5.8.08

La risa y los veinte millones, que diría Amis

Es verdad que probablemente no era más que un vulgar nacionalista ruso. Es verdad, también, que no fue el primero. Otros, antes que él, ya habían advertido sobre lo que estaba pasando en realidad al otro lado del telón de acero. Quizá porque la realidad admitía poca novela, muchos otros fueron sistemáticamente ignorados. Hasta que llegó su hora. Por un comentario intrascendente, fue condenado al gulag siberiano. Y vivió y volvió para contar su historia. Su Archipiélago Gulag forma parte de la historia universal de la infamia. Un libro que me acompañó al final de la facultad. El libro que hizo ver a muchos lo que se escondía en verdad tras el comunismo en la Unión Soviética.
Su llegada a España estuvo rodeada de polémica, porque en esto también somos diferentes.
Cantó las verdades del barquero, es decir, que siendo todas las dictaduras repugnantes, algunas, además, son especialmente lamentables, porque acaban gobernando contra su pueblo.
Las reacciones no se hicieron esperar. Gentuza, como el
pesadísimo Benet lo insultaron sin piedad a medio camino de su viaje a la China de Mao. Así era nuestra socialdemocracia ya en los setenta. No daban para más. Menos mal que ahora sabemos a quién se le cayó el muro encima y a quien no…
Ha muerto
Aleksandr Isáyevich Solzhenitsyn. Descanse en paz en su tierra rusa, a la que tanto quiso.

PS: “
Yo creo firmemente que, mientras existan gentes como Alexandr Solzhenitsyn, perdurarán y deben perdurar los campos de concentración.Tal vez deberían estar un poco mejor custodiados”. Juan Benet, 1976, en Cuadernos para el Diálogo.

8 comentarios:

Jorge Castrillejo dijo...

Lo malo es que nunca traen consecuencias esos comentarios.

Anónimo dijo...

Haciendo mi tesis sobre Benet me sale esta entrada. Mire usted, eso es una gracia de Benet referida al estilo literario del ruso, evidentemente. No manipule, señor, haga el favor.

Anónimo dijo...

Anonimo, ¿Estas haciendo la tesis sobre Benet? ¿Y no te has quedado dormido todavía?

El Perdíu dijo...

Jo, que simpático benet, haciendo gracias sobre los campos de concentración soviéticos. Qué sentido del humor el tío, que hilarante, que perspicaz. Con el Código Penal soviético le hubieran caído veinte años de trabajos forzados. Igual eso le había causado menos gracia. En fin, y si es por estilo literario, creo que está claro que él hubiera ido detras de Solzhenitsyn

Unknown dijo...

Perdiu, "Archipiélago Gulag" es uno de los libros que usted me recomendó.
Duro, durisimo. Ya no por las penas fisicas impuestas por la mala bestia de Stalin, que destruían a la persona.
A eso, que por si mismo era inhumano, lo sobrepasaba el sentimeinto de culpa de los pobres ciudadanos. Se sentían culpables cuando eran presos, no protestaban ni ellos ni sus vecinos, lo asumían como una parte de su destino en lo universal de ese engendro aplastaindividualidades que es un régimen comunista.
Si su contribución al progeso de la revolución pasaba por expiar sus culpas de "pensamientos impuros" en el libre mercado, en leer algo de cultura occidental o simplemente escuchar un músico no amigo del régimen, pues uno iba a redimirlas a siberia y a comer mierda de caballo.
Así, lo que mas me quema hoy, en un pais libre supuestamente, como España, es que haya regiones con Gulags intelectuales y ya no solo intelectuales, represión económica, administrativa y hasta en los colegios.
Tengo bien cercano el caso de mi sobrina (ganadora de dos primios infantiles Nadal) en un buen colegio de Barcelona, y no es coña amigos míos.
Al menos ello lo tiene claro, no siente la culpa

Anónimo dijo...

No sólo Benet dijo eso en su clásico estilo de epatar al burgués, que conocíamos bien todos, sino que Benet ni era socialdemócrata ni nada parecido. Sus aventuras con Ridruejo fueronn un acto de amistad, y punto. Era un grandísimo escritor, un buen ingeniero (con tesis dudosas sobre el interés de los pantanos)y un hombre sin partido, liberal y libertario, muy lejos de cualquier cosa que usted pretenda imputarle. Debería usted ser minimamente honrrado con sus citas, con la socialdemocracia, y con todoi lo que toca. No es creible. Leyéndolo es meridianamente clarto que usted solo es un hombre de la derecha convencional obsesionado por los horrores de la izquierda. Son horrores conoicidos. pero a los los liberales, en España, nos preocupan mucho más los horrores de una derecha intratable.

Anónimo dijo...

Uy, uy uy... el biógrafo de Benet ha sufrido el clásico caso de "me enamoré de mi biografiado..."
Grandísimo escritor y Benet es una antinomia en toda regla. No de más la paliza

Anónimo dijo...

No parece usted capaza de contestar racinal y liberalmente y recuurre a la estupidez, lo que en su caso no entraña mayor esfuerzo. Cuantoi fascista vestido de liberal, por favor