28.2.13

La vida en una cena para dos


A las personas no se las gana comiendo. Se las gana conversando. Lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Y lo recuerdo quizá porque hoy tengo delante Castiella en todo su esplendor. Era un restaurante añejo, pero pudo haber sido cualquier otro. Era el Madrid de los Austrias. Aún se podía oler la madera quemada del Viejo Alcázar, ardido apenas hacía dos meses. Cerquita está enterrado Don Diego, en la Iglesia de San Juan Bautista, ya saben, aquel bisnieto de judíos senabreses. Era uno de aquellos  restaurantes que permiten la intimidad de la conversación, uno de esos que van desapareciendo, aunque siempre he pensado que  deberían ser un bien protegido culturalmente; está uno harto de cenar y oír todas las conversaciones de otros comensales. Se nos fue la noche hablando de la vida, de la muerte, del influjo de la química en lo que somos y en los que pensamos. En ese miedo que me asalta cada vez que intuyo que también el libro albedrío quizá no sea más que una construcción cultural. Hablamos de aquella tierra, de la mía y la suya, y de este Madrid que se nos empieza  a quedar grande a los que ya frisamos los cuarenta. De las ilusiones rotas y de todo lo que hemos ido dejando por el camino. De fondo, cada poco, algunas arias italianas y algunos lied alemanes. La maldición de ser un inculto musical, se acompaña, en mi caso, de un estremecimiento cada vez que oigo a una mujer hermosa cantar un aria en directo. Eso es el arte. Me quedo algo atrás con los lied. Igual que hay algo mágico en el italiano cantado, como lo hay en el gallego o en el catalán, hay algo siniestro en el alemán cantado. O quizá es sólo mi imaginación. Pero la musicalidad de las lenguas latinas que no están contaminadas por el vasco es muy superior a la del resto. 

Eran casi las dos cuando nos levantamos.

La vida era esto. 

También era esto.

27.2.13

Comunicación y política (III)


Me interesa del libro de Luis Arroyo alguna de sus reflexiones. El hecho de que nuestro cerebro no sea tan racional como pensamos, de manera que es mentira que esté dispuesto a dejarse convencer con facilidad. Hay mucho de mito en la imagen de un legislativo en el que sus miembros razonan. Ahí quizá están quizá las mejores páginas del libro. El resumen que hace de las tesis de Kahneman es bueno: dos sistemas cerebrales, uno rápido e intuitivo, el otro lento y reflexivo. Y la sensación de que, en general, es aquel el que gobierna este. También es interesante el planteamiento que hace de la “necesidad de cierre” que tiene el cerebro humano: las narrativas han de tener una clausura estable y definitiva. Han de cerrarse. Nuestro cerebro no está hecho para la incertidumbre, aunque nuestro hogar sea la zozobra. Y así nos va, que llega una crisis y nos volvemos todos locos. Más de ciento cincuenta años después, aún no hemos aprendido que vivimos en un mundo en el que todo lo sólido se desvanece en el aire…


PS: Como señala un Castells algo sobrevalorado (pero es sociólogo y, como dice el maestro Espada, peor sería trabajar) en Comunicación y poder y cita Arroyo: “el análisis racional de los procesos del ejercicio del poder comienza con el reconocimiento de los límites de la racionalidad en el proceso”. 

PD: tarde pucelana. 

26.2.13

De ARCO a Pita...


Estuvimos en ARCO, cortesía del Marqués de Pi i Vidal. Hace mucho que no me acercaba a la feria. La prensa, como tantas otras veces, atenta a los detalles ridículos: un extintor por aquí, un insulto por allá. Algunas obras magníficas. Hay algo mágico en el arte. En todo el arte. También en el moderno. Provocar emociones en el espectador, ser capaz de mirar más allá de lo que uno ve. El arte nos muestra lo que fuimos. Y nos permite soñar con lo que ya nunca seremos. Una presencia recurrente: el tiempo. Un reloj de desparramando arena. Dos relojes de pared enfrentados. El tiempo que se nos escapa. Al fondo, el mundo urbano a carboncillo. Y una parada de autobús en la isla que se convirtió en metáfora de lo urbano.

Una visita deliciosa.

No se puede faltar a estas citas. ¿Qué mejor previo había para el #BásicosPita del pasado fin de semana?

