31.12.11
Hacemos el balance de lo bueno y malo
30.12.11
Taleb y la realidad...
Aunque hace tiempo que no lo traigo aquí, no me he olvidado del Cisne, no me he olvidado de Taleb. El otro día me tocó predicar y me volvió a salir el tema de los cisnes negros en mitad de la conferencia. Poco después, dialogando con desocupados lectores de esta bitácora, volví a lo mismo, y me di cuenta que hay cosas que no he tocado aún del libro y sobre las que me apetece reflexionar. Y recordé que me quedaron cosas por comentar, porque otros aspectos de la realidad me han ido comiendo el tiempo. Van a vuelapluma, pero son buenos argumentos para debatir con calma. Me interesó, y mucho, la diferencia entre la techne y la episteme, entre el oficio y el conocimiento; entre la pura técnica y la comprensión de la realidad. Creo que uno de los problemas que arrastramos es que hemos convertido muchas veces en episteme lo que es pura técnica; sólo así se explica que en España las ingenierías sean titulaciones universitarias, cuando son nada más que formaciones profesionales de alto nivel. Dignas, dignísimas, y muy necesarias, pero sólo eso: formación técnica. Y, sinceramente, no creo que la formación técnica (hacer una carretera, investigar la resistencia de materiales...) tenga nada que ver con lo que es la universidad...
Me gustó también la crítica que el autor hace a la economía moderna, a la que ve como una ciencia insular, dominada por las matemáticas y cuyos estudiosos han caído en algo similar a lo que Ortega llamaba la barbarie del especialismo: estudiosos ignorantes, zafios doctos que analizan las cosas sin ninguna erudición y sin curiosidad natural por conocer. Hay un cierto afán prometeico en intentar conocer el desarrollo de la economía a través de las matemáticas, pero es un afán condenado al fracaso: en las sociedades modernas la planificación es imposible, y no me voy a detener mucho en explicar este aserto, porque ya lo hizo Popper hace muchos años. El problema, como señala Taleb, es que hemos acabado pensando que las hojas de cálculo sustituyen a la realidad, y eso no ha sido así. Jamás.
29.12.11
Crimen y castigo...
Terminé, por fin, el libro de Macdonogh sobre el crimen y el castigo en la postguerra para los alemanes. Es un buen libro, pero quizá es un libro demasiado minucioso para el lector medio español. La tesis ya la avanzó Sebald en su fantástica historia natural de la destrucción: la guerra terminó con una venganza terrible, comprensible pero terrible, sobre la población civil alemana, especialmente sobre la que se encontraba fuera de los límites políticos del Estado alemán. El libro gana cuando se aleja un poco del terreno y explica más que describe: el papel de la ocupación, la dificultad de alimentar a la población civil, los celos franceses, los recelos entre americanos y soviéticos, las dificultades inglesas... un libro que permite comprender cómo fue posible que Alemania fuera corrida hacia el oeste como si fuera una pieza de puzle para satisfacer a los polacos el robo que los soviéticos habían cometido con ellos después de... haber pactado con Alemania unos años antes. Interesante también la explicación del papel austriaco, y el porqué de su estricta neutralidad hasta que el comunismo implosionó. El autor avanza que algo similar pudo haber pasado con toda Alemania, pero Adenauer se negó, condenando así, en cierta manera, a más de quince millones de compatriotas a sufrir el horror de que alguien viviera su vida por ellos. Hablando por cierto de Adenauer, interesante el perfil, ajeno a la hagiografía habitual, que hace el autor del personaje, contextualizado en las luchas de poder. Y algunas anécdotas, porqué la capital de la República Federal se fue a Bonn y no a Fráncfort, por ejemplo.
Es un buen libro. Si le interesa el tema, péguele un vistazo.
PS: hermosa Sanabria. Hermosa visión del valle desde mi ventana...
28.12.11
Actualizando...
El desocupado lector que siga con regularidad esta bitácora (que va, en lo que llevamos de mes, por quince mil páginas visitadas) habrá observado, de nuevo, algunos cambios en los enlaces de las páginas que sigo. He borrado las que llevan más de seis meses inactivas y he añadido algunas cosas de interés. Con alegría veo que se ha reactivado la bitácora del Maiquel, espero que por mucho tiempo. Algunos enlaces nuevos: el cuaderno de Tomás Alcoverro, para ver los sucesos del próximo oriente desde la perspectiva de quien lleva más de treinta años viviendo ahí. También un par de páginas personales de amigos en la distancia, la visión de Cesc Castellana sobre la vida, la política y el empleo, desde un mundo a medio camino entre Madrid y Cataluña, y la visión de Carlos Gonzalo, desde Errioxa. Dos buenos gestores, tipos lúcidos, que vuelven a la vida civil y que ahora pueden expresarse con más libertad. Añadido también el club de lectura de la Biblioteca de Zamora, que ya saben que uno tiene su corazoncito...
No sé si me dejo fuera por azar la bitácora de algún desocupado lector, si es así, hágamelo saber, por favor.
27.12.11
De Kim a Kim
El mismo día que Havel, murió el tal Kim II, un tirano, un ogro, un criminal. Un dictador. Era hijo del Kim I y padre del que quizá ser Kim III. Dentro de muchos años nos avergonzaremos de algunas cosas, también de cuándo nos pregunten cómo podíamos comer sabiendo que había un país en el que 24 millones de personas eran esclavizadas. Un país donde el hambre es un arma política y los campos de trabajos forzados un mecanismo oficial de producción. Lo peor, lo que nos avergonzará, es que todos lo sabíamos y nos daba igual. Las dos Coreas son un reflejo de muchas cosas: del fracaso aberrante del comunismo, que cuando se construye es siempre sinónimo de dictadura; del fracaso del multiculturalismo, porque no todo es igual ni es lo mismo una cosa que otra. En fin, también es un ejemplo de la verdad que esconde la teoría de modernización, y ahí está el caso surcoreano para demostrarlo: se puede llegar a estándares modernos sin perder la propia personalidad por el camino. Así que no me venga con cuentos. Lo de las excepcionalidades siempre son el último recurso de los canallas.
