17.4.13

El horror en condensación...

Todo el horror que el terrorismo desprende está condensado, como si de una metáfora cruel se tratara, en la muerte de Martin Richard, un niño de ocho años. Y mientras leo su historia, no puedo dejar de recitar, como si de una oración se tratara (quizá porque la poesía es la religión de los agnósticos), aquellos versos de César Vallejo: "Al fin de la batalla /  y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre / y le dijo: "¡No mueras, te amo tanto!" / Pero el cadáver ¡ay! siguió mueriendo [...]"

Matar  a un niño de ocho años que espera junto a una meta a que llegue su padre.
Matar  a un niño de ocho años que espera junto a una meta.
Matar  a un niño de ocho años que espera.
Matar  a un niño de ocho años.
Matar  a un niño.
Matar.  

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