25.2.13

Comunicación y política (II)


El libro de Arroyo sobre el poder político y la comunicación. Un buen libro en general, pero muy matizable. Ahí está el caso de lo progresista versus lo conservador: dos construcciones culturales. Aterricemos en uno de los capítulos, el dedicado al alma de los conservadores y al alma de los progresistas. Creo que el autor no explica bien el concepto de libertad negativa de Berlin y creo que el juego de las seis bandas de los ecualizadores políticos es sugerente, pero poco más. Yo no lo consideraría una categoría de análisis, y de la lectura de libro sigo sin tener claro que haya una predisposición genética a una de las dos categorías. ¿El cerebro de los progresistas es más sensible a los matices? Demasiados wishful thinkings, me temo.

Quizá lo más interesante de toda esta parte del libro sea la propuesta de que la gente de centro es la que en algunas cosas es progresista y en otras conservadora. Eso sí se lo compro. Quizá porque me siento reconocido: esas personas que en algunas materias nos sentimos cómodas con el centro izquierda y en otras nos sentimos cómodas con el centro derecha.



PS: al autor también lo (me encanta ejercer de loista) traicionan las palabras. No creo que Luis Arroyo adjetivara nunca a un genocida de extrema derecha como “pintoresco”, tal y como hace con el siniestro asesino Kim JongIl en la página 154. No sé qué opinarán las víctimas de los experimentos con seres humanos, o las víctimas del hambre, de dicho calificativo, pero sí se que nunca usaría ese adjetivo para calificar a Pinochet, por ejemplo...

24.2.13

Los relatos y la serpiente

Necesitamos narrativas. Como país, digo. Relatos. En todos los sentidos. En todos los ámbitos. Cuando tú no escribes el relato, alguien lo hará por ti.

En el ámbito de la lucha contra el nacionalismo vasco cruento la democracia española ha tenido pocos relatos. Y escasas narrativas. Sólo la política de Jaime Mayor y la resistencia cívica generada a raíz de la brutal tortura y asesinato de Miguel Ángel Blanco fueron capaces de generar una narración sólida contra el nacionalismo. Aquello pasó, llegó el PSOE, siempre tan acomplejado con los temas de la nación, y volvimos a ir a remolque de las pistolas. En este sentido, creo que éramos muchos los que pensábamos que, con la vuelta del pepé al gobierno, volvería la cordura a la política antiterrorista. 

Nos equivocamos. 

Entre otras cosas turbias, ahí está el ministro de Fátima, un consumado especialista en la incapacidad de generar relatos coherentes. Hay que leer a Rogelio Alonso (por ejemplo, en este magnífico artículo) para entender lo difícil que va a ser ganar esto si aquí no hay una narrativa detrás.  Para entender el drama de que, cuando coinciden en un fin de semana el congreso de refundación de la rama política de ETA y un encuentro cívico contra los terroristas, todas las noticias se van hacia la serpiente, plumillas sonrientes, siempre tan deseosos de contar buenas noticias.
Así no. 
Así, no.

23.2.13

Hoy es el día....

A las 20:00 horas.

Las cosas buenas de la vida ocurren en Madrid.

El fenómeno Básicos Pita llega a la capital.




Dos semanas para contemplar la evolución de un artista.

No me lo perdería por nada.

Toda la información en la bitácora del autor.

22.2.13

Comunicación y política (I)


Acabé el poder político en escena, de Luis Arroyo, cortesía de Tino, el Batera. Un libro que mejora según se desgrana y que es un buen ensayo para acercarse a las estrategias básicas de comunicación política. Pero es irregular, con algunos capítulos muy por encima del resto. Y además es un libro algo tramposo. Ay, ¡mis queridos amigos de izquierdas, siempre tan por encima del bien y del mal! El gran fallo del libro es que no se puede intentar colar  de matute categorías valorativas como si fueran categorías analíticas.  Y eso es lo que hace el autor de manera sistemática: presenta con inocencia la categoría “progresistas” y “conservador” cuando él está claramente posicionado a favor de una de ellas y en contra de la otra. En cualquier caso, un libro bien escrito sobre el que habrá que reflexionar algo más...


PS: un ejemplo de cómo dos categorías que se pretenden analíticas esconden en realidad una carga valorativa brutal. El mensaje es evidente: nosotros somos sapiens analíticos, frente a esos neandertales de la derecha, a los que les da igual ocho que ochenta. 

