11.12.12

La metáfora de Paradores (I)


Los Paradores como metáfora. De aquella España y de esta. Centenarios en su idea, y nacidos bajo el impulso del Marqués de Vega Inclán, resumen bien algunos de los vicios más queridos de esta sociedad y varios de nuestros desenfoques más comunes.

De los vicios, el más claro es el amiguismo insoportable. Por encima de una capa de gestión de una altísima profesionalidad, y sé de lo que hablo, la empresa se concibe como un cortijo: si han ganado los hunos, para ellos, si han ganado los hotros, pues igual. Es desolador. El último presidente de la empresa en la época del psoe, un tal Martínez, tenía como mérito máximo el ser amigo de Zapatero. Un donnadie. Literal. Sin ninguna experiencia de nada. Pero era su amigo. Esta concepción medieval de la política y lo público: lo mío pa´los míos. Y llegaron estos, que son liberales, y no han cambiado mucho el esquema, claro. Ahora hay una tal Alarcó, con un currículo igual de deslumbrante. A la política por el apellido o por la amistad. Y por el camino, durante muchos años, la voracidad de las taifas autonómicas, reclamando su parte del pastel para poder repartir también  ellos

Y aún querían que la empresa no perdiera dinero…

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