18.12.07

Pisando fuerte

Somos un país algo cutre. Nunca nos ha importado lo más mínimo que año tras año, década tras década, siglo tras siglo, no rasquemos bola en los Nobel, y sin embargo dedicamos una pasta a promocionar deportes para ver si no hacemos el ridículo en las olimpiadas. Como si fuera más importante conseguir tres medallas de oro (fabricadas por mano de obra esclava, por cierto) en Pequín, que logar algún premio Nobel alguna vez.
Viene esto a cuento de la que se ha montado en Pisa. No sé qué es más patético. Si
la reacción del simplón echándole la culpa a Franco, si la de los progres cuyos hijos van a escuelas privadas diciendo que en Finlandia la educación es pública o la de algunos consejeros, como la canaria de educación, diciendo que a ellos no los mide ni-pisa-ni-nadie-y-a-mí-el-pelotón-sabino-que-los-arroyo.
En los resultados de Pisa se ve el gran fracaso colectivo de la sociedad española de los últimos treinta años. Una educación primaria empobrecida, una educación secundaria disminuida y una educación universitaria lamentable. Con todos los partidos. Gobierne quien gobierne. Es lo que tiene tener socialistas de todos los partidos en el poder. Y no pasa nada. La solución siempre es más dinero. Y nadie protesta. Especialmente significativos son algunos casos.
Cataluña, que camina al galope hacia un modelo productivo basado en la ausencia absoluta de valor añadido basado en el conocimiento. El País Vasco, que prioriza su modelo D en educación para llevar a sus alumnos, con buen ritmo y alegría, directamente a la edad de piedra. Andalucía, treinta años de gobiernos sociatas para seguir exactamente en el mismo lugar. Únicamente en Madrid, con el tema de los colegios públicos bilingües, parece verse algo de hierba en este páramo desolado y desolador que es la educación en España. En Baleares lo planteó Matas, pero el gobierno de progreso lo ha echado para atrás. ¿Qué atrevimiento es ese de que los hijos de los obreros aprendan idiomas?
En fin, desocupado lector, lo que me deja perplejo es ver el poco debate que PISA genera en nuestro país. Aquí todo es hablar de la propina del café o del conejo de nochebuena. ¿Es que somos todos gilipollas?


Ps: La Institución se declaraba partidaria de una nueva forma de enseñanza, la enseñanza intuitiva y en contra de la tradicional, que era memorística y abstracta. […] También quedan prohibidos los deberes.
Marco, José María: Francisco Giner de los Ríos: pedagogía y poder. Península, Barcelona, 2002. Página 254.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es que para asumir lo de las propinas y su influencia en el IPC, y el poner un conejo en su mesa, sólo es posible si antes te has tragado "doblada" la LOGSE y la LRU. De ahí a Pisa sólo tienes que pasar por Prisa y sus edificantes editoriales. Conclusión: los chaveles de quince años no entienden lo que leen. Posteriormente tampoco entenderán la política populista de Zzzzz, y sólo se quedaran con la parafernalia.

Anónimo dijo...

Cuando te leo, me parece estar leyendo a Martinez el Fatxa en el jueves.