Murió Kim II.
Que tanta paz lleve como aquí dejó
PS: echando el día en Zamora. El placer de mostrar lo tuyo a los amigos
26.12.11
Inversión de valores...
No puedo dejar de pensarlo. Cierra Revista de libros. A mi me lo contó Arcadi Espada. A la Revista de Libros llegué tarde, y llegué a través de John the Minor. Breves ensayos al hilo de libros. Ensayos al hilo de la cultura. Ensayos de una orientación claramente liberal. La vida desde el respeto y desde la fatalidad. Ver abrirse puertas donde uno no veía más que paredes. Pero ahora cierra. Una parte de este mundo tan ruidoso y confuso quedará a oscuras, no le quepa duda. Y si usted era uno de los escasos lectores / compradores / suscriptores de la revista, sabe de lo que hablo y es bueno que nos acompañemos en el sentimiento. Hace más llevadera la pena. Si usted es uno de los tantos de miles que nunca la abrió, lo único que puedo decirle es que no sabe lo que se ha perdido. Y no sabrá lo que nunca ya tendrá.
Perdonen la tristeza.
PS: PS: Fantástico Gomá el otro día. Hay que leerlo entero, pero ahí va una perla: “Permítaseme por un momento una inversión de todos los valores vigentes: ¿para qué hay ingenieros? Para que los literatos podamos cruzar los puentes sin perder nuestro precioso tiempo. ¿Los científicos? Para que cuiden de nuestra salud y prolonguen los años de nuestra inestimable existencia sobre la tierra. ¿Los arquitectos? Para que nos construyan casas confortables en las que escribir nuestros importantes libros...
25.12.11
La lluvia cae en soledad...
Ya lo he contado alguna vez. Ver el sufrimiento de un niño me hizo dudar de la existencia de Dios. Ya sé, ya lo sé, que Él existirá con independencia de lo que yo piense, pero no puedo evitarlo: llegué al agnosticismo asombrado por la posibilidad de que hubiera un Ser Supremo y permitiera el dolor o el sufrimiento en un niño. El dolor, que nos hace humanos, como nos hace humanos la muerte, no dignifica, ni purifica. Como no purifica la enfermedad. Dignifica el comportamiento, el respeto, la capacidad de padecer con el sufre, pero no el sufrimiento en sí. Veo a Elicia, con su inocencia, o veo a Aleix, como veo a otros niños que forman parte de mi vida y se me parte el alma de pensar algún daño que puedan sufrir. Se me parte, literalmente, como se me parte cuando veo a un discapacitado. A gente que no puede manejarse por sí misma. Y miro al cielo, y pienso: ojalá hubiera alguien ahí arriba. Ojalá tuviera un mínimo sentido de la justicia. Pero cuando termino de pensarlo y espero una respuesta, me doy cuenta de que lo único que me viene de vuelta es la lluvia, porque es invierno...
Madurar es asumir un cierto grado de soledad.
Hacia dentro, pero también hacia afuera...
24.12.11
¿Murió un Lamed Wufnik?
Murieron dos hombres cuya relación con el comunismo fue inversa. A uno lo vejó, lo encarceló. A otro le permitió vejar y encarcelar. No me detendré mucho hablando hoy del ogro de Pionyang, a ver si mañana tengo un rato. Me interesa más Havel. Mucho más. En la tradición de la Europa central, la de los Habsburgo. Un hombre que no se resignó. Que no cayó, como hicieron tantos. Que no miró para otro lado. Que no sonrió. Mantenerse firme cuando, como cantaba Sopeña “la dignidad es un Judas traidor / y la paz una falsa moneda”. Yo llegué tarde a esa tradición. Es una tradición en mi vida: llegar tarde a todo. Es una tradición que nos van descubriendo a medias los amigos, los libreros y las editoriales. Havel fue muchas cosas, pero sobre todo fue un hombre que no se resignó. Y lo recuerdo y pienso en el poema Los justos de Borges, de acuerdo con aquella vieja tradición judía de la que ya comentamos aquí algo.
Quizá Havel fue un Lamed Wufnik y quizá hoy, que es Nochebuena, es buen momento para recordarlo.
Descansa en paz y que la tierra te sea leve, allá donde estés.
23.12.11
No es por nada, pero...
Vaya por delante que, de aquí a Lima, este gobierno me parece bastante más presentable que las bobadas a las que nos han tenido acostumbrados los socialdemócratas en los últimos años, pero no puedo evitar sonreír. El gobierno del empleo, el que va a ayudar a las empresas, está compuesto por mucha gente que no ha visto desde dentro una empresa en su vida.
Venga, hagan la cuenta conmigo y no dejen de sonrojarse.
El presidente del gobierno es registrador de la propiedad. De su biografía no parece desprenderse que nunca haya trabajado en el sector privado en sentido estricto. Diputado autonómico con 26 años. Licenciado en derecho, claro
La vicepresidenta es Abogada del Estado, claro. Ni un solo día de su vida por o que parece, ha estado en una empresa trabajando. Haciendo un presupuesto para el año que viene. Con un objetivo de ventas. O de producción. Licenciada en derecho, claro.
