Volviendo de Bruselas -ciudades que fueron España, quédense con este título- me pongo con el número de Claves dedicado a Europa. Notas, desde el avión:
- Interesante lo de Patricia Pizarroso comprando la figura de Joseph Roth con la de un desconocido Krleza. A cuenta de los nacionalismos y sobre la monarquía finisecular sostiene que en Viena no se era consciente de este hecho pero “encima del Águila bicéfala de los Habsburgo volaban ya en círculo los buitres.”
- Miguel Roán hablando de repostar la postyugoslavia “Tal como lo explica María Todorova en Imaginin the Balkans el pasado otomano ha colocado a los Balcanes una camisa de fuerza cognitiva por la cual su existencia es más una representación que una realidad geográfica. Y ese es nuestro velo de la ignorancia”
- Darina Martykanova sostiene que, como ha demostrado con gran perspicacia la socióloga Karen Barlet, el Imperio otomano era un imperio basado en la delegación del poder en una serie de intermediarios y en la negociación eficaz de la diferencia. Similar por cierto, de alguna manera, al modelo de la Monarquía Hispánica. Hasta el siglo XIX, esta diferencia no se percibirá como un problema resolver.
- Esma Kucukalic sostiene en relación a Bosnia que “Nuestro tiempo pende de aquel año 1992, y todo lo que ha venido ocurriendo después es como un intermezzo de la vida real agitado por los rumiantes pensamientos sobre los que no están, sobre lo que pasó y porqué tuvo que pasar".
Al final, un aforismo de Juan Gil Albert. Pensar es ir restando consistencia a las cosas.
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