Hay algo tenebroso en el reverso de la Ilustración. Acabar con dios pero no con la angustia que anida en el corazón del hombre. Anderson sospechó algo de esto cuando escribió que "El siglo de la Ilustración, del secularismo racionalista, trajo consigo su propia oscuridad moderna. Con el reflujo de la creencia religiosa no desapareció el sufrimiento que formaba parte de ella. La desintegración del paraíso: nada hacia la fatalidad más arbitraria. El absurdo de la salvación: nada hace más necesario otro estilo de continuidad"
Esa continuidad acabó siendo la nación. Pero las mentiras no se vuelven verdad por ser necesarias...
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