Leí rápido el libro de David Jiménez sobre su etapa como director en El Mundo. Un libelo bien escrito y con una alta densidad de mala leche en cada página. La sensación del lector es la del capitán Renault en Casablanca cuando ordena que se cierre el casino: qué escándalo, aquí se juega. El periodismo se acaba, está claro, pero esto no es, nada lo es, un juego de buenos buenísimos contra malos malísimos...
5.11.19
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Etiquetas:
crítica de libros,
David Jiménez,
El Director,
metaperiodismo
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