Inquisiciones de las nuevas

El feminismo como nueva inquisición, por Mario Vargas, el otro día en El País: los nuevos puritanos, a vueltas con los libros pornográficos. La novela nos permite entrever ese  otro yo que llevamos dentro... No se lo pierdan.

Mentiras, pero muy repetidas..

Las mentiras están más presentes en la sociedad moderna de lo que pensamos. Y todo el discurso elaborado en torno a la inmersión en Cataluña es un buen ejemplo: ni cohesiona, ni es habitual en ningún lugar del mundo ni mejora los resultados. Pero ya se sabe que una mentira repetida mil veces...

Postverdad, también en nuestra mente

Se reúnen más de 2.000 personas cooptadas por el Partido Comunista Chino y nosotros le llamamos Legislativo, como si fuera un Parlamento de verdad. Los elegidos deciden aclamar de manera estalinista a su líder, y los medios occidentales titulan que el parlamento chino aprueba la reelección. 

El autócrata ruso llama a las urnas después de haber expulsados a sus rivales (expulsarlos en el mejor de los casos) y dominando todos los resortes del Estado, y luego decimos que habido elecciones en Rusia. Hablando de Rusia, leo en El País que el viceprimer ministro de aquel país ha adquirido dos pisos en la mejor zona de Londres por 13 millones de euros, 100 veces su salario anual. Qué bien administra este hombre su dinero...

El mundo está cambiando

El pasado domingo la portada de ABC estaba dedicada a la disrupción que va a causar la tecnología. En el interior, una crónica de Luis Ventoso, con algunos tópicos pero interesante en cualquier caso. Ideas relevantes: las actividades relacionadas con la conducción son el primer empleo en 29 de los 50 estados de los Estados Unidos, un país que cuenta con más de 5 millones de camioneros. El impacto de la automatización va a ser también ahí brutal. 

Otro tema que señala Luis Ventoso: cualquier cosa que requiera al menos de 10 segundos de pensamiento podrá ser realizada por la inteligencia artificial.

Para acabar, y en línea con Harari, es posible que no estemos acercando al fin de la lotería genética, que permitía que a veces un pobre fuera más inteligente o mejor dotado físicamente que un rico.

Ya están aquí

Se está produciendo, delante de nuestros ojos, un cambio cualitativo en relación al narco en la provincia de Cádiz. Están ganando legitimidad social y el dinero corre como la espuma. Y así, no hay manera de hacerle frente al problema. Vendrán días difíciles, y la crónica que ha sacado estos últimos días El Mundo es solo un  ejemplo más. El mundo que Saviano describía en Cero, cero, cero está más cerca de loue parece. No se lo pierda, lector.

Titanes del este

Miramos mucho al este, pero nos vamos hasta China y apenas nos detenemos en la India. Las cosas quizá no acaben como están ahora y quizá nuestros hijos hablen más de la India, como dejaba caer el otro día Pablo Pardo en El Mundo. A ver si al final Narendra Modi no era un enloquecido fanático hindú, como nos pintaron cuando llegó. A ver si al final, ser de Guyarat, como aprendimos con Kaplan, es más importante de lo que parece...

¿Y si se acabaran las resacas?

El final de las resacas ya está aquí. Qué cosas. A ver cómo desalcoholizamos ahora a todo el mundo.

Optimismo

Tenemos motivos para ser optimistas. Y Pinker es nuestro faro. No se lo pierda, desocupado lector. 

La brecha por la maternidad, de un plumazo

Lo publicaba el otro día Actualidad económica y, como creo que no está en su web en abierto, lo reseño aquí. Entiendo que gran parte del análisis está basado en el trabajo de Murillo y Simón "La gran recesión y el diferencial salarial por género en España".

Siempre me he preguntado por la brecha salarial: llevo muchos años trabajando en entornos cualificados y nunca he visto que se pague menos a una mujer por serlo. Mi entorno no es represetnativo, lo tengo claro, pero no entendía el concepto: ¿de verdad alguien paga menos a una mujer por serlo? 

Leo en el artículo que esta brecha ascendía en 2015 al 22,8% (una remuneración promedio de 25.992 euros frente a 20.051). ¿Por qué? 