El ministro de Exteriores, García Margallo, es funcionario desde que tiene 24 años, diputado a Cortes con 33, llegó al Parlamento europeo hace casi veinte años, y allí seguía... Licenciado en derecho, como dios manda.
Qué decir del de Justicia, el tal Ruiz este que dice que es liberal y se gasta el tío más de cuatrocientos millones de euros del contribuyente en cambiar de oficina. Fiscal, lleva ejerciendo cargos públicos desde que tiene 25 años. ¿Alguna vez ha tenido que tramitar una licencia de apertura?
El de Defensa, Morenés, trabajó para un bufete, (es licenciado en derecho) pero la experiencia no debió de gustarle mucho porque lleva desde 1988 vinculado al sector público, primero en el INI, luego en el gobierno y luego ha ido dando saltos, pero venga, lo acepto como alguien que viene del mundo de la empresa privada...
El de Hacienda, Montoro, es de manual, funcionario, en este caso catedrático, trabajó en los servicios de estudios de un gran banco hace treinta años. Desde entonces, no parece que haya tenido mucho problema para saber si cobrará la nómina o no...
El de Hacienda, Fernández, lleva desde 1981 al menos ligado al sector público, es ingeniero industrial de profesión, y no aparece en su currículo ninguna experiencia real ligada a la economía productiva o de mercado.
Mi paisana Ana Pastor es funcionara del Insalud, médica de profesión, es funcionaria desde que acabó la carrera. No tengo claro que comprenda el concepto de “pipe line”.
El de Educación, Wert, es de derecho, claro, y sociólogo, en fin. Con oposición desde los 23 años, este sí que ha trabajado en el mercado privado, supongo que siempre al resguardo de una buena excedencia, ya que fue uno de los fundadores de Demoscopia.
Báñez, la de Empleo, no tiene pérdida, licenciada en derecho y en empresas, toda su trayectoria, de acuerdo con su perfil, está ligada al sector público al menos desde que tiene treinta años. Ni una sola experiencia en el ámbito privado... no sé si entiende la diferencia entre iva incurrido e iva cobrado
Soria, el de Industria, es técnico comercial del Estado desde que tiene 26 años. Tampoco aparece experiencia en el ámbito privado en su currículo. ¿Sabe cómo se pide una línea de circulante para un negocio y lo que supone tener que avalarla?
El de Agricultura (bis), el tal Arias, es abogado del Estado desde que tiene 24 años.
El de Economía y competitividad, el tal Guindos, viene de Lehman Brothers, así, con un par, es técnico comercial del Estado, aunque lleva años vinculado a la banca de inversión y a las grandes consultoras, tipo Price.
Finalmente, Mato, la politóloga, lleva trabajando para el pepé al menos desde que tiene 24 años, y tampoco aparece en su currículo ningún empleo vinculado al sector privado.
Recapitulando, que el presidente del gobierno jamás ha trabajado en una empresa, no ha empleado a nadie nunca, y de sus trece ministros hay diez que parece que jamás han trabajado para nada relacionado con el sector privado. De los otros tres, dos lo han hecho en grandes empresas y parece que hay uno que sí que ha trabajado en empresas similares al perfil del país... Esto, es un país en el que sólo el 21% de los asalariados presta sus servicios en el sector público y en el que el 95% de las empresas tiene menos de diez trabajadores...
Veo esto y me pasa como cuando le pego un repaso a los miembros del Parlamento de Cataluña. Resulta que en un país, Cataluña en el que el primer apellido más frecuente en las cuatro provincias es García, sólo el 1,4% de sus diputados lleva García como primer apellido (2 sobre 135).
Ya lo cantaba Kortatu: “Hay algo aquí que va mal...”
22.12.11
Esos vividores...
Jacques Chirac. Siempre me pareció un personaje siniestro. Aunque creo que eso no era una novedad: todos los presidentes de la V República lo han sido, a su manera, desde De Gaulle y sus estúpidos aires de grandeza, hasta el colaboracionista y mentiroso de Mitterrand. Ahora lo condenan. Por corrupto. Es un delincuente. Siempre lo fue, en realidad. Ese modo de hacer las cosas tan francés y tan tradicional, desde el silencio y con la prensa a sueldo. Recuerdo cuando lo de Irak, erigiéndose en conciencia de occidente, como si él la tuviera. Son lo peor de la política. Vividores que siempre intentarán seguir ahí, al precio que sea. Que nunca han tenido ni oficio ni beneficio, por más que nominalmente sean abogados o funcionarios. Que han seguido soñando que sus países eran grandes y que han hecho carrera a costa de excitar el estúpido narcisismo de sus compatriotas.
Otro patriota más condenado por corrupto.
21.12.11
A medio camino entre el enfado y la tristeza
Es una mala noticia. Pésima. Me quedé helado, de verdad, al leerla. Cierra Revista de Libros. Cierra quizá la mejor revista española sobre libros en sentido amplio. Cierra.
Y en su cierre yo acuso desde aquí a todos; acuso a la Fundación que le ha negado la ayuda para que siguiera existiendo. No sé qué entiende una Fundación de una Caja como obra social, quizá hacer idioteces con su dinero, como la bobada del tal Calatrava en la Plaza de Castilla. La revista cierra, después de todo el dinero que la Caja se ha gastado estúpidamente estos años en fútbol, promociones y bobadas. Acuso a su matriz, la tal Bankia, que no ha sido capaz de salvar la mejor revista de su género en España, la única que nos ponía cerca de otros países a los que siempre miramos con admiración. Otra entidad financiera más que se guía por la máxima de “dinero no habrá, pero pa´tontadas...”
