6.4.12

Cosas sin importancia...

Abrir el libro. Hojearlo. Salir a pasear. Ir hasta los castaños. Cenar. Beber. Reír. Cantar. Acercarte a San Juan de la Cuesta. Subir hasta Cervantes. Ir a ver los esgrafiados de La Carballeda, parar en Aguallevada, cenar con Juanjo en el Parador. Descubrir lugares. Compartirlos. Jugar al alpabardos, mandar mensajes. Recibirlos. Tomar un vino en el Mercado. Escudriñar entre papeles para encontrar a tu bisabuelo, el coscas. Ver nevar desde la ventana. Acercarte a la biblioteca. Saludar a Lauru, que llega, despedir a Oscarnello, que se va, esperar al Coronel, que vendrá, dejarte olisquear por Lucky, no marchar hacia el norte, saborear de mañana el pan del gordito.

No es cara la felicidad si sabes quién eres.

Cuesta entenderlo, pero al final es evidente.


PS: Era el noventa y dos y Txarrena cantaba “También el cuento empieza érase una vez / pero el lobo se cansó del papel, apaleado siempre antes del final...”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal y como hemos hablado tantas y tantas veces, la felicidad está en los pequeños detalles, aunque luego parece que nunca terminamos de creerlo.
Un abrazo, me ha encantado leer este post que rezuma frescura.

El coronel