Los hombres trabajan más horas que las mujeres, casi seis horas más a la semana dado que la jornada a tiempo parcial está más extendida entre ellas (24,1%, frente al 7,3% de los hombres, datos de 2017). Por ello, lo que su usa es el salario promedio por hora trabajada. Ahí los datos de la brecha ya se quedan en un 14,2%, brecha inferior por cierto a la de Alemania (22%) o Austria (21,7%) o Dinamarca (15,1%) Esta brecha además se ha ido reduciendo, pues era del 18,1% en 2007. 

¿Dónde está la clave? Los mejores salarios están en sectores donde hay más hombres (sector suministro energético, un 80% de varones) y los peores salarios están en el sector doméstico, donde un 88% de los empleados son mujeres. Además, la antigüedad de los varones en sus empleos es superior al de las mujeres y por ello disfrutan de manera correlativa de empleos con mayores responsabilidades y por lo general mejor pagados. 

Pero esto no lo explica todo: en los españoles con menos de 30 años, la brecha es inexistente en términos estadísticos (un 3%), luego la clave es la maternidad en realidad: tanto en España como en Dinamarca es más o menos un 20%, y allí después de muchos años de políticas públicas: un porcentaje de mujeres cuando es madre reduce la jornada y, por lo tanto, ve reducido su salario: lo que se penaliza de manera salarial no es ser mujer, es ser madre.  Y ese, es otro tema...

¿Estrasburgo? ¿No será Andorra?

Lo publicaba ayer Antonio Elorza en El País. Nosotros hablando de Tribunal Europeo de Derechos Humanos, así, pomposo y en mayúscula, y resulta que nos referimos a una instancia donde hay, por ejemplo, un juez propuesto por Putin y otro por Erdogan. Pero no solo eso, resulta que el firmante de la sentencia que considera que quemar el retrato del Jefe del Estado en público es una bobada es un juez andorrano, un tal Pere Pastor, que sucedió a un magistrado de Gerona, un tal Casadevall, el que presidió la sala que dio la razón al secuestrador Otegui frente a a España.

Menos complejos, con Andorra...

El maestro Espada, el otro día en El Mundo, sobre los bulos y las bulas: "El hecho alternativo no pretende suplantar la verdad con la mentira, una operación que aún conserva cierta nobleza de familia. Su objetivo es más sofisticado y radical y consiste en obtener mediante lo verosímil los mismos efectos que con lo veraz". 

Y ese final, tan claro y que todo el mundo ha olvidado ya: la venta ilegal está dominada por mafias que explotan a los seres humanos, por eso ha de ser perseguida por la policía...

Y todo esto, ¿para qué?

Baño de realidad este sábado en La Vanguardia a cargo de Jaime Malet: fuera de aquí en realidad lo que la gente no se explica es cómo las élites catalanas se han comportado de manera tan irresponsable. Tantos años creyéndose el centro del mundo y al final el planeta los mira con lástima... No se lo pierdan, porque el autor es un personaje importante: catalán y presidente de la Cámara de Comercio de EEUU en España 

Papelillos, uno al año

El lector sabe que Perdidaco no lee ya apenas novela. Con Pericay, creo que es una cosa que uno debe dejar de hacer cuando frisa ya la cuarentena. Y ahí me mantengo. Por eso, leo muy pocas al año. Muy pocas y muy recomendadas. En estas, mi catalán favorito, hermano del alma en otra vida, me recomendó de manera encarecida el Limónov de Carrere. Tanto me lo recomendó que, en una de mis giras por provincias, me lo prestó. 

Un libro fascinante, para entender, a ras de suelo, lo que supuso la aplicación a gran escala del comunismo en Rusia. A través de la atrabiliaria vida de Limónov, recorremos la historia del país y de la contracultura desde los años cuarenta del siglo pasado hasta principios del siglo XX.  Y como hilo conductor, los cientos de zapoi que se ha cogido el protagonista a lo largo de su vida...

Un librazo que no debería perderse...

Públicas seguro, pero políticas no sé...

Berta González el otro día en El Mundo le ponía números al fracaso de las diferentes políticas llevadas por el Estado en la provincia de Cádiz. 

Mas política, dicen que necesitamos. Más ciencia aplicada a la política, digo yo, tan pancho...

Adictos a lo malo

Es un tema cerebral. El mundo va cada vez mejor, pero somos adictos a lo malo. Estamos enganchados a lo negativo. 

Es lo que hay...

