Fue una de las Casas grandes de España, y de las ricas. "Ni que fueras un Osuna", decían las madres a sus hijos y a sus maridos cuando los veían derrochando dinero; pero el patrimonio de los Girones acabó hecho jirones, como se decía en la época. Y con su ruina se desperdigó el archivo de los Benavente, para desgracia de la mi tierra.
La historia de su ruina, aquí, por Paloma Torrijos.
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