Juzguen ustedes mismos: “cuando los líderes de opinión progresistas acusan esa tendencia suya a enredarse en los detalles, a atormentarse con los matices y a resultar demasiado elitistas y analíticos, probablemente reflejan una realidad neurológica: su cerebro es más sensible a los matices y está menos necesitado de certezas

21.2.13

Reflexiones alocadas (cine)


Un domingo de almuerzo con Xerome i la meva neboda se saldó con tres películas en préstamo. Empecé con Whipped, una comedia alocada sobre el sexo y las relaciones entre hombres y mujeres. Cine ligero, con una estética noventera que asusta a estas alturas de la vida, y esas dudas que nos han asaltado a todos los hombres desde que tomamos conciencia de lo que somos. Esa relación con los amigos a la que se va superponiendo la relación con la pareja. Esa necesidad de afecto que lucha con la necesidad de reconocimiento que sólo nos otorga quien nos importa. Y de fondo el tiempo que pasa, con ese Gil de Biedma musicado por Loquillo: “envejecer, morir…”
Cine ligero, es verdad. Pero es que muchas veces la vida lo es. 

20.2.13

Dos Exposiciones, y aquella España...


Dos diletantes en el Prado, hubiera escrito cualquier lector que nos hubiera visto entrar al maestro Oscarnello y a mí al museo el otro día. Un par de exposiciones. Soy un incondicional de las que monta el Nacional del Prado, pero en este caso me dio la sensación de que había una descompensación excesiva. Una era sobre el joven Van Dyck. Ahí me perdí. De pleno. No tengo conocimiento para entender muchos de los matices de la escuela flamenca, y menos aún para valorar la evolución de Van Dyck. En cualquier caso, un magnífico (y precoz) retratista,  pero que no es capaz de terminar con soltura algunas de sus obras en esa época.

La otra exposición, sobre un paisajista del que nunca había oído hablar me dejó boquiabierto. Martín Rico lo llamaban. Otro ejemplo de que muchas de las cosas de la ILE no eran más que bobadas jeremiacas de aquellos niños consentidos que no entendían cómo el país no los aclamaba. Martín Rico: un español que se dedicó al arte y que vivió de él, frente al relato de la España salvaje que nos acabaron vendiendo San Giner y su patulea. Martín Rico; un hombre reconocido en la Europa de su tiempo que disfrutó pintando paisajes y espacios abiertos. Algunos impresionantes: la desembocadura del Bidasoa, la Aguadora, el Toledo de 1875, o París desde el Trocadero. Un triunfador.

Aquella España que también lo fue.
La España que se modernizaba, al igual que el resto de Europa, durante el Reinado de Isabel II
La España de la concordia, la que se construyó bajo la monarquía Alfonsina.
Una España que termina en la Guerra Civil, es cierto; pero una España en la que aquel final trágico fue solo uno de los muchos que habían sido posibles.

Aquella España en la que el Perdidaco rondaba a la hermosa María, una rica de Robleda, antes de dar paso a una de las más trágicas historias de amor de aquella (nuestra) Sanabria 

19.2.13

El libre albedrío y la heroicidad de un farsante...


Le tenía ganas al General de la Rovere desde que leí la anatomía de un instante, de Cercas. En su libro, el autor aproxima la figura de Suárez con la del farsante interpretado por Vittorio de Sica en la película. Un farsante sometido a chantaje que encuentra en la heroicidad una forma de redimir una vida de sablazos y estafas a pequeña escala. La película es magnífica, se sale desde luego De Sicca (quien también hizo algo de heroico en su vida), como se sale  Messemer. Y esas preguntas que quedan flotando en el aire: ¿Hasta dónde puede uno llegar a creerse el papel que interpreta? ¿En qué medida no somos más que actores de guiones que nunca llegaremos a comprender? ¿Cómo juzgar vidas por las que ha pasado el tiempo y en la que nunca estamos seguros por completo de lo que sabemos?

De fondo, las inquietantes tesis de la neurobiología, cuyos avances quizá nos obliguen a reinterpretar nuestras vidas y nuestros actos cuando seamos ya ancianos. Hicimos lo que pudimos. Eso fue todo.

Buen cine, comprado en amazon, por menos de cinco euros.


PS: Decía en Babelia el sábado Javier Sampedro a cuenta del último libro de Eagleman que: “En un solo centímetro cúbico de nuestro cerebro hay tantas sinapsis —nexos entre neuronas— como estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea […]. El cerebro humano es el objeto más complejo del que tenemos noticia en el universo

18.2.13

Marchas...


