7.5.18

A vueltas con la globalización

Ignatieff, el otro día en el Mundo. Siempre es un placer escuchar a los sabios: se quejan los más beneficiados porque ser contradictorio forma parte de nuestro ADN cultural. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hungría y Polonia han vivido cinco décadas bajo el yugo comunista y están anestesiados frente a ese remedo de la URSS que dirige Juncker. Ese mismo tipo que últimamente homenajea a Marx. O tempora, o mores.