Pero sobre todos acuso también a mis compatriotas, los supuestos españoles, que no han sido capaces de comprarla o de suscribirse y que han dejado que una revista de tanta calidad tuviera su existencia ligada a la supervivencia de la economía del ladrillo.
Tenéis el país que os merecéis. Lo que me jode de verdad es ser vuestro compatriota.
20.12.11
Diez años ya...
La semana pasada cumplimos diez años sin Sebald. Otro que se marchó sin el Nobel. Fue un descubrimiento de hará ya unos seis u ocho años. Un descubrimiento a medias entre Jesús y mis añoradas amigas de Fronda. Descubrir una escritura concisa. Elegante. La fuerza de un adjetivo bien puesto. Y de fondo, unas reflexiones a las que nunca me había asomado: la aniquilación de Alemania al final de la guerra. Un título hermoso que vale por toda una vida: sobre la historia natural de la destrucción. Apenas un ensayo. Menos de doscientas páginas. Uno de los mejores libros que he leído en años. Sebald tuvo hace diez años un infarto mientras conducía y se mató al estrellarse. No era muy conocido en España, y de hecho los periódicos apenas hablaron de él, más allá de alguna honrosa excepción. He leído poco del resto de su obra, quizá porque, como me pasa con algunos autores, veo que escriben lo que yo hubiera escrito si hubiera sido un escritor de talento. Es lo que me pasó con Vértigo, que no pude terminar, hastiado de verme reflejado en la obra de otros. Pero sí que intuí que Sebald, como hacemos otros, escribía para defender una soledad muy concreta. La suya.
Diez años sin Sebald.
Que la tierra te sea leve, estés donde estés.
19.12.11
En el día de los migrantes...
Ayer se celebraba el día internacional de las personas migrantes. Hermosa metáfora de un 18 de diciembre. Es curioso que celebremos un día en recuerdo y homenaje de las personas migrantes. Migrar nos hizo humanos, a todos, cuando alguien se levantó en la sabana y echó a andar. Todos migramos y cuando lo hacemos, simplemente repetimos lo que nuestros antepasados llevan siglos haciendo. Te vas haciendo mayor y descubres que los tuyos también fueron migrantes, de la Sanabria al País Vasco, a Suiza, a Madrid, qué importa dónde. Y nosotros lo seguimos siendo, aunque todavía vivamos donde nacimos. Y recuerdo las sabias palabras de Borges en aquel texto que comenzaba diciendo: “Las migraciones que el historiador, guiado por las azarosas reliquias de la cerámica y del bronce, trata de fijar en el mapa y que no comprendieron los pueblos que las ejecutaron”. Quizá nosotros no comprendamos tampoco nunca las nuestras. Quizá porque vivimos una vida en la que el cambio es la única constante cierta
Feliz día, lector, porque seguro que usted también es una persona migrante.
18.12.11
De la irrelevancia como destino
Europa es una hermosa idea que llega demasiado tarde y que antes o después tenía que entrar en crisis. La Europa que hoy conocemos fue un intento fraguado en los años cincuenta para evitar que Alemania siguiera invadiendo Francia de manera cíclica cada pocos años. Con el tiempo, se convirtió en una forma de lucha contra la decadencia que amenazaba a un continente, en sentido estricto una península de Asia, a partir de los años sesenta. Aún no nos damos cuenta, porque culturalmente venimos de un mundo europeo en lo cultural, y lo cultura es lo que vale, pero ese es un mundo que se va deshaciendo. Que va quedando para el recuerdo. Desde la crisis de Suez, ningún país europeo ha sido ya capaz de imponer ninguna estrategia en ningún lugar del mundo. La Unión era una forma de mantenerse fuerte, o de prolongar la agonía, como prefieran. Y es que siempre he pensado que la Unión es el canto del cisne de una anomalía histórica fruto de la cultura: que un territorio periférico dominara el mundo durante más de cinco siglos. El legado será largo, espero, y habrá cosas que no desaparecerán fácilmente, pero el mundo dentro de veinte o treinta años no se parecerá en nada al de hace diez. Y da igual que haya una crisis económica, que Cameron se vaya, que Sarkozy grite o que la Merkel nos ponga deberes. Nuestra irrelevancia será cada vez mayor. Y ya lo siento, de verdad, no crean que me alegra. En absoluto
17.12.11
La Casa antes conocida como...
Nuestro paseo por el Toledo judío continúa con una visita a ver La Casa del Greco. O mejor dicho, el edificio antes conocido como La Casa del Greco. Aunque vamos a ver el Apostolado, es de la historia del edificio de lo que hablamos durante el paseo. Y aparece otro personaje interesante, el Marqués de Vega Inclán; un hombre clave en la difusión de la obra de un autor que había sido oscurecido por los siglos, como también fue clave en la creación de un modelo de museo que no había en España en aquella época y que lo llevó a recuperar retazos de nuestro patrimonio sin ayuda de nadie. Un hombre sin el que tampoco podemos explicarnos, probablemente, la existencia de una Red de Paradores nacionales en todo el país para dar acogida al incipiente turismo que empezaba a llegar en los años veinte del pasado siglo. La Casa Museo fue un intento de recrear cómo era una casa toledana de la época, para que el visitante sintiera que estaba visitando el mismo espacio en el que vivió el Greco. Recién recuperada, es una buena forma de disfrutar no sólo del apostolado, que ya había visto en otra vida, cuando estaban en la roca de Victorio Macho, sino sobre todo de la vista sobre la ciudad que el genio pintó, un cuadro adelantado en más de doscientos años a su tiempo. Un cuadro para mirar durante horas, sin cansarte, recorriendo cada palmo de su superficie, ajada ya por los años. Una mirada de finales del XIX pintada a principios del XVII. Una delicia, finalizar este paseo por el Toledo judío en la casa de un pintor de leyenda. Y hablando de leyendas, me asalta una duda mientras nos dirigimos a homenajearnos con unas perdices a la toledana preparada en los mejores fogones de la provincia: ¿y se hubieran conocido?
