Interesante esto, publicado por los medios de vocento el sábado, a medias entre cómo nos inventamos las tradiciones, y cómo se puede manipular el conocimiento a través de una encuesta. Todas las tradiciones milenarias son de antes de ayer. Y la clave en todas las encuestas está en las respuestas, no en las preguntas.
Para empezar la semana...
Rematé la Carne gobernada de Savater. Nada del otro mundo, citas y tal, pero poco más.
Esta reflexión: "Como dijo Cioran, en el mejor de los casos puede gobernarse sin crímenes, pero no sin injusticias. Esas injusticias, que se pretenden corregir, pero se reproducen una y otra vez, bastan para condenar a ojos de los deslumbrados por las buenas intenciones izquierdistas los incomparables logros de las sociedades liberales. Si alguien promete el paraíso (entre cuyos requisitos está ser inalcanzable)…, ¿cómo conformarse con un purgatorio con aire acondicionado y agua corriente? Y lo más irónico, como hizo notar el gran historiador inglés Robert Conquest, es que todo el mundo es conservador cuando habla de lo que de veras entiende, aunque luego adopte posturas revolucionarias en los grandes temas que solo conoce de oídas".
Es un festival de citas la Carne gobernada de Savater. Esta cita de Ramón Eder: “En la vida es mejor perder sabiendo perder que ganar no sabiendo ganar.”
La mejor frase de Manolo en el libro: “Nuestro tiempo pesa sobre nosotros como un peso de plomo."
Es difícil decirlo mejor.
La Vida de Manolo, y la huella del hambre en gran parte de su vida. Es interesante lo que considera él un país civilizado: "es una familia de grandes señores, saben invitar con una gracia y una generosidad que en Cataluña debe ser hoy un hecho insólito y lo que les más les gusta gente en casa comer. Insisto en ello porque cuando se encuentra gente interesada en hacer agradable la vida de los demás, es que realmente se ha entrado en un país civilizado".
El papel de la religión: “Hasta me gusta, de Gaudí, aquello que tenía de hombre de misa y comunión diaria. Un hombre que cree, cuando no es un sinvergüenza que usa la religión para cobrarte una peseta más por la comida, es siempre superior a un hombre que duda. Si piensas en ello, me darás la razón. El hombre que cree tiene otro aire”.
El hambre: dos reflexiones más: “En este mundo hay cosas divinas: las sopas de legumbres, las truchas de torrente, el agua fresca, la lechuga, está naturaleza que tenemos delante.” El corolario de esto es que “toda mi vida, aparentemente complicada, como le he dicho, la dominado el no haber podido comer siempre que he querido. Esto ha provocado que a veces me haya arrodillado ante un plato de judías como un franciscano. Esto me ha llevado incluso a otorgar al simple hecho de vivir toda la importancia que conlleva".
Era una falta de consideración no ponerme, 14 años después, con la Vida de Manolo, tras haber terminado la vida de Arcadio. No termino de cogerle la medida a Pla; quizá en catalán sea otra cosa. Es verdad que se lee como si se hubiera escrito ayer, teniendo cien años el libro, pero poco más.
Algunas notas de interés. La infancia de Manolo Hugué tiene lugar en el crepúsculo de un mundo, el de la Cataluña plenamente española. Estaba llegando el nacionalismo de segunda vuelta, el rancio, el romántico. Recuerda en su niñez, en los años setenta del XIX, que la banda municipal de la ciudad daba conciertos y los coros cantaban el "Gloria a España" de Clave y los "Rigodones de África", en homenaje y recuerdo de las gestas de Prim. Una Barcelona previa aún a la industrialización en la que el protagonista confiesa que "siendo joven me morí de asco".
A los señoritos los llaman Sumer en el argot, confiesa Manolo... ¿viene de Su Majestad el Rey?
