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24.3.15

¿Cómo no estar de acuerdo con Boyero?

De acuerdo casi de principio a fin con la reflexión de Boyero el placer en serie. sobre todo con la valoración de The Wire. Y eso que yo no soy de los que se pegan atracones de serie. Un capítulo al día. Hay que combatir la desmesura en todos los órdenes de la vida. 

"En 2002 vio la luz la indestronable reina. Para mis anormales gustos, que al parecer son los de muchos. O sea: The Wire. Creo haberlas vuelto a devorar, del primero al último capítulo, como media docena de veces. Y no envejecen, mi placer se renueva aunque me las sepa de memoria. Pero siempre hay algún matiz que antes no habías pillado. Diálogos, situaciones y personajes enriquecen su dimensión."

Y también a los ladrones que han conseguido que, por ejemplo, la tercera de Deadwood no llegue a España...

12.3.15

Hay datos que son para llorar

Piratas. Un país de piratas. No me extraña que Podemos esté tan alto en las encuestas. El español bizarro: el mundo me ha hecho así y yo no tengo la culpa de nada

Lo mío no es robar, es que lo cobran muy caro... 

Y luego a hacernos los ofendidos cuando (algunos) políticos roban...

Anda que...


27.10.14

De la nobleza

Una hermosa reflexión de Savater a vueltas con los derechos de autor. Sobre aquel Baltimore que yo creí conocer, ¡iluso! antes de haber caído en The Wire. Una reflexión que, de fondo, apunta al tipo de sociedad; una sociedad que toma a broma a los creadores. Y que está dispuesta a robar si tiene fácil la huida del lugar del crimen. El otro día en El País.

De nada

23.1.12

Kim, el señorito...

La justicia estadounidense actuó contra Megaupload. No me interesa, por ahora, la controversia del FBI cerrando páginas alojadas en otros países. Me interesa lo que hay detrás. Actuar contra una ética y una estética (no hay más que ver al gordo Kim) que considera que las leyes son para otros y que uno puede lucrarse, impunemente, a base de cometer delitos. Claro que abrirán más páginas como esta, al igual que sigue habiendo ladrones de banco cuando uno de ellos es detenido por la policía. El argumento, no puede ser, por lo tanto, la dificultad de perseguir al delincuente: no. El argumento es el mercado que está detrás. Por eso, me da la sensación de que el problema real no está a ese lado de la pantalla. Está en este. En esa colección de “señoritos insatisfechos” (la expresión es de Ortega) que consideran que es normal ver de manera ilegal una serie recién estrenada sin publicidad; que consideran lícito obtener todo lo que quieren de manera gratuita porque es fácil robarlo. Aquellos que creen que se pueden ver películas gratis, como si no hubiera costado nada producirlas, u obtener música como si la música cayera del cielo, como la lluvia, y no tuviera trabajo detrás. Esas personas que piensan que la lógica del mercado no va con ellos.

Ellos son el problema. Kim, creo, es sólo una metáfora.