empresa no perdiera dinero…

10.12.12

Los bisabuelos para el recuerdo


Otro recuerdo del libro de Maalouf. A vueltas con los Orígenes. Su reflexión sobre los bisabuelos:

Los bisabuelos son personajes lejanos; no hay una persona de cada mil que esté en condiciones de decir cómo se llamaban los suyos. Y, sin embargo, sus caminos condujeron a los nuestros y, en lo que a mí se refiere, no puede dejarme indiferente el hecho de que fue Tanus el primero que “me” dejó una señal escrita de su paso por este mundo, escrita con torpe mano, lo admito, pero el gesto es por ello más dolorosamente enternecedor”

Debo de ser un tío raro. Hace años que me sé sus nombres. Y hasta podría dibujarles el carácter. El bueno de Miguelán, siempre con una peseta para sus nietos; el tío Pedro Barrios, maldito seas, siempre, cómo lo dejé escapar. Manuel, el coscas, el del ti Torero, en aquel barrio refugio de  judíos. Y Antonio, quizá mala persona, quizá maltratador, aunque nunca he querido juzgarlo.

También ellas. Aquella Micaela muerta con sus tres niñas pequeñas en la pavorosa España rural de principios del XX. Aquella Manuela, la que sí se caso con Pedro, con aquella hermana en la Argentina; Paula, muerta de pena en la España de 1939, tras haber visto a un hijo asesinado en el horror de una guerra… y Dolores, la Dolores muerta en 1953 y que era hija de una de las mujeres más inteligentes de San Justo.

De aquellos ocho caminos vengo.

Aunque no tenga claro dónde voy…

9.12.12

La ejemplaridad era esto...

Escribía sobre la ejemplaridad el otro día y me venía a la memoria la historia que Amin Maalouf cuenta en sus deliciosos Orígenes y que tiene como protagonista a Nazeera, su abuela paterna:

"En otra ocasión, los niños encontraron un almendro cargado de frutos verdes de aterciopelada piel. Un primo les explicó que los dueños estaban en América y que todo el mundo podía, pues, servirse sin mayores remordimientos. A los hijos de Nazeera los convenció ese razonamiento y se llenaron los bolsillos de puñados de almendras, aunque no se comieron ni una antes de consultárselo a su madre.
-Oyó nuestras razones imperturbable, pero frunciendo un poco el ceño. Luego, preguntó: "¿Ese almendro es nuestro?". Le contestamos: "Los dueños están en América". El ceño se frunció algo más. "No os he preguntado dónde estaban los dueños, sólo os he preguntado si el almendro era nuestro". Tuvimos que admitir que no, que el árbol no nos pertenecía. Entonces nuestra madre nos obligó a vaciarnos en el acto los bolsillos en el cubo de la basura. Nunca sabré a qué sabían esas almendras"

Maalouf, Amin: Orígenes. Alianza editorial, Madrid, 2010. Página 484 


¿Qué les enseñaban sus abuelas a Matas, a Blanco, a López Viejo,  a Bono, a la Munar, ....?

¿Qué les enseñamos a nuestros hijos?

8.12.12

De libros y de películas...


Actualizando contenidos. 
Me puse el otro día con La joven de la perla. El enigmático cuadro de Vermeer. Una película más cercana al arte y ensayo que al cine comercial. Demasiados colores, demasiado lenta. Inexpresiva la Johansson, y para que yo lo diga, que soy su admirador más reincidente... Magnífico, como casi siempre Firth, en el atormentado papel de un Vermeer casado con una católica y cuya agenda gestiona su suegra, y demoledor Wilkinson, que cada día es mejor actor, a sus años. En cualquier caso, la película es sólo correcta: claro que hay amores frustrados y sueños que no se cumplirán, pero, ya lo dijo Torrente, en célebre ocasión, es que esto no es bambi, chaval….

En cuanto a libros, llevo ya llevo terciado el último de Luis Arroyo, a cuenta del poder político en escena, a través de Tino Batera. Irregular de momento, buenas intuiciones que se alternan con prejuicios que el autor intenta colar de matute como si fueran verdades reveladas. Le iré contando; me da la sensación de que el libro da mucho de sí. 