Una película mítica, para volver a aquel mundo de los ochenta en el que me hice mayor. El poder blando de la imagen a la hora de configurar los imaginarios colectivos. Qué interesante esto de Jorge Benítez y lo que supuso la emisión, hace cuarenta años, de El día después.
Hay algo fascinante en el concepto clásico de Hybris, la desmesura que tanto temían los clásicos. Lo contaba Erica Benner el otro día en El Mundo: "Los antiguos griegos asociaban la hybris con reyes que, al sobrepasar sus límites, se convertían en tiranos. Esta idea no solo aplica a líderes individuales, sino también a pueblos y partidos. En Atenas, por ejemplo, la democracia cayó cuando los ciudadanos empezaron a creerse los más virtuosos y a justificar su dominio sobre otros."
El instinto de Isabel Díaz es espectacular. Se vio en la pandemia con los bares, y ahora con los temas que agobian las familias. La jornada continua, sin ir más lejos. Un ejemplo del poder sindical, al que le importa una higa el alumnado y la situación de los padres. Nadie se atreve a coger este toro por los cuernos, pero ella sí, con toda la legitimidad de sus resultados electorales en la región -setenta escaños por 27 del primer grupo de la oposición- y con el instinto que da ser periodista y no un aburrido funcionario licenciado en derecho.
Que tenga suerte. Y para entender porqué es necesario que la tenga, hay que leer al maestro Redondo, el otro día en El Mundo: "Las ventajas del horario partido benefician principalmente a las familias con menos ingresos, mejoran la alimentación de los alumnos y facilitan la conciliación."
A vueltas con el mítico Censo de 1591, la única enumeración completa de la población de Castilla en el siglo, para repartir el servicio de millones votado en las cortes en 1588-1590.
En el censo Santa Colomba de Sanabria aparece como Sta. Coloma, y consta de 67 vecinos, de los cuales 18 son pecheros, 48 hidalgos y un clérigo. Como curiosidad, en San Cipriano (San Ciprián) no se reportan hidalgos (¿eran todos pobres originarios de Asturias?) mientras que en Galende y Cubelo, son 5 de 55.
Aquel mundo.
Tenemos algunas fuentes más para conocer la población de la Corona en el mundo premoderno.
- Son muy importantes los padrones de 1561 1586 y 1597, todos ellos de difícil acceso.
- También está el informe de corregidores de 1571, el "Recuento de 1571" informe suministrado conforme a una real cédula de diciembre de 1570 para repartir a los moriscos que iban a ser deportados del reino de Granada.
- Está también el Censo de obispos de 1587-1589, en todas las diócesis, transcrito y publicado por Tomás González.
- El mítico Censo de 1591, la única enumeración completa de la población de Castilla en el siglo, para repartir el servicio de millones votado en las cortes en 1588-1590.
Jaime Revés, hablando de la familia en el libro del punk. Sostiene que "Los comunistas prosperaron, siendo pocos, por el valor del ejemplo que daban, no por la calidad de su doctrina, lo suyo era una causa moral, no política".
La educación integral de un niño, no los educamos solo para ser buscadores de empleo. Es importante, sostiene, que los jóvenes entiendan que "La felicidad la pueden encontrar en la familia, pero no en el trabajo. Nadie te garantiza que vayas a encontrar la felicidad en la familia, pero es muy difícil que la vayas a encontrar fuera de ella."
No podemos dejar que el entorno afectivo y familiar se vuelva líquido, y es que los hijos, sostiene Revés, son una de las mayores fuentes de felicidad, queridos y hedonistas jóvenes, la gran mayoría cree que ver crecer a los hijos es el mayor placer de la vida, dice la encuesta sobre familia y género (¿?).
Dos notas más de Esperanza Ruiz
en el libro sobre el conservadurismo. El
capitalismo, sostiene la autora, es la fuerza más revolucionaria de la historia, ha destruido todos
los vínculos tradicionales, también el de la familia.
