Todo un homenaje en el Letras Libres de septiembre al parlamentarismo, destacando el origen leonés del invento y con un análisis bien interesante de John Keane, sobre su origen y expansión: "El nuevo estilo de gobierno leonés resultó geográficamente contagioso. Durante el siglo xiii, los parlamentos se extendieron de León y Castilla a Aragón, Cataluña, Valencia y Navarra, a Sicilia y Portugal, Inglaterra e Irlanda, y a los imperios de Austria y Brandeburgo. En los dos siglos siguientes, aparecieron parlamentos en la gran mayoría de los principados alemanes, en Escocia, Dinamarca, Suecia, Francia, los Países Bajos, Polonia y Hungría".
Y sobre su significado real: "A diferencia, por ejemplo, de la antigua Atenas, donde los ciudadanos temían la división y suponían que la democracia requería un sentido indiviso de la comunidad política, las cortes descansaban en el precepto opuesto: en la inevitabilidad de la competencia y el conflicto de intereses. Y, en aras del bien común, en la conveniencia de forjar compromisos pacíficos entre ellos."