31.8.23

¿De dónde venía la imagen del mar?

Sostiene Corbin en su libro -un espectáculo, y llevo treinta páginas- que, aunque es cierto que la imagen del mar y de las costas está influida por la navegación moderna, tampoco debemos venirnos demasiado arriba: “Hasta 1770, por lo menos, los recuerdos extraídos de la literatura antigua y la lectura de la Biblia influyen más en el imaginario que los relatos de viajes exóticos.

Algo que se comprende fácilmente, solo con pensar en el número de horas que un individuo culto dedica entonces a las lecturas edificantes y a las obras griegas y latinas, en comparación con las que puedes dedicar a los libros de viaje…”

30.8.23

¿Qué era el mar?

Sigo con El territorio del vacío. Algunas notas sobre la imagen que el hombre tenía del mar antes de la llegada del mundo moderno. 

En el siglo XVII y para el famoso teólogo inglés Thomas Burnet, (1635-1715), “La linea de la ribera no es de hecho más que es una ruina; lo que explica sus irregularidad y la incomprensible, disposición de los arrecifes que la bordean. Inútil buscar aquí ningún orden. Radicalmente inestéticos, en buena teología, el mar y su orillas, no pueden datar de la Creación; imposible que sean el resultado del trabajo original de la naturaleza. El océano es solo un recipiente abismal  de detritus…”

También en el siglo XVIII la visión del océano -líquida madriguera de los monstruos, es un mundo condenado en cuya oscuridad se devoran entre sí las criaturas malditas- sigue siendo negativa. Para los hombres de aquel tiempo “el caótico océano, desordenado envés del mundo, estancia de los monstruos, aparece como una de las insistentes figuras de la sinrazón…”. Un mundo -en fin- el que el mar se asocia con la locura.

Para los hombre del mundo previo a la modernidad “el gris océano invernal, lúgubre y frío, sintetiza las formas del miedo.” Incluso en las zonas ribereñas, sostiene Corbin: “las poblaciones que las habitan comparten esa imagen repelente [...] mejor que en cualquier otro lugar, es sobre todo en esa orilla donde el cristiano puede contemplar los vestigios del diluvio, meditar sobre el antiguo castigo…”.

29.8.23

Miradas al pasado

Consigo al fin, maravillas del préstamo interbibliotecario, El territorio del vacío, de Alain Corbin, publicado en España en 1993 por Mondadori. Esta reflexión del autor, en el prefacio, de hace ya más de treinta años: "[... ] lo más grave par mí sigue siendo el anacronismo psicológico. Lo peor, sí, es la tranquila, abusiva y ciega certeza de la comprensión del pasado. [...] No hay otro modo de conocer a los hombres del pasado que el de intentar apoderarse de sus miradas, vivir sus emociones...".

28.8.23

Audiencia y democracia

Esto de Arcadi Espada, hace un par de domingos: "Millones de ciudadanos participan en estos programas en muchos países del mundo. Son ciudadanos que, votando o no, deciden el futuro de sus países. Son una mayoría de ciudadanos. Nutren la audiencia de los programas, deciden las noticias más leídas de las webs noticiosas o embisten en las redes sociales, que es el único plan que puede ejecutar su cabeza. No son, por supuesto, un invento de nuestro tiempo. De hecho tiendo a creer, contra toda apariencia, que su número va reduciéndose, gracias al lento pero inexorable proceso de civilización, que puede con todo. La gran diferencia con el pasado es su visibilidad y, por lo tanto, su pútrida influencia. Las aduanas de los medios y de la política se han abierto para ellos y sus delirios. Nadie puede negar que la política se ha democratizado y que el Congreso de los Diputados, por ejemplo, es mucho más representativo de lo que era hace 30 años. Basta comparar el habla, el atuendo, el nivel de conocimientos y las deducciones lógicas de las personas que hablan en la tribuna parlamentaria con las que lo hacen en esos platós: cada vez son más indistinguibles."

27.8.23

Nación como construcción (y IV)

El magnífico artículo de Tomás Pérez Viejo sobre la construcción de la nación como problema historiográfico. Más ideas interés, sobre España y en general:

  • En el caso de la España del XIX "el viejo Estado es monárquico, pero la nación, que poco o nada tenía que ver con las antiguas identidades peninsulares, hubo que construirla ex novo."
  • A todo nacionalismo le resulta difícil aceptar la idea de que a las naciones las construyen los Estados, y no viceversa. 

26.8.23

Genealogías del socialismo balear

Una tribuna brillante -con un título espantoso- de Andreu Jaume en El Mundo. Clave para entender la degeneración del socialismo balear durante las últimas décadas. No se la pierdan, lo que va de Alejandro Jaume a la tal Armengol.  

25.8.23

¿Qué hace un gigante como tú en un sitio como este?