7.12.12

Experimentos holandeses...


El tal Díaz Ferrán. Bajo toda esta crisis, bajo toda esta depresión, lo que hay es un vacío moral aterrador en nuestra sociedad. Un vacío que se acrecienta cada vez más. Cada vez que reímos una gracia en forma de fraude, cada vez que miramos comprensivos hacia otro lado cuando alguien roba, no paga, sablea, no devuelve. Cada vez que los un sindicalista utiliza sus horas de liberación en beneficio de su sindicato y no de los trabajadores de su empresa, cada vez que un empresario defrauda el pago de algún impuesto.

No puede ser que tal Ferrán fuera un delincuente y nadie responda por ello. No puede ser que quien lo aupó, y quien lo consistió, mire ahora hacia otro lado. ¿De verdad llegó sin ayuda de nadie a presidir primero CEIM y luego la CEOE?

El magistrado piadoso es la receta.

Y la ejemplaridad el único camino. Pero con estos mimbres, vamos daos...


PS: “En una serie de experimentos más recientes se comprobó ese efecto de la epidemia del desorden en varias comunidades de Holanda. Por ejemplo, se pusieron cinco euros a la vista en un buzón en buenas condiciones. El 13% de quienes pasaban por allí se lo quedó. Si el buzón estaba pintado con un grafiti, la tasa de robo se duplicaba, hasta llegar al 27%. “Observamos, -cuentan los científicos- que cuando alguien veía que otros violaban una norma social o legal, la gente era más propensa a violar otras normas, lo que fomentaba la propagación del desorden”.

Arroyo, Luis: El poder político en escena. RBA, Barcelona, 2012. Página 137

6.12.12

Out there...


Un almuerzo el otro día. En cualquier lugar. De menú, el pesimismo que nos corroe las entrañas. Mi amigo James, un emprendedor, un hombre de Babson cabalgando por la manchega llanura, sin peto y sin espaldar. Se nos va la comida hablando de “este país”. Él quiere irse. En breve. Está harto de políticos / funcionarios que no le dejan crecer. De una legislación laboral decimonónica. De fondos de inversión dirigidos por analfabetos. De esa cultura tan española de la sospecha ante el empresario, quizá la imagen más viva del judío que queda entre nosotros.

Marchó Paco. Marchará James. Y cuando llego a casa y me miro al espejo, tengo la sensación de que la sombra de la emigración empieza a dejarse entrever, a lo lejos aún, por el quicio de la puerta…

Menos mal que hoy estamos en Toro para olvidar nuestras penas con un buen caldo de la tinta más zamorana…

5.12.12

¿Es James Bond?


A vueltas con SkyFall.

No soy capaz de hacerme un juicio claro de la película. Es un buen thriller, sin duda. Sam Mendes es un magnífico director, y es capaz de transmitir un aire de melancólica decadencia a todas sus películas, un aire que casa muy bien con los escenarios (aquellas tierrasaltas de leyenda) de la película. El protagonista es un hombre cansado, más en la línea del personaje que interpreta Kevin Spacy en American Beatuy, o al de Tom Hanks en Camino a la perdición. Estos personajes en el fondo hastiados de la vida que llevan, con la amargura prendida en el fondo de su alma. Películas de buen guion y bien resueltas. En este sentido, para quien no haya visto ninguna película de la saga Bond, se SkyFall es una película de agentes secretos superior a la media.
El problema, claro, llega porque no es una película de espías. Es una película de James Bond. Y Bond es otra cosa. Es ese espía elegante, cínico y desacomplejado, que acumula amantes, disparos y martinis. Es el último refugio de una masculinidad maldita que nunca llegamos a conocer y cuyos estertores alcanzamos a ver nomás que en sus películas. Bond será un destroyer con las mujeres o no será. Sin rasguños en la cara, con sus trajes impolutos. Este Bond que vuelve a la casa de sus padres y que reflexiona de manera freudiana acerca de su relación con M me interesa más bien poco como personaje, la verdad.  
Por que ese yo no James  Bond.
Y no sé quien se cree que es Mendes para pegarle este viaje al personaje hasta dejarlo irreconocible.


