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9.1.22

¿Qué pensarían tus abuelos?

Entrevistaban en El Mundo el sábado a José Luis López Linares, a vueltas con su documental sobre la primera globalización. Esta reflexión, fantástica: "Esto viene de algo que se ha dado mucho, que es juzgar el pasado desde el presente, lo cual es un disparate. Yo creo que hay que hacer justo lo contrario: deberíamos pensar cómo nos juzgarían nuestros antepasados, si estamos haciendo algo a la medida de lo que hicieron. Sería la actitud correcta y la que han seguido en gran medida los clásicos, en Roma, por ejemplo. Tienes que imaginarte qué pensarían tus abuelos o tus tatarabuelos te miraran: ¿Lo estoy haciendo bien o al revés? No creerte con el derecho de, sin entender nada de cómo era la vida entonces, decir lo que estaba bien y lo que está mal. Siempre es erróneo. Nunca vas a llegar a nada verdadero y sensato".

El documental se puede ver en Filmin.

16.10.20

Juderías (I): los orígenes

Tenía por ahí "Leyendas Negras", la vida y obra de Julián Juderías, elaborada por Luis Español y publicada por  la Junta de Castilla y León. Vienen algunas cosas interesantes sobre la vida de quien popularizó -que no inventó- el término de leyenda negra. Las dejo aquí como registro, porque en la wiki no me han dejado.

Lo primero es hablar de su familia. Los juderías son una metáfora para entender que el proceso de cambio y movilidad social que ha vivido España no comenzó en el siglo XX. A saber: a finales del siglo XVII o principios del XVIII viven en Ródenas, una aldea turolense ubicada en la sierra de Albarracín, Blas Juderías y su mujer Ana Gómez. Su hijo Bernando Juderías y Gómez vive en Torremocha, una aldea que hoy pertenece a Guadalajara, y se casa con Magdalena Tomás. Allí nacerá su hijo Blas Marcos Juderías, nacido en abril de 1740. Con el correr de los años, Blas Marcos se casará con Teresa García y ambos serán padres de Clemente Juderías, que nacerá en noviembre de 1767. 

Clemente se casa con Tomasa Martín y ambos se van a vivir a la ciudad de Teruel (primer salto del campo a la ciudad, a finales del XVIII),y allí nacerá su hijo Julián Juderías y Martín, en enero de 1804. De este Julián, abuelo paterno del escritor, sabemos más cosas. En 1835 vivía en Madrid, porque se casó allí ese año con la francesa (natural de Bayona) de origen alemán, Mariana Bénder (paso ahora de una ciudad de provincias a la capital del Reino). El matrimonio formado por Julián y Marina emigró a Manila (paso de la metrópoli a Asia y vuelta a Andalucía) y allí nacieron sus tres hijos. Es posible que el don -y la afición- por las lenguas nazca de este matrimonio mixto. La familia volvió a España y se estableció en Chiclana, donde fue teniente de alcalde del Ayuntamiento, y allí murió en octubre de 1857.

En fin, por acabar, en la española Manila nació el día de todos los santos de 1836 Mariano Juderías y Bénder. Vuelto a España, se casó con Henriette Loyot, francesa como su madre, nacida en París en octubre de 1842.  Este Mariano es quizá el primero que se dedica a la traducción, además de ser periodista. Fue contratado como joven de lenguas, la carrera que seguiría luego su hijo, en el ministerio de Estado. Su único hijo (no sabemos si tuvieron alguno más, pero desde luego no sobrevivió, fue Julián Juderías Loyot, el gran difusor del concepto de Leyenda negra

Una familia que emigra del pueblo a la ciudad y que acaba teniendo funcionarios en el Estado en un proceso que abarca a cuatro generaciones...

5.7.18

Leyenda negra

La leyenda negra que nos persigue en los Países Bajos es una gilipollez más. Una nota al pie de página de la historia. No hay como aplicar la ciencia para dejarse de gilipolleces. Y mientras tanto, para relajarse, no se pierdan La Kermesse heroica. Una buena presentación de aquella película, aquí.


5.3.17

Los Ilustrados

Hace ya algunos años que me impactó Gente peligrosa, el deslumbrante relato que Bloom hacía de las personas que articular el discurso más radical de la Ilustración. Rebuscando, encontré por casa Encyclopédie, el estudio que dedica, más en detalle, al proceso de creación de la Enciclopedia. Lo llevo mediado ya y mantiene el ritmo muy bien. Ayuda a evitar tópicos en los que siempre cae la progresía española cuando se enfrente a la Enciclopedia: en la luminosa Francia a Diderot lo encarcelan sin acusación y para salir de la cárcel ha de prometer dejar de escribir; gran parte del hermoso París era un lodazal fétido, una parte de los artículos de la Enciclopeida están escritos de oídas... Ni la Francia de mediados del XVIII era todo luz ni aquí sólo había tinieblas...

No hay más que leer para dejar de tener certezas...

24.4.15

Murió uno de los grandes...

Se fue Raymond Carr. El hombre que nos enseñó que no siempre lo peor es cierto. y que las jeremiadas sobre nuestra historia no son más que fantasías infantiles de aquellos que confunden la historia con su ideología. Se fue uno de los grandes. Y mucho no son conscientes de lo que le debemos. Si usted tampoco lo es, no se pierda la reflexión del gran Manuel Lucena el pasado martes en ABC:

"Las obras posteriores de Carr, solo o en compañía de alguno de sus brillantes discípulos, como «La internacionalización de la guerra civil española», o «España, de la dictadura a la democracia», en colaboración con Juan Pablo Fusi, consolidaron las visiones de la historia contemporánea española establecidas con anterioridad. Aquellas que negaban todo determinismo o, como decían algunos entonces, la obligación de que la Historia de España acabara mal".


Sit tibi terra levis

28.5.12

Canadá y los pecados


El presente y el pasado de Canadá se aborda, en cierta medida, en el libro de Reverte. Todos los países tienen su historia negra, aunque quizá sólo los españoles la hayan interiorizado de manera acrítica.  Ventajas de tener una élite como la nuestra. Si Australia masacró a sus aborígenes, o si Bélgica práctico un genocidio brutal en el Congo, no podían faltar los canadienses. Y esto sale en el libro. Traslados forzosos de población durante la guerra fría. Creación de ciudades artificiales a las que se forzó a ir a vivir a población esquimal. Población reducida hoy a la nada. Alcoholizados. Sin esperanza vital.  La otra cara de la modernidad. La otra cara de un mundo que quizá, lo vemos ahora, era sólo un espejismo. El mundo necesita más Canadás, dice uno de los eslóganes del país. Es posible. Pero el que esté libre de pecado…