LVMH, el gigante francés del lujo, sólo tiene una bodega en España. Y la tiene en Toro, dónde iba a ser, ante el asombro de todos los gañanes que no saben de vino. Y una clave ¿Por qué la filoxera apenas llegó a Toro? 

Lo contaban muy bien el otro día en El País... 

24.8.23

Nación como construcción (III)

El artículo de Tomás Pérez Viejo sobre la construcción de la nación como problema historiográfico. Más ideas interés:

  • Sólo a partir de las últimas décadas del siglo XX se han ido abriendo paso dos ideas: la historicidad del concepto de nación, y su carácter moderno como forma de organización social. 
  • La nación, que en el antiguo régimen había convivido con otras formas de identidad colectiva, solapándose a menudo con ellas -religiones, estamentos, grupos familiares...- y había carecido de connotaciones políticas precisas, se convierte en las nuevas sociedades burguesas, en la única forma de legitimación del ejercicio del poder.
  • La nación es "un concepto social de definición imprecisa que "ocurre" en el universo subjetivo de los individuos y no en la realidad. Una forma imaginaria de pertenencia. La nación no "es", se "hace"

20.8.23

Identidad como opción

Esto del maestro Juaristi, el otro día en ABCLa generalización del carácter opcional a todas las identidades ha desacralizado las religiosas y las nacionales. Los intentos de resacralizarlas por vía política están llamados al fracaso...

19.8.23

Nación como construcción (II)

El  artículo de Tomás Pérez Viejo sobre la construcción de la nación como problema historiográfico. Más ideas de -mucho- interés:

  • La nación se dibuja en le horizonte mental del hombre moderno como una realidad insoslayable, que configura y determina todos los aspectos de la vida colectiva.
  • A partir de finales del siglo XVIII, nación y progreso se convirtieron en las nuevas religiones de occidente, desplazando al cristianismo como base del mito, la estética y la moralidad, las tres funciones de la religión según Hegel. 
  • De los grandes mitos de la modernidad -el progreso, el triunfo de la razón, la lucha de clases- la nación es el único que parece haber sobrevivido indemne a las grandes convulsiones históricas del último siglo.

18.8.23

Nación como construcción (I)

Me cae casi por azar un artículo de Tomás Pérez Viejo sobre la construcción de la nación como problema historiográfico. Algunas ideas de -mucho- interés:

  • Los recursos y los derechos son negociables, pero la identidad no.
  • La nación ha terminado por convertirse en la forma hegemónica y excluyente de identidad colectiva de la modernidad, y en la principal, si no única, fuente de legitimación del poder político.

17.8.23

La tumba del abuelo

Esto de Peláez, en el ABC del otro día: "Frente a la tumba, Mariano da la mano a su hijo. Les ha costado encontrar a alguien que supiera quién tiene la llave para abrir el cementerio, pero finalmente apareció Petra, que los acompañó y les indicó dónde estaba la tumba que buscaban. Así que allí se encuentran padre e hijo, mirando un puñado de tierra seca bajo la cual duerme su historia. «Juan, ahí debajo está mi abuelo Alonso, el padre de tu abuelo Isidro, que es mi padre. Y también está el padre de ese señor, y su madre, y la madre de su madre. Te he traído para que veas lo bonito que es este sitio, pero, sobre todo, para que entiendas de dónde vienes. No, no es una manera de hablar, esto no es como cuando decimos que venimos del mono. Esto es otra cosa, esta vez es literal: tú vives porque mamá y yo te hemos dado la vida. Y yo vivo porque me la dieron mis padres. Y ellos porque se la dieron estos señores que están aquí enterrados y que vivieron en este pueblo. Cuando decimos que somos de Madrid, no es del todo cierto. En la historia de nuestra familia, esa que tú vas a seguir, Madrid es solo un instante. También somos de aquí, aunque ahora sigamos en otro sitio el camino que ellos comenzaron. Si te gusta, cada año vamos a venir a verlos para darles las gracias y que nunca se nos olvide quiénes somos»."

11.8.23

Para entender lo que pasa

Les llamamos “Estado” (lo que está, en palabras de Maquiavelo) pero deberíamos de ir buscándoles otro nombre. Magnífica crónica ayer de Alberto Rojas en El Mundo, con este párrafo: “El concepto de «Estado», tal y como se aplica en Europa, no tiene equivalencia en esta zona de África. Los Estados del Sahel suelen menguar unos kilómetros más allá de sus palacios presidenciales, ya sea en Yámena, Uagadugu, Niamey o Bamako. Cuando uno sale de las capitales, las carreteras de asfalto empeoran hasta desaparecer, los colegios y hospitales dejan de ser dignos de tal nombre y la seguridad pasa a depender, en el mejor de los casos, de algún caudillo local. Las administraciones son débiles o inexistentes, como la cohesión étnica. Las fronteras son líneas trazadas en un mapa, pero sobre el terreno nadie entiende de pasaportes y pueblos como los hausa, los buduma o los fulani, con muchos millones de miembros, atraviesan países pensando sólo en sus vínculos sanguíneos, no en banderas que muchos consideran coloniales.”

