27.1.13

Fantástico (cine)


Cine fantástico. Me arrastraron a ver El hobbit. No me termina de enganchar este tipo de cine, ni tampoco esta literatura. Tengo un recuerdo malo del libro, uno de los regalos que me hizo mi madrina en la adolescencia. Nunca pasé de la página quince. Quizá es mi pereza, que me impide retener tantos seres extraños: para qué quiero un mundo alternativo  si con el mío tengo para películas de misterio, de terror y de esperanza. Total, creo que fue el primer libro que no terminé en mi vida. 

La película no es mala, pero es larga. Muy larga. Creo que le sobran fácil cuarenta o cincuenta minutos de metraje. Que el tal Jackson quiera hacer caja estirando en una trilogía un texto de cien páginas me parece fantástico, pero eso no le obliga a hacer que cada obra tenga más de dos horas y media de duración. Lo mejor, la escena de la batalla de las montañas. Espectacular.

Cine prescindible, escribiendo volviendo de Labacete, pero ya sé que algunos de los más valerosos seguidores de esta tertulia no estarán de acuerdo, con la valoración.

PS: ayer, nomás

1 comentario:

Espectador dijo...

La afición a la SF y a la Fantasía es un gusto adquirido, como el de beber cerveza. Yo por ejemplo soy mucho más aficionado a la SF que a la Fantasía, pero algunas obras de ésta última, como el Señor de los Anillos o Juego de Tronos de George R R Martin destacan por su calidad.

El Hobbit es una obra menor, y estirarla para ocupar tres películas de dos horas y media casi increíble. A mi me ha gustado, pero menos que cualquiera de la trilogía del Señor de los Anillos.

Pero si no le gustan las obras de Fantasía con cientos de protagonistas y toda clase de seres sobrenaturales, no intente leer el Silmarilion de Tolkien, una obra mucho más "seria" que el propio Señor de los Anillos. Para que se haga una idea, Sauron, el supermalo del Señor de los Anillos, era solo un subordinado del rebelde máximo Morgoth (una especie de Lucifer), el primero de los Ainur, contra el Ser Supremo, Iluvatar; tanto es así que a Saurón se le llama "la sombra de Morgoth" y es un malo de segunda división respecto a él. Y los que los derrotan en El Silmarilion son los Ainur, una especie de arcángeles, junto con los Valar y los Maiar (ángeles) de los cuales los elfos son una leve sombra, y no digamos ya los hombres.