2.2.13

Fantasías (cine)


Me hablaron de Dos más dos, una película argentina de distribución incierta en España. Una comedia amable y con un tono agridulce sobre el intercambio de parejas,  ese lado oscuro que tiene el deseo y que habita dentro de todos y cada uno de nosotros. Dos parejas de amigos, en la treintena, y un secreto por compartir. Acaba la película, que no le voy a destrozar y que tiene unos deliciosos toques de humor (el sexo es extremadamente hermoso cuando se trata con delicadeza) y apuro la copa de Toro pensando que quizá el problema es que las fantasías no desaparecen cuando se llevan a cabo. O quizá la cosa es más sencilla de lo que pensamos y el problema, como le leí una vez a Martín Garzo, reside en que nuestro cuerpo no es realidad nuestro, sino que pertenece a aquel que, con su deseo, es capaz de hacerlo despertar. Y de mantenerlo vivo. Por eso el onanismo, en el fondo, no es más que la constatación de un fracaso. 
Satisfactorio, claro, pero fracaso. 


PS: Claudio Rodríguez escribió: "Así el deseo. Como el alba, clara / desde la cima y cuando se detiene / tocando con sus luces lo concreto[...]"

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