PS: de camino a Toro.
16.12.11
Alternando el cine con las series...
Estuvimos viendo In Time. Una fábula sobre el tiempo y la importancia que tiene para el ser humano desde que descubrió un día su propia individualidad. Desde que descubrió que es mortal y se separó así el resto de los habitantes del planeta. Un mundo, el de la película, en el que las personas cobran en tiempo y no en dinero, y que cuando se quedan sin tiempo, mueren. El planteamiento es bueno, pero la película acaba quedando en una mezcla de Bonnie and Clyde aderezado con toques de Robin de los bosques. Se pasa el rato, pero poco más. Entre medias, sigo alternando las primeras temporadas de The Wire y de Deadwood en espera de empezar la tercera del Ala oeste y la cuarta de MadMen. Ir viendo series es una forma de hacerte mayor. Tras tantos años de peplum, llegas a Roma y ves crecer a Augusto conspirando. Tantos años de corrupción en Miami, y te enfrentas con The Wire a un mundo en el que no hay dinero para escuchas, en el que hay policías que quieren escaquearse, traficantes con sus propios códigos morales y políticos que buscan no tener problemas. La vida misma. En Deadwood, frente a la vida de John Chisum, te das de bruces con un pueblo aún sin incorporar a los Estados Unidos en el que la gente mata, roba y persigue la ambición de hacerse rico para volver al este. Buenas series las dos, de la HBO, por supuesto.
Madurar es asumir la complejidad del mundo. Eso está claro.
15.12.11
Aquella mujer hermosa, de buen entendimiento...
Seguimos de paseo y nos acercamos a la Sinagoga que en su día levantó Samuel Ha-Leví, tesorero del rey Pedro I el justiciero, en el marco de un Palacio concebido como símbolo de la prosperidad que la comunidad judía en Toledo, y en toda Castilla, había adquirido en aquel momento. Ahora se la conoce como la Sinagoga del Tránsito, y alberga un muy interesante Museo sobre la cultura judía en España. La sinagoga se funde con el Museo y ambos impactan cuando uno empieza a caminar: unas yeserías delicadas y un artesonado espectacular enmarcan la vista. El patio, en el que se han ubicado estelas funerarias judías, es un remanso de paz, aun con la niebla, aun con diciembre. El museo está muy bien organizado y se muestra de manera didáctica el origen de la cultura judía y su influencia en España. Hablamos mientras paseamos. Hablamos de Pedro, una pasión compartida, otra más, entre Jesús y yo. Aquel rey que fue capaz de enamorarse una sola vez y para siempre de una mujer hermosa, “de buen entendimiento e pequeña de cuerpo”, aunque las razones de Estado los obligaron a casarse con otros. Hubo otra Castilla; la Castilla burguesa de las ciudades y los negocios, una Castilla que murió en Montiel, a manos de un traidor aliado con la alta nobleza. Hubo una Castilla donde los judíos prosperaban, con el apoyo de la Corona (y ahí estuvo Ibrahim Ibn Zarzar para demostrarlo) y que tal vez hubiera configurado un futuro diferente para este país que luego todos llamaron España. Una Castilla en la que los sueños eran posibles y a veces, incluso, se cumplían. Todo ello antes de que la noche en forma de Trastámaras cayera sobre los territorios del Reino. Esta sinagoga es de lo poco que queda en pie de aquel Rey justiciero que intentó poner orden en medio del caos y que acabó siendo traicionado por los grandes. Una hermosa metáfora de esta Castilla, la que face los omes e los gasta...
PS: de nuevo en Pucela
14.12.11
Esos análisis de alto nivel...
Me hace gracia el análisis que en España se hace de las derrotas electorales. Cuando la derrotada es la izquierda, como ha sido el caso, lo que ha pasado no es que haya ganado el pepé, es que han perdido ellos porque sus electores se han quedado en casa. No hay más que leer al tal Navarro, para quedarse asombrado de cómo en España los análisis se hacen con un palillo en la boca, mientras se apura una cerveza en el bar. Esa bobada franquista de la mayoría natural o silenciosa, como si los electores fueran los mismos que hace veinte o treinta años. Como si el país fuera una foto fija que no cambia. Como si siguiéramos viviendo en aquella República imposible que el tiempo ha terminado de falsear, convirtiendo en una postal idílica lo que no fue más que la constatación del fracaso de un modelo de convivencia. El otro día, comentándolo con mi caro amigo Batera, le hacía ver que desde 1986, y ya ha llovido, nuestra lamentable socialdemocracia no ha conseguido ninguna mayoría absoluta en el Congreso de los diputados (y diputadas), ni siquiera en 1989; mientras que el pepé va ya por la segunda. No está nada mal, para ser este un país rojo por naturaleza.
PS: Lo de Azúa es de lo poco sensato que he leído. Péguenle un vistazo. Alguna frase es para enmarcar: “Por ejemplo, es de todo punto incomprensible que el presidente de los socialistas vascos sea Eguiguren, un melifluo valedor de quienes han defendido el asesinato como arma política”.