Se va el Papa. Un gesto extraño, con pocos precedentes. Poco que decir. Y mucho que leer. Y que reflexionar. Magnífica, por cierto, a estos efectos, la carta de Pedrojota el domingo, “la tiara vacía”, sobre los efectos de la modernidad en instituciones como la Iglesia.

Ya sabe el lector que sigo siendo, a mis años, un agnóstico impenitente y respetuoso que siempre ha mirado con simpatía a la Iglesia. Una institución con dos mil años de historia, y una estructura rígidamente jerárquica que ha sobrevivido a todos sus detractores y sin la cual la historia de Europa sería muy diferente de la que es hoy: sin Canossa, seríamos otra cosa, no sé si se mejor, aunque me temo que peor, porque la modernidad llegó, también, gracias a que éramos una cultura greco-latina tamizada por el cristianismo.

Se va el hombre vestido de blanco, como lo definió Lorca en un fantástico poema. Se va, en un mundo en el que nadie se va. En el que todos fingen ser lo que no son y en el que cada cual mide centímetro a centímetro las buenas acciones que hace y anota en libretas nuevas los favores que hace, intentando ganar así posiciones en una estúpida carrera que no conduce en realidad hacia ningún sitio. 
Un Papa. Un hombre poderoso se retira a rezar y se aleja del mundo. Polvo somos. Todos. Y al polvo volveremos. 

Hay días en los que no dejo de pensar en aquella oración de Azorín y me da la sensación de que a J. Ratzinger también lo ha vencido  ese melancólico deseo de pasar el resto de los días: "olvidado de todos, oscurecido, sin que nadie me nombre. Sin que nadie me escriba..."

16.2.13

Dos versos para comerse una tarde entera....

Ando de poeta en poeta como el infiel que tarda en volver a casa cuando cae la noche, pero siempre acabo de nuevo en Claudio Rodríguez. Mi lectura poética se asemeja cada vez más a un bucle del que no quiero salir porque siempre hay un verso diferente, un nuevo matiz, una claridad imprevista. 

Es difícil concebir una poesía mas hermosa, más entera, más sugerente. Tengo el libro ajado ya, de tanto subrayarlo, de tanto comentarlo. Fue un regalo de 2004, pero no empecé a leerlo de verdad hasta el otoño de 2009. Un par de versos  no se me van de la cabeza. Están en el Libro III del Don de la ebriedad, el poemario con el que un desconocido poeta zamorano de apenas diecinueve años  ganaba el Premio Adonais en diciembre de 1953.

Están en el extraordinario Poema VII. No hay nada más. No hay otra lectura para un sábado como este, en espera de que llegue el domingo. Uno de ellos dice: "La belleza anterior a toda forma / nos va haciendo a su misma semejanza." No me quedan palabras para reflexionar sobre dos versos que darían para un tratado de estética. La relación entre belleza y forma. La duda eterna de quién construye a quién. 

El otro sentencia: "La luz nace entre piedras y las gasta." Hay que haber visto amanecer en Castilla para entender que era ese, y no otro, el matiz que hace diferente los atardeceres y los seranos en la nuestra tierra.

No está mal para ser sábado. 
Disfrute de este regalo, desocupado lector. Hoy me ha pillado con la guardia baja.

15.2.13

Aquellas promesas...


Tarde de cine con Promesas del Este, una película de la que había oído hablar mucho y bien. Un ritmo lento, adecuado. La cadencia de un relato. La mafia rusa y sus ramificaciones en el Londres de hoy en día. A ver si la gente piensa que los millonarios rusos que allí viven se han hecho todos ricos trabajando honradamente. Ventajas del comunismo. Cuatro interpretaciones magníficas; hermosa e imponente Naomi Watts, sobrio Mortensen, inquietante Cassel y convincente Mueller en el papel de capo. Buena música y el horror de cuando una vida apacible se entremezcla con las andanzas de la mafia. Protagonistas bien trabajados y un argumento sólido. A veces, da la sensación de que no es difícil hacer buen cine. Sólo hay que fijarse en la vida.
Muy recomendable. 

13.2.13

Aquel Mercado...



Me metí con los pozos de ambición, una película personal del siempre personal PT Anderson. Una película hermosa. Y dura. La ambición del hombre hecho a sí mismo, la necesidad de hacerse uno rico de manera rápida y a costa de lo que sea. La complejidad de las relaciones entre padres e hijos. Esa sensación de que uno nunca será suficientemente bueno para las personas que significan algo en nuestra vida, porque el reconocimiento sólo nos lo dan las personas cuyo juicio nos importa. No es difícil de entender.

