Le tengo bastante manía a Juan Benet, lo reconozco. Nuca pude remontar aquellas declaraciones de señorito payaso sobre el gulag. Volverás a región es un coñazo y nunca pude pasar de la quinta página. Así que coincido del todo con Alberto Olmos -"porque Juan Benet, para el que esto escribe, representa sobre todo una antipatía. Me cae mal todo entero, desde su físico a su modo de vida y hasta la última coma que pusiera en un papel. Es la versión acrisolada y punible del señorito madrileño, y todos sus fanáticos y valedores son o señoritos madrileños o intelectos repelentes. Nadie feliz lee a Juan Benet.". Ahora, siguiendo la magnífica serie veraniega de Arjona en El Mundo, negro sobre rojo, descubro que era un golfo, que maltrató a su mujer y que, de remate, era un puto envidioso.
Con estos antecedentes, era un rojeras, lógicamente...
No hay comentarios:
Publicar un comentario