S. Sotres el sábado en ABC. Que buenas reflexiones en apenas un párrafo: "Te vuelves un viejo – lo decía Carmen Balcells– cuando tienes ante lo nuevo más opiniones que ganas de comprender». Yo nunca tuve una opinión sobre internet, ni sobre el iPhone, pero vi aquella presentación de Steve Jobs y enseguida que se puso a la venta fui a Nueva York a comprarme uno, salió mucho antes que en España. Todo el mundo tiene opiniones pero son prejuicios sin el conocimiento decantado. Podría despreciar a sus cantantes y decir que es mejor Serrat o los Beatles pero querer a mi hija significa respetar a sus ídolos y es imposible sin entenderlos. Cuando dejamos de conocer el mundo dejamos de merecerlo y empieza el largo adiós..."
Acabando Los peces no existen, de Lulu Miller. Jordan fue eugenista hasta su muerte, esta gente pensaba que había una jerarquía en la naturaleza, una scala naturae. Ahora sabemos que no es verdad. Somo un animal que no quiere reconocer que lo es y, por eso, se coloca en la cúspide. Lo explica bien la autora en este párrafo: "quedarse atascado en una jerarquía es perder el sentido general, la verdad desordenada de la naturaleza, la maquinaria completa de la vida. La labor de la ciencia es tratar de mirar más allá de las líneas aparentes que trazamos en la naturaleza."
En fin, y sobre los peces, los cladistas y la llegada de nuevas corrientes para la taxonomía: las aves son dinosaurios y los peces como categoría no existen, pero el problema es que "la gente nunca cambiará la comodidad por la verdad."
Un buen libro...
Recopila Gascón en un artículo las tres leyes de la política que alguna vez enunció Robert Conquest:
1. Todo el mundo es conservador con respecto a lo que conoce mejor.
2. Toda organización que no es explícitamente de derechas acaba volviéndose de izquierdas tarde o temprano.
3. La explicación más sencilla del funcionamiento de cualquier organización burocrática es pensar que la dirige una camarilla de sus enemigos.
Cita Enrique García Máiquez, al final de su epílogo al libro sobre el punk y los conservador, tanto al barón Acton: el conservadurismo son "las políticas de la imperfección" como a Alfonso Paredes: "Hay cosas que, si las arreglas del todo, las estropeas."
Y un tema importante, la diferencia entre hiperónimo (los peces) e hipónimo (truchas, lubinas...)
Los peces no existen, de Lulu Miller. La romántica y melancólica diferencia entre el halotipo y el neotipo: una manera de intentar gobernar el caos que nos gobierna. Es interesante la vida de David Jordan, aunque ahora la juzguemos de otra manera, cómo lo persiguió la desgracia durante toda su vida, tantas muertes de seres queridos, y es interesante entender cómo su fe religiosa está relacionada con la taxonomía: hay un orden de Dios y nosotros lo vamos a descubrir, no lo vamos a inventar...
El libro cambia en torno a la mitad: la sospechosa muerte de Jane Stanford ¿por estricnina? y la eugenesia, un concepto también de origen impecablemente anglosajón, no en vano el concepto es de Francis Galton, como recuerda la autora, y es de 1883. Toda la basura nacionalista y racista de fin de siglo, también sus epígonos ibéricos, el siniestro doctor Bartolomé Robert en Cataluña y el tarado de Sabino en Vizcaya, beben de esa mierda: una raza superior no debe contaminarse con la inferior, porque en los animales esto causa degeneración. Era un discurso supuestamente científico, lo que me recuerda aquello de Ortega de que "la ciencia es aquello de lo que se puede dudar".
Comenzaron las esterilizaciones forzosas, las muertes de los débiles, y sucedieron por todo el país, cuenta la Miller. Con la oposición de la iglesia católica yanqui, por cierto. Y con datos escalofriantes: sostiene en la página 182 que más o menos un tercio de las mujeres portoriqueñas fueron esterilizadas a la fuerza por el gobierno norteamericano entre... 1933 y ¡1968!, nada menos...