Hace un papel magnífico Day Lewis, y le da buena réplica el fanático Paul Dano creador de una Iglesia sin fe, en la lucha por el dominio simbólico en la comunidad. Una música inquietante acompaña la obra, una obra de pioneros, de aquellos que llegaban los primeros y tenían que matar para no morir. Que tenían que engañar para sobrevivir. Un mundo en el que sólo sobrevivían los más fuertes. Aquel Mercado al que bajaba el Perdíu cada lunes…

Buen cine, ideal para un domingo cualquiera. 

12.2.13

La D es muda... (cine)


Estuvimos viendo Django. Ya conté que he tenido durante años un problema con Tarantino, pero al final me he reconciliado con él. Buen cine, con su estilo personal, buena música, mucha violencia y guiones inteligentes. Un magnífico Foxx, que no para de crecer (aún lo recuerdo de Collateral) y un Waltz elegante y, cosa extraña, bien doblado. De fondo, la esclavitud, un tema perverso del que por cierto el mundo anglosajón siempre sale bien parado. Ventajas de contar la historia. Los años sesenta del XIX son antes de ayer en términos históricos. El Perdíu, sin ir más lejos, ya iba buscando charrelas por la Sanabria en aquella época. Al otro lado del océano, entre tanto, seres humanos eran vendidos, y vejados. Sobre todo las mujeres. Hombres que eran tratados como bestias por parte de una élite orgullosamente blanca y protestante. Para que luego vengan tocando los güevos con la leyenda negra y con que los del sur somos unos tarados...

La película es un viaje bien narrado, un viaje hacia la libertad. Un viaje, en el fondo, de vuelta a casa…

¿Hay algo en la narración humana que no sean variaciones del viaje de Ulises?

11.2.13

Ir a Pompeya para derribar tópicos...


Se me pasó recordar el apartado dedicado al Rey Carlos VII de Nápoles (y III de España tras la muerte de su hermano Fernando). Un Rey culto. Y Grande. No sólo jugó un papel esencial en la investigación y recuperación de las ruinas de Pompeya. También consagró una forma de entender la arqueología, tan lejana al modelo de rapiña napoleónico o de la Inglaterra imperial. Las cosas se quedan donde se han encontrado.  Está por hacer, en un país tan acomplejado como España, la historia de los borbones españoles en el sur de Italia. O, más bien, el papel que la Monarquía Hispánica jugó en aquella península durante varios siglos.

Más allá de eso, la Exposición se centra también en el impulso que la llegada del Rey a Madrid dará a las excavaciones dentro de los dominios de la Monarquía.  Ideal para todos aquellos acomplejados que siguen repitiendo, como un mantra, aquello de que “aquí no hubo Ilustración”, mientras suspiran y terminar de apurar un Burdeos

Un buen final para una buena exposición.
No se la pierdan. 

10.2.13

El haz y el envés (diez años, ya)



El haz. Diez años, decíamos, de la muerte de Pagaza. Y ahí está el estremecedor artículo de su hermana, comentado por Santi González en su bitácora, a cuenta de la persona que lo asesinó cuando, desarmado, desprevenido, desayunaba en un bar de su ciudad.

El envés. La lúcida reflexión de Savater, a cuenta de la incomodidad que las víctimas provocan a la progresía vasca y española. Los mismos que quieren abrir tumbas de hace setenta años y juzgar a los que murieron hace cuarenta, consideran de mal gusto que se persiga a los asesinos aún vivos y que sus colegas y cómplices sean expulsados del juego democrático.

Es lo que hay. Una parte de lo que nos pasa está relacionado con el nivel intelectual y discursivo de la izquierda española. A veces, cuando veo a mis caros amigos socialdemócratas, no puedo dejar de pensar, con el romancero, aquello de “¡Dios, que buen vassalo!¡Si oviesse buen señor!”

9.2.13

La historia que nos enseñaron...