8.8.23

La muerte (II)

Sigo con el hermoso libro de Horvielleur. Más cosas sobre la cultura judía:

- Los fantasmas. Sostiene la autora que “Todos convivimos con fantasmas. […] Están los de nuestras historias personales, familiares o colectivas; los de las naciones que nos vieron nacer; los de las culturas que nos acogen. […]

Me cruzo con esos espectros cada vez que recibo a alguien en mi despacho. […] En las antiguas leyendas judías se los llama dibuk la palabra procede de una raíz hebraica, dabak que significa pegado o prendido, pues esas presencias surgidas de nuestros pasados se adhieren de buenas a primeras a nuestras vidas igual que un parche thermoadhesivo aplicado a un tejido desgastado. Los dos elementos se mezclan y se transforman en uno  solo.

- Las generaciones. En hebreo, “generación” se dice dor, aunque la palabra alude en realidad a un concepto algo más complejo: es, literalmente, la acción de tejer cestos. La imagen es sencilla e impactante. Para hacer un cesto hay que pasar un mimbre o un carrizo entre las varas bien ordenadas del linaje previo. Un cesto se fabrica de abajo arriba. Cada vuelta nueva se une a la que le dio origen, se ancla a ella para constituir a su vez el apoyo sólido de la vuelta siguiente.

Tal cual. 


7.8.23

La infancia que vuelve…

Estos versos del poeta alemán Michael Krüger que rescata Juan Cruz en una entrevista, en La Opinión, a Cees Nooteboom: “A veces la infancia me envía una postal, / ¿Te acuerdas?”

6.8.23

La muerte (I)

Llegamos a agosto  y tengo abierto Vivir con nuestros muertos. Un par de apuntes sobre el hebreo en particular y la cultura judía en general:

- El cementerio en hebreo es beit hajaim, la "casa de la vida". No se trata, dice Delphine Horvilleur, de negar la muerte mediante un borrado, sino al contrario, se trata de ubicarla fuera del lenguaje.

- En hebreo, continúa la autora, la palabra jaim, "la vida, es un plural; y es que en esta lengua la vida no existe en singular. El hebreo proclama que cada uno de nosotros tiene muchas vidas, no sucesivas, sino trenzadas, como hilos que se cruzan a lo largo de la existencia"....  

- La hermosa tradición de la piedra encima de la tumba, supone "declarar a quien descansa en ella que nos incorporamos a su herencia".

5.8.23

El calor y las sartenes

El cemento conserva el calor  y por eso no refresca la noche en las ciudades. Así también, en la mi Sanabria refresca en cuanto se pone el sol: hay mucho más verde que cemento.  Esta reflexión, sobre un tema del otro día en El Mundo, a vueltas con adaptar las ciudades al clima que viene: "Con una sensibilidad adquirida durante años rodeado de vegetación y desde un país donde la jardinería es un pasatiempo nacional, el conservador Carlos Magdalena sugiere hacer otra prueba que no requiere acercarse a la droguería a comprar pintura: «Quítate la chancla y pon el pie en cemento o en hierba. Comprueba dónde se te calienta más. Básicamente, estamos viviendo en sartenes»."

4.8.23

Por la frontera

De vez en cuando, algún podcast de viaje, esta vez tocó Espacio en Blanco. Muy interesante lo que se cuenta de la mi tierra y de la mi raya. Un país de misterio.

No se lo pierdan…


3.8.23

Opiniones y fuentes

Esta reflexión del maestro Espada, a vueltas con el periodismo "de fuentes": Nadie, ni siquiera la defensora en pompa del periódico, señala cuál es el problema, que aparece en cualquier manual de estilo del viejo periodismo: no se pueden atribuir opiniones a fuentes anónimas. Estas fuentes están reservadas para los hechos. Y se comprende perfectamente por qué: el cruce de descalificaciones anónimas ensucia la conversación y sale gratis a los que injurian. Y, además, la difusión de una opinión de fuente anónima deja inerme al periodista cuando, como fue el caso, la persona implicada la desmiente. Y puede desmentirlo, sin despeinarse, incluso en el caso de que ella misma sea la fuente. Desmentir, cabe recordarlo a los becarios incluso sesentones, es negar con pruebas y ella misma es la prueba. De Amedo a Villarejo se comprueba que los hechos sobreviven a los canallas. Pero con las opiniones solo sobrevive el canalleo. Y es que ya no distinguen.