Me
adentré en el jardín de las bestias. Otra buena recomendación del Círculo. Otro motivo más para no darme de baja. Una
historia fascinante, con un título y una portada bastante boba que desmerecen
el contenido. Leer es viajar. Ahora, el viaje me lleva al Berlín de 1933, de la
mano de la familia del embajador Dodd, recién nombrado por Roosevelt para
representar a la república norteamericana en la República presidida aún por
Hindemburg. Un Dott con el que viaja su hija Martha, y que no quiere creer que
los nazis sean tan malos como la prensa y los judíos dicen. Una Martha fascinada
por unos nazis de carne y huego y que, como tantos otros, se niega a creer
varias de las historias que circulan sobre ellos.
El
viaje complementa, en cierto sentido, el paradero desconocido en el que me adentraron mis amigas de
Fronda y junto a los diarios de Missie, permite aterrizar bien en aquella época
de tinieblas.
Le
iré contando, desocupado lector.
PS:
por cierto, una bitácora interesante, la
Caricatunya