Ayer se cumplieron diez años del vil asesinato de Joxeba Pagaza. Todas las muertes son iguales, pero algunas se cargan de un simbolismo mayor.
Mataron a un resistente. A uno que, a diferencia de muchos de ellos, era un euskaldun zahar. Lo mataron los nacionalistas cruentos, después de que los incruentos lo dejaran a los pies de los caballos. Recuerdo aquellos días: las fotos en la prensa, la madre valiente, con su profética sentencia, la hermana, la solidez de crecer en el dolor, sin callar ante nada. Con los años, uno se sigue asombrando de la indignidad de Andoain, un pueblo que sigue votando a los mierdas que se rieron de la muerte de uno de sus vecinos.

Y ahora que los cruentos dicen que dejan de matar, no logro quitarme de la cabeza el soniquete de una canción de NeguGorriak: “Irakatsitako historioa / hiltzaileek idatzi zuten / eta ikadi genuena / sinetsi ere egin genuen”.

Es el futuro que nos espera. Quizá dentro de cuarenta años, los nietos de las víctimas de ETA la acaben cantando en castellano…

Diez años ya.

8.2.13

Pompeya


Nos acercamos a ver la exposición sobre Pompeya. Un trabajo bien hecho el de la gente del Canal. Casi dos horas de visita; una muestra bien estructurada, combinando la reconstrucción, con los restos auténticos y con recreaciones de la época. Además, una inteligente integración de lo audiovisual dentro del conjunto. 

Entender Roma como lo que es: nuestro pasado. Las pintadas en las calles, la forma de imaginar la casa, la manera de afrontar las relaciones humanas, el concepto de ocio, esa manera delicada de ejecutar el arte, la estructura de las calles...

Somos, lo dijo aquel Cotarelo de leyenda en quinto, Nueva Roma, dos mil años después, pero Nueva Roma al fin y al cabo. Por eso, la exposición me recordaba la magnífica serie de la HBO, ya que cuando el tema se trata de manera adecuada, la sensación es siempre la de volver a casa.


PS: Qué hermosa la Safo de Pompeya. Siempre habrá una mujer mirándonos desde algún cuadro perdido cuando nada de esto importe y nadie recuerde ya nuestros nombres...


PD: Ideal para pequeños, por cierto… a la guardería que llevábamos le pareció entretenida. Es más, a partir de ahora y hasta la próxima visita, la ruinacha y yo seremos Plinio el viejo y Plinio el joven

7.2.13

Colapso (¿En el cine?)


Estuve viendo Too big to fail, una producción de mi adorada HBO en la que se explica aquella semana terrible de septiembre de 2008, cuando cayó Lehman y cuando el sistema financiero norteamericano estuvo a punto de quebrar. Una recreación muy interesante de lo que debieron de ser aquellos días, con la pugna entre la FED de Bernanke, el Secretario del Tesoro Paulson y las grandes empresas de Wall Street, con AIG y la propia Lehman a la cabeza.

Quizá lo más interesante es comprobar, de nuevo, la explicación de Taleb, centrada en la inutilidad de la economía como ciencia, es la explicación más sensata a todo este desconcierto que nos inunda. Nadie sabe bien cómo se causan las crisis y nadie sabe bien como salir de ellas. 

Ese es nuestro drama: los socialistas de todos los partidos reclaman “medidas de estímulo y crecimiento” como si tuvieran alguna en la cabeza, pero en realidad nadie sabe cómo hacer que la máquina vuelva a ponerse en marcha.

Quizá sólo salgamos de esto con trabajo duro y honradez. Esa ética que nos dejamos por el camino mientras mirábamos con desprecio a la gente que ganaba dinero con el sudor de su frente.

Quizá no haya más receta que esa.

Asumir que la vida es un trayecto complejo, difícil, lleno de recovecos,  y que sólo se puede recorrer desde el esfuerzo y, siempre, con buenas compañías…

6.2.13

Fuese, y no hubo nada...

La paliza que nos dieron durante meses.

La murga que nos dieron todos ellos. Los nacionalistas vascos, digo. 
Los cruentos y los incruentos. Por un lado, la gentuza de ETA / Batasuna: otro caso más de guerra sucia, de terrorismo de Estado, clamaban sus voceros. Acusar sin pruebas. Meter ruido. Cuanto más mejor. También el otro nacionalismo, el que se agacha para recoger las nueces. El tal Egibar y sus repugnantes teorías de las dos violencias.

Ahora, como en el poema de Cervantes, fuese y no hubo nada. La fiscalía francesa, tras años de investigación, determina que a Anza Ortúñez, miembro de la organización asesina, lo abandonaron sus ¿compañeros? para dejarlo morir solo. Como un perro.

Me conmueve la heroicidad de todos estos mierdas...