La movilidad como derecho

La estación de Sanabria será una estación de tren, no de alta velocidad. Criticarla por estar ubicada en un pueblo de veinte habitantes, es como decir que el aeropuerto de Barajas, con sus cuatro terminales, se ha hecho para dar servicio a un pueblo de unos cuarenta mil habitantes...

La movilidad es un derecho de los ciudadanos, y ese es el único enfoque válido, desde mi punto de vista, cuando analizamos las polémicas sobre los ferrocarriles públicos. Vertebrar el territorio y garantizar los derechos de los ciudadanos...

El excremento del diablo

Magnífica la crónica de Pablo Pardo el otro día en El Mundo.  El petróleo y el sector privado: el excremento del diablo.

Hasta antes de ayer, como quien dice...

Luis Alemany firmaba una crónica deliciosa el otro día en El Mundo sobre el lisboeta puente del 25 de abril. Al leerla, descubre uno cosas fascinantes: hasta 1862 no había ningún puente que cruzara el Tajo en Portugal. ¡Hasta 1862!.  Dos Portugales, dos mundos separados casi por un mar. Tuvo que ser el Estado nación el que unificó, también físicamente, el espacio geográfico portugués. 

A la lucha por Harari

Tremenda la obsesión del supremacismo. A mí ya me llamó la atención cuando lo leía, aunque no le di más importancia. No sabía que detrás de los ejemplos del libro de Harari había, en su traducción al castellano, un diseño oculto en la mejor lógica del supremacismo nacionalista catalán.

Lecciones aprendidas de la prensa en papel

Farhad Manjoo, del NYT estuvo dos meses recibiendo información sólo a través de periodismo impreso. Aprendió muchas cosas, que resume en el artículo que publicó el otro día. No se lo pierda, lector, que es muy interesante...

¿Neutralidad?

Los algoritmos no son neutros; ya lo sabíamos. Y las minorías y las mujeres parece que son los que peor lo tienen en el mundo al que nos dirigimos. 

Visiones, del politólogo al economista

Mark Leonard el otro día en El País nos recordaba la diferencia entre la visión de un politólogo de la de un economista. Y yo, que vengo del primer ámbito, no puedo estar más de acuerdo. Lo de China con Xi y su liderazgo eterno no acabará bien. Esas cosas no acaban nunca bien...

Huelga

Día de huelga. Aquí está el manifiesto de las convocantes. La huelga es un derecho y no hay nada más que decir. Pero creo que es bueno saber qué cosas apoya cada una y cada uno. En concreto, las personas que apoyan la huelga de mañana entiendo que lo que hacen es gritar (literal) "bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje" y exigen la "despatologización de nuestras vidas" porque consideran que la "medicalización responde a intereses de grandes empresas".

En fin, no todas las mujeres opinan lo mismo y hay algunas que afortunadamente, señalan que no se reconocen "víctimas de nuestros hermanos, parejas, padres, hijos, amigos y compañeros, nuestros iguales masculinos. Nos rebelamos contra esa política de identidad que nos aprisiona en un bloque monolítico de pensamiento que niega la individualidad."

Calentando motores

Vimos, en riguroso diferido, el repaso que Arcadi Espada le metió el sábado a los periodistas (¿?) de La Sexta.  Dura un buen rato, pero no se lo pierdan, sobre todo la parte final. Es antológica:

Hablando del libro de Arcadi sobre Camps, que recojo hoy en librería, esto de Abreu sobre la ética periodística.

Eso que todo el mundo sabe...

Pero nadie dice en público. Está pasando, en el sur de España. En la provincia de Cádiz, para ser más concreto. Lo que contaba Saviano en su Cero, cero, cero...

Ciudades desreguladas

Lo que pasa cuando nadie regula nada. Son los pisos, pero puede ser cualquier otra cosa...

¿De verdad esto no le importa a nadie?

¡Soria es culpable!

El otro día en El Mundo. A ver si ahora el problema va a ser de la España rural y despoblada... no se lo pierda, desocupado lector. 

La magia de la técnica

Nos fascina la técnica. A todos. Y pensamos que los problemas pueden reducirse a datos y medirse. El positivismo del dato, se llama. Y ya sabemos que en realidad no nos lleva a ningún sitio: ojalá fuera tan sencillo. Pero por el camino, lo entretenidos que estamos...