Paseando en verano por Bayona, en Pontevedra, me hice con Los peces no existen, de una tal Lulu Miller. Un libro interesante que me recuerda, de manera lejana, al evangelio de las anguilas: la dificultad de conocer y clasificar en un mundo dominando por el caos... ¿Y si lo que llamamos orden no es más que una narrativa de nuestro cerebro?
Es curioso porque son dos libros en uno: la primera parte está dedicada a la figura, poliédrica y fascinante, de David Starr Jordan el gran biólogo marino que puso en pie Stanford y que pasó a la historia como el gran taxonomista de los peces. La otra mitad, tampoco se la quiero destripar, es una reflexión sobre el oscuro pasado de la ciencia en los EEUU, la eugenesia y el caos. Todo muy en boga con el racismo de la época, por cierto, y ante la oposición de la iglesia católica.
Un libro con la dedicatoria más hermosa ("Esto es para ti, papá") y que se abre con la reflexión de que "no hay manera de escapar al segundo principio de la termodinámica: la entropía solo puede crecer. Hagamos lo que hagamos, nunca disminuye"
Defiende Fernando Savater en “Carne gobernada” que hay que: "Recordar el dictamen irrefutable de Pío Baroja: a cierta edad, ya no debe uno ir a ningún sitio del que no pueda volver andando."
Sostiene David Cerdá en "Filosofía andante" y lo cita Esperanza Ruiz en el libro sobre los conservadores y el punk que "Salir a la calle, a poco que abras los ojos, es un acto de reconocimiento de deuda. Los parques, los patios de vecinos, las catedrales: todo eso lo ha hecho gente que estuvo antes de que nosotros estuviéramos. Compusieron las sinfonías [...], crearon las películas con las que aprendieron a besar nuestros padres, dieron forma a innumerables placeres y bellezas. También crearon nuestros derechos y libertades; se nos olvida a menudo cuánta gente tuvo que morir para que fueran posibles."
Venía algo en El País el otro día sobre Eugenio, el mítico humorista de cuando éramos jóvenes. Ahora veo que hay un documental, habrá que mirar a ver. ¿Qué habría detrás de él?
Aproveché los viajes veraniegos para escuchar Verbena, podcast de Onda Cero en Galicia, o algo así, sobre la figura de la verbena con la excusa de hablar del que fue el rey de la verbena en Galicia, Ángel Martínez.
Muy interesante, para entender cómo funcionan las fiestas en el noroeste, y para entender cómo de pasado está el sistema penal español: que te salga más caro un lío con hacienda a cuenta del IVA que matar a alguien...
Fernando Savater, reflexionando sobre el paso del tiempo y la muerte, en los últimos años, de las personas que estaban en su entorno: "Al final, ya nada nos defiende: echamos de menos a nuestros seres más queridos y admirados porque eran nuestros protectores, lo que se interponía entre nosotros y la muerte". En Carne gobernada.
Un capítulo sobre la historia de un mierda, un espía, un tío que se vendió por dinero, el tal Flórez y la autocracia rusa. Con un peón del siniestro Bono, el tal Saiz, al frente del Centro. Quizá el envenenamiento de Skripal empezó a fraguarse en la cuesta de las Perdices...
Muy interesante. En general, buen nivel de los podcast este verano...
En Carne gobernada, sostiene Savater -cuando habla de la gente que va muriendo- mientras uno se va a haciendo mayor que "Al final, ya nada nos defiende: echamos de menos a nuestros seres más queridos y admirados porque eran nuestros protectores, lo que se interponía entre nosotros y la muerte".
Alfonso J Ussía, el otro día en ABC, sobre la Goyanes que murió, y esas cosas que pasan en la vida: "Ella era un poco mayor que yo. Su hermana, de mi quinta, fue parte de mi paisaje años atrás. Luego la vida te va poniendo sobre otros suelos y no se pueden abrir todas las puertas por las que te gustaría pasar."