5.2.13

El cine, y la vida


Me puse con Snatch. Una película de corte y estética tarantinesca, a vueltas con los cerdos y los diamantes. Buen cine, buena música, un guion entretenido y ninguna pretensión. Están magníficos Pitt y Del Toro, aunque aquel habla un inglés dificilísimo de seguir, por cierto. El mundo de los bajos fondos visto de una perspectiva burlona. Película fetiche, lo que son las cosas, de mi admirado Pi i Vidal (sénior), el hombre que siempre nos ayudó cuando era fácil desconfiar de nosotros (se acaban los noventa, ¿recuerdas Hornuez?)

También le di a Bienvenidos al norte, una comedia francesa que se me escapó en su estreno. Humor blanco, pero en este caso incompleto porque la traducción lo mata. Debe de ser una película muy divertida en Francia, pero aquí, doblada, pierde parte de su encanto. Cuando el humor es local, todo se queda a medias.
Sólo lo universal permanece.


PS: uno de los más caros lectores de esta bitácora ha vuelto a ser papá.  Felicitats, amic Joao.

4.2.13

Ambiente tóxico


Toda esta podredumbre. Toda esa lujuria por el dinero. Todo este afán desmedido, esa necesidad inacabable de acumular  dinero. Ese Bárcenas, este Pujol, aquel Mulas…
Esas respuestas, a medio camino entre el desdén y el desprecio a la prensa canallesaca.

Es una lucha de clases, me decía mi respetado y admirado Batera, pero ya no es entre obreros, sino entre los que están en la casta y los que no. Se conocen entre ellos. Se defienden entre ellos. Y los demás pagamos. Y miramos.
Donde hay obras, las palabras sobran.

El problema es que el bajísimo nivel de ejemplaridad de toda nuestra vida pública, desde la  tonadillera hasta el torero pasando, claro, por el que piensa, es sólo un reflejo del bajísimo nivel de ejemplaridad de nuestras vidas privadas. 

Nuestro drama es darnos cuenta de en qué medida todos consideramos que el modelo gorrón (que otro haga, que yo me aprovecho) es socialmente licito para los casos en los que los gorrones somos nosotros...

Así nos va.

2.2.13

Fantasías (cine)


Me hablaron de Dos más dos, una película argentina de distribución incierta en España. Una comedia amable y con un tono agridulce sobre el intercambio de parejas,  ese lado oscuro que tiene el deseo y que habita dentro de todos y cada uno de nosotros. Dos parejas de amigos, en la treintena, y un secreto por compartir. Acaba la película, que no le voy a destrozar y que tiene unos deliciosos toques de humor (el sexo es extremadamente hermoso cuando se trata con delicadeza) y apuro la copa de Toro pensando que quizá el problema es que las fantasías no desaparecen cuando se llevan a cabo. O quizá la cosa es más sencilla de lo que pensamos y el problema, como le leí una vez a Martín Garzo, reside en que nuestro cuerpo no es realidad nuestro, sino que pertenece a aquel que, con su deseo, es capaz de hacerlo despertar. Y de mantenerlo vivo. Por eso el onanismo, en el fondo, no es más que la constatación de un fracaso. 
Satisfactorio, claro, pero fracaso. 


PS: Claudio Rodríguez escribió: "Así el deseo. Como el alba, clara / desde la cima y cuando se detiene / tocando con sus luces lo concreto[...]"

1.2.13

Acabar con Ibn Laden (cine)


Cine estadounidense. Nos acercamos a ver la noche más oscura, de la Bigelow. Me fascinó en tierra hostil, y esperaba mucho de esta película. Aunque no soy tan crítico con ella como el maestro Espada, es verdad que la película deja un poco a medias. Plantea buenas preguntas, entre ellas la forma de hacer la guerra en escenarios postmodernos, pero todo con un cierto aire de cartón piedra que no te quitas de encima durante toda la obra. Los seguimientos están bien hechos, y transmite una imagen verosímil de lo que supone ir a la caza de terroristas a lo largo del mundo. También esa duda, para todos los que sabemos que dormimos seguros porque alguien baja a las cloacas por nosotros: ¿en qué medida es legítima la tortura contra el terrorismo?
En cualquier caso, una película que además es larga.
De nuevo cine largo.
El cine que me persigue
O quizá es que yo me voy haciendo cada vez más impaciente.
Con la que está cayendo, y yo en el cine…