13.12.11
Ciudades mágicas, de nuevo
Las ciudades hay que verlas siempre con alguna persona. Porque cada ciudad tiene su imagen y su sentido. Una o dos veces al año vuelvo por Toledo. Siempre con Jesús, eso sí. Son viajes mágicos a una ciudad que es mucho más que una capital de provincia o que una referencia administrativa. Esta vez tocaba recorrer, será el azar, el Toledo judío. Un viaje que también pudo haber sido un regalo, pero esta vez ya no pudo ser. Aunque el viaje en sí fuera un placer para los sentidos. Había niebla. Y frío. Esa niebla que sólo se da en las ciudades castellanas amarradas a un rio. Una niebla espesa, que no levanta en todo el día y que te acaba quemando la nariz. La judería. Este fue uno de los espacios más vivos de la ciudad. Cayendo al río. Protegida. Visitamos primero la sinagoga de Santa María la blanca, en plena aljama. Las sinagogas no responden a lógicas constructivas propias, se adaptan a donde van, entre otras cosas, porque donde se juntan diez varones judíos, ahí ya hay una sinagoga. Sus capiteles son hermosos, una fantasía oriental en medio de la mañana toledana, probablemente edificada por canteros moros. La sinagoga fue atacada en los pogromos antijudíos que se sucedieron en Castilla a los pocos años del asesinato del rey legítimo a manos de su hermano bastardo. Convertida más tarde en Iglesia cristiana, hoy no tiene culto y sigue siendo un edificio enigmático, como enigmático es, tantos siglos después, todo lo que rodea a la presencia judía en la península. El pueblo judío estuvo aquí más de quince siglos, pero sin embargo ha desaparecido de la memoria española. Se nos va la visita charlando sobre el tema, a esos tres conversadores empedernidos que nos hemos juntado. Y una duda, mientras abandonamos el templo: ¿cómo es posible que España sea un país tan antisemita si aquí nadie los recuerda ya entre nosotros?
12.12.11
Un par de libros
Libros. Aprovechando que el amigo Moretón leía en Altaïr, me hice el otro día tanto con el Portugal, de Torga, como con los Orígenes, de Maalouf. Para leer a Torga no necesito muchas excusas, la verdad; es siempre un placer, y desde que Lauru me contó su visita a Rihonor, más aún. Un tramontano al que no le dio tiempo a ganar el Premio Nobel. El libro es un conjunto de descripciones sobre su país, vista desde los ojos de alguien que supo que, si era algo, era rayano. El placer de pasear con calma por ese país cercano y a la vez tan lejano, apoyado en el hombro del médico de Tras os Montes. Ya le iré contando, descupado lector.
El de Orígenes, de Maalouf, es una recomendación directa de Maic, una noche algo alcoholizados en Beirut este. Un viaje a la memoria, buscando conocer los orígenes de su familia, reconstruyendo con la paciencia de un entomólogo las vidas y las muertes de los que le precedieron y le hicieron, en gran parte, ser como es. El libro que nunca escribiré ya lo escribió Maalouf al otro lado del mediterráneo. Así que tengo la obligación de leerlo.
11.12.11
Cine tranquilo
Me pasó Chis el hombre tranquilo. Una edad de oro. Es lo que todos buscamos, supongo, cuando nos ponemos a soñar: en el caso de John Ford es una Irlanda rural, noble y soleada. No sale un cielo gris hasta que no llevas casi una hora de película. Una Irlanda en la que nadie pasa hambre, idealizada y lejana de la que sus padres hubieron de abandonar antes de que él naciera. Ese mundo de bondad, donde todos son ingenuos y buenos a su manera. Para alguien como Ford, que vivía en el mundo más urbano de su época, realizar un canto a la nostalgia como aquel debió de ser, en cierta medida, un desahogo. Un John Wayne que llena toda la pantalla y una Mauren O´Hara que resume las virtudes de una mujer rural en aquel momento: carácter y sumisión a partes iguales. La película es entretenida, con esa escena final del combate eterno recorriendo el pueblo y todos apostando como si les fuera la vida en ello, sin una gota de sangre en las caras y con la alegría de dos vecinos honrados discutiendo como hombres a la vista de todos. Un tributo a la melancolía de un director en forma de película. Y entiendo porqué a Chis le gusta tanto. Es difícil no verse reflejado en muchas de sus escenas. Algún día volveremos a Irlanda, o quizá sigamos limitándonos a brindar, engañándonos mientras gritamos de manera anual aquello de “el año que viene, en Jerusalén...”
10.12.11
Especulando, en todos los sentidos...
Papeles. Cuanto más leo, más se invalidan mis hipótesis de historiador a la violeta, erudito diletante a ratos muertos. Hubo desamortización en el mi pueblo. Vaya que si la hubo. Y compradores ilustres. Las ventas, los robos en realidad, se ampararon en dos leyes aprobadas durante el bienio progresista: la ley de uno de mayo de 1855, y la de once de julio del año siguiente. Se hicieron lotes y se pusieron a la venta. A finales de 1876 gran parte de estos lotes, no sé si todos, fueron comprados por un zamorano. Compró fincas, muchas, y compró rentas también procedentes tanto de la Cofradía de las Ánimas como de la Virgen de la Portería.
El comprador era un tipo interesante que formaba parte de la élite económica de la ciudad: Ramón Zorrilla del Árbol. Creo que compró para especular. Y creo que en algún momento vendió las fincas a las familias poderosas del pueblo. Un personaje Zorrilla, nacido en 1819, creo que ya formaba parte de la Milicia Nacional con apenas veinticuatro años. Cuando un oscuro ingeniero logroñés llamado Práxedes llegó a Zamora, debieron de hacerse amigos, aunque tengo la sensación de que Ramón evolucionó hacia posiciones más templadas. Teniente de alcalde del Ayuntamiento zamorano en 1851. En 1865 es miembro del Comité del Partido Progresista en Zamora. Un hombre de Sagasta, supongo, que es nombrado alcalde de la ciudad en 1885.