PS: John Hugh MacLennan  escribió “Sientes que nadie más que Dios ha estado nunca allí antes que tú, pero en un valle desierto de las Highlands sientes también que todos aquellos que un día importaron están muertos o ya se fueron

4.12.12

Volver a casa...


Los judíos expulsos

Un relato dominado por la melancolía. Su (re)descubrimiento, tras la toma de Tetuán, tiene mucho de (re) conocer la casa de la que un día salieron. De finalizar relatos que quedaron abiertos. Esa pulsión humana de no cerrar nunca las cosas. De no entender que la vida es un bucle. Al fondo, esas voces, de las que el Maestro Lauru me ha hablado alguna vez: ese romance del enamorado y la muerte en Salónica, esa calle dedicada al río Tera en el gueto de Venecia.

Es de justicia lo que recogía la prensa el otro día: el Estado les reconoce que vuelven a ser españoles. A ellos, que nunca dejaron de serlo.

Bienvenidos a casa.

3.12.12

La Castilla de Sefarad...


Hubo otra Castilla, la del Rey D. Pedro. También hubo otra Zamora; la Zamora que se fue y que ni siquiera nuestros abuelos recordaban. La Zamora de Sefarad, habitada por judíos, en aljamas o en el campo, y luego por expulsos, en secreto o no. Aquella ciudad que en el siglo XIII era “morada de muchos judíos”. Aquellas tierras, leales a su Rey, en las que floreció el miedo antes que la esperanza.

Ahora, una página web busca dar a conocer aquel recuerdo, amputado ya de la memoria de todos.  

Bienvenidos a la Zamora Sefardí

2.12.12

La Puebla de Sanabria, noviembre de 2034


Fue hace muchos años. Creo que en 2012 ó 2013, no lo recuerdo bien. Una Mesa Redonda en una Universidad Pública. Dos profesores universitarios. Uno de ellos, como si fuera un personaje de Koba el temible, se presenta como un “activista del movimiento quince de mayo” y defiende en su intervención líneas de actuación que alternan de manera apasionada el maoísmo con el pensamiento de los jémeres rojos. El otro, en medio del debate, se saca el palillo de la boca y, tras eructar, se enorgullece antes los casi doscientos alumnos: “yo hace años que no compro ningún periódico y la música y las películas me las bajo todas de Internet”.

Ese día empecé a escribir “De la Universidad como causa del fracaso de un país”, el libro que hoy presentamos en este marco incomparable que es el Castillo de La Villa.

Buenas tardes a todos. 

1.12.12

Una o dos veces al año...

Madrugar el sábado. Enfilar la A42 y orillar la Puerta de Bisagra para aparcar bajo el remonte. Un abrazo. Y comenzar a andar.
Hay pocas cosas más hermosas en la vida que pasear por una ciudad mágica de la mano de un guía sabio.

Vuelvo a Toledo dos veces al año a patearme esta ciudad de leyenda con mis amigos mientras Jesús nos la muestra. En cada viaje descubrimos una ciudad: la Toledo visigoda, la Toledo judía, la Toledo mozárabe... Hoy toca la ciudad renacentista, la ciudad rebelde sobre la que el César Carlos, que Dios lo haya perdonado, plantó su escudo imperial como una cadena. 

Pero no vengo solo por la ciudad, no. Vengo porque Jesús es mi amigo y a los amigos me gusta tenerlos cerca. En épocas de tribulación, es cuando uno necesita sentir el aliento de los suyos. Es lo que más valora y quizá lo único que necesita. El tiempo va pasando y algún día nos alejará de los nuestros. Para siempre. Así que sábados como hoy son nomás que una excusa como otra cualquiera para tener  cerca a las personas que, compartiendo con nosotros lo más preciado que tienen, su tiempo, nos han ayuda a ser lo que somos...