Me gustó El Ala oeste, pero siempre pensé de la serie lo que contaba el otro día Enric González en El País: La serie televisiva El ala oeste de la Casa Blanca se emitió entre 1999, aún en la era de Bill Clinton, cuando el presupuesto estadounidense registraba un superávit y el gran problema nacional giraba en torno a una felación, y 2006, cuando el país había declarado una guerra al terrorismo e imponía al planeta su propio terror. Muchas cosas cambiaron entre 1999 y 2006, pero, incluso perdiendo audiencia cada temporada, El ala oeste de la Casa Blanca mantenía el éxito comercial: los anunciantes se peleaban por adherirse a una emisión que hacía babear a los progresistas acomodados, los mejores consumidores en cualquier sociedad.
El presidente de aquella ficción, Josiah Bartlet, interpretado por Martin Sheen, encarnaba el sueño húmedo de cualquier votante progre e incluso de una cierta derecha: premio Nobel de Economía, hiperinteligente, religioso, buen chico, demócrata pero moderado, dispuesto a entenderse con rivales ideológicos.
El sueño húmedo de los progres...
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