¿Qué hacía un tipo así comprando bienes en mi pueblo? A ver si saco un rato y consigo escribir algo sobre él
9.12.11
Cine de años buenos...
8.12.11
El dolor y las faltas
Es el dolor. Uno lo mira en otros y cree que es capaz de aprender a convivir con él, pero siempre hay algo que a uno lo supera. Es una mañana de diciembre y hace frío mientras bajo a por el coche. Y uno piensa en Vallejo y no tiene ganas de escribir nada. Sólo tiene ganas de leer, de recordar uno de sus poemas en prosa que empezaba reconociendo que “Yo no sufro este dolor como César Vallejo. Yo no me duelo ahora como artista, como hombre ni como simple ser vivo siquiera [...]”. Y uno recuerda que lo que más nos duele son los otros, que el dolor que sentimos en las personas a las que queremos nos golpea doblemente. Porque hay gente sin la que nuestra vida es incomprensible. Esa gente que sabemos que algún día se irá y en la que no dejaremos de pensar cuando escribamos, sentado en el porche del hogar, aquello de: “Hoy estoy en el poyo de la casa, / donde nos haces una falta sin fondo [...]”
Es el dolor. Y mi aterradora incapaz para comprenderlo.
7.12.11
Mirar y ver...
Mirar. Aprender a mirar. Pasamos miles de veces por los mismos sitios y no nos damos cuenta de nada. Yo el primero. A veces, antes de mirar, hay que escuchar. A mí me pasó en verano. Alguien me habló del castro, de pasada, mientras dábamos un paseo por el pueblo. Era septiembre y entonces todavía la Sanabria resplandecía. A veces parece que no oigo, pero algunas cosas se me quedan. Un castro. En el mi pueblo. ¡Qué falta de respeto!, y yo sin presentarme, sin conocernos, tantos años después. Así que había que ir. Y fuimos. Está a las afueras, excéntrico no sólo del pueblo sino incluso del barrio que formaron los francos en él, varios siglos atrás. Pero es un castro de libro. Lo subimos. Lo bajamos. Me senté. Toqué las rocas. Olí el musgo. Lamenté no saber dibujar para poder pintarlo como es ahora y como pudo haber sido hace treinta siglos. Se ve el castro de la Puebla, perfectamente. Es fácil de defender y uno es capaz de imaginar incluso algunas estructuras en forma de terraza que quizá son restos de lo que aquí hubo. El castro hoy es comunal. Quizá su nombre y su carácter y uso expliquen que en lo que ahora es el mi pueblo hubo también un castro. Uno más. Cerca del de Avitiello, a pocos quilómetros del Castro de Sanabria. Había que defenderse. El Camino Antonino siempre ha sido la ruta por la que aquí han llegado los metecos y no siempre con buenas intenciones.
Estaba oscureciendo ya cuando dejamos el castro atrás. Me di la vuelta para despedirlo. Ahora que nos conocemos, vendré a saludarlo de vez en cuando.
PS: Iñaki Martín Viso escribió: “En época prerromana y romana se detectan vestigios en algunos castros cercanos a los núcleos actuales, pero posiblemente abandonados con anterioridad. Así sucede con Moreruela de Tábara, Otero de los Centenos (Carballeda), Sampil (Sanabria), Tábara y Vime de Sanabria. Una hipótesis es que la cercanía de los castros, desfuncionalizados para la época altomedieval, se inscribiera en un proceso de transformación del hábitat en el que se abandonan los castros a favor de asentamientos en llano”
6.12.11
¿Sabe lo importante que es ubicar en el mapa tanto a Botsuana como a Zimbabue?
Transparencia Internacional publicó el otro día su informe anual sobre la corrupción en el mundo. Los resultados, no por esperados, dejan de ser reveladores de quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos. En los países prósperos, la gente en general no paga sobornos: las normas se cumplen y el capital social fluye por todos los lados. Los datos atruenan como una tormenta: los países menos corruptos son los más prósperos. Los países más corruptos son los más atrasados. Para salir del hoyo los países han de estar compuestos por personas honradas, que entiendan que vivir es caro y que exige esfuerzo. Que entienda que la forma de prosperar es trabajar de manera honrada, sin intentar engañar a nadie. Que es difícil ser rico, pero que es mucho más difícil ser feliz, y que lo segundo no está, nunca lo ha estado, forzosamente relacionado con lo primero.
La diferencia es, desde hace muchos años, la que hay entre Botsuana y Zimbabue, dos países vecinos que comparten cientos de quilómetros de frontera. En los años sesenta el primero era uno de los territorios más pobres del mundo y el segundo uno de los más prósperos de África. Cuarenta años después, uno es una democracia con un PIB per cápita que se acerca a los 8.000 dólares y el otro es un Estado asolado por el hambre, cuyo pib per capita no llega a los cuatrocientos.
Uno es un país democrático en el que las minorías tienen un papel activo en la vida política y el otro es una dictadura cleptocrática en la que las minorías fueron expulsadas hace tiempo.
Botsuana hoy ocupa el puesto trigésimo segundo del Índice de Transparencia, justo por detrás de España, pero por delante de países que son socios nuestros como Polonia, Portugal o Italia. Zimbabue ocupa el puesto 154, por detrás de países como Rusia, que ya es decir, Nicaragua o Bielorrusia.
Poco más que añadir, hoy que es el día de la Constitución.
5.12.11
De lunes desde mi ventana...
Es lunes. Hace frío. Me levanto cuando amanece. En el oeste, la luz está hecha de otra pasta. No hay nada igual, la verdad. Aprender a ver la luz. Cuántas cosas nos quedan por aprender. Cuántas cosas en las que no nos fijaríamos nunca si no tuviéramos cerca a alguien que se preocupara porque supiéramos mirarlas. Siempre que estoy en casa, y siempre que estoy solo, como hoy, recuerdo una noche de invierno, hace muchos años, con mi abuelo sujetando mi mano y ayudándome a escribir el número cinco. Con delicadeza. Con dulzura. Son los pequeños gestos los que nos hacen personas. Nosotros, tan gesteros, como escribió Claudio Rodríguez. Esa mano acariciando una cara: contigo todo es tan fácil. Esas manitas de una niña de cuatro años poniéndose sola el abrigo, con delicadeza, enseñándome a hacerlo para que me fije mientras salimos de la Casa del libro.
Sólo se es humano desde la ternura.
Todo lo demás son bobadas.
Hablando de bobadas. Es hora de desayunar. Que si es lunes, hoy toca Mercado, claro.
4.12.11
Olía a café, siempre olía a café...
Nació el último año del siglo XIX. Cuba era aún una herida abierta. Nació en Cervantes, en la calle del Cabezo. Su padre tenía un negocio en el Mercado. A su abuelo paterno no llegó a conocerlo, aunque no sé si alguna vez supo porqué. Aprendió a leer, y a escribir. Se libró de la mili por sorteo, que no por cuota, y se casó en 1929. Tuvo varias novias, “pero se quedó conmigo porque yo sabía leer y escribir”, me contó su mujer hace muchos años, a la luz de la lumbre. Montó su propio negocio. Lo levantó. Y crió a casi diez hijos. Era buen lector, sobre todo de la prensa. El Ya y El Correo. Tenía moto y la usaba mucho, quizá debido a que nunca quiso conducir coches. De su padre aprendió muchas cosas, entre ellas, el oficio de herrero. Tengo la intuición de que también fue zurdo, aunque en aquella España eso no significara nada más que escribir mal con las dos manos. Vivió la guerra. Y cuando acabó vivió que a él fueran a buscarlo los maquis, esos demócratas, para matarlo. Sin juicio, sin defensa, a él, que escondió durante la guerra a un vecino socialista y lo ayudó a huir a Portugal. Se fue haciendo mayor. Y disfrutó mucho de sus nietos. Siempre detrás de un mostrador, con un café humeante para cualquiera que llegara a comprar, a charlar o sólo a despedirse. Los lunes, organizando la tienda, algunas tardes cortando cristales y otras forjando en la su fragua. Ya de mayor viajó a Roma, y estuvo también en Portugal. Venía el día de la fiesta a mi pueblo a comer y todo el mundo lo saludaba con afecto. Fue un hombre bueno, que intentó pasar por la vida sin hacer daño. Que no robó, cuando muchos otros lo hicieron. Y que también practicó, en una escala modesta, en un pueblo perdido de una provincia olvidada, el “Yo no” que sólo unos cuantos supieron defender en uno de los siglos más canallas de la historia de Europa.
Lo recuerdo bien, porque algunas personas, el ejemplo de algunas personas, y la imagen que dejan cuando se van, se guardan para siempre en el corazón de los que los conocieron. Y allí permanecen de por vida. Y eso que yo era poco más que un niño cuando murió. Hace hoy veinticinco años.
3.12.11
Vivir derrochando...
El problema no era que viviéramos como los ricos, el problema era que derrochábamos como idiotas. Y ahora todo el mundo parece que empieza a darse cuenta.
Lo de las teles siempre me ha dejado asombrado, y es un tema recurrente en los almuerzo con mi amigo John. Resulta que hay unas que pertenecen a los gobiernos autonómicos. No a las comunidades, sino a sus gobiernos. Son un derroche. No porque sean públicas, sino por la política que han seguido. Resulta que varias de ellas emitían partidos de fútbol, a la misma hora y también en abierto, es decir, tal y como lo emitía una cadena privada. Así, un sábado un ciudadano puede elegir si ver el partido por telemadrid o por la sexta, en Madrid, o por tevestrés o la sexta en Cataluña. Era un disparate. Porque costaba dinero, porque se le hacía pagar al contribuyente algo que el mercado daba gratis. Así son. Todos. Socialistas de todos los partidos. Pagando favores inconfesables con el dinero de los demás. Y luego que si la Aguirre es ultraliberal, pues ya me dirán ustedes. La bobada catalana era la lengua, pero desde que llegó la tele digital no sirve, se pueden ver los partidos en la sexta en catalán en cualquier lugar de España. Luego estaba la fórmula uno. Un dispendio. Pero había emisoras, como la asturiana, que la daban, cuando también la daba la sexta. Así, con un par. Un dineral. Es que alonso es asturiano. Y vosotros estáis mal de la cabeza.
El problema de fondo es tener una clase política que concibe la política como un a vivir que son dos días. A ver si la crisis pone coto a esto. No tengo claro que haya de haber televisiones públicas, pero sí que creo que si las hay, han de ser pocas pero muy públicas: es decir, centrarse en lo que no ofrezca el mercado: que quieres dar futbol, pues nada, la segunda b y tercera, que vale dos duros y genera cantera. Quieras dar noticias, pues sobre el pueblo, no mandes gente a Nueva York, hombre de dios, que luego todo el mundo se ríe de vosotros. Quieres rellenar parrilla, pues con documentales y concursos: cifras y letras para todo el mundo...
Si es que tengo que estar en todo.
PD: Cena cata entre amigos, maridando setas con Liberalia. Buena manera de